El caso describe una paciente admitida con dolor retroesternal y palpitaciones debido a un infarto agudo de miocardio causado por un embolismo en la arteria ventricular posterior como complicación de una fibrilación auricular paroxística. La coronariografía mostró una oclusión total de la arteria, la cual fue tratada exitosamente con angioplastía y aspiración del trombo. Aunque raro, el tromboembolismo secundario a fibrilación auricular que cause oclusión coronaria total debe ser considerado antes de colocar stents.