Este poema rinde homenaje a los campesinos mártires que dieron su vida defendiendo los derechos del pueblo durante las protestas del 30 de enero. El autor expresa su furia ante la injusticia y la represión gubernamental contra los manifestantes desarmados. El poema describe cómo el pueblo se ha unido en la lucha y continuará avanzando de forma heroica e infatigable hasta lograr la dignidad y la justicia que se les ha negado durante décadas de opresión.