El éxito de la educación en Finlandia se basa en tres pilares: la confianza, la transparencia y el respeto. La comunidad confía en los maestros y los colegios, y los maestros confían en los estudiantes. La planificación educativa se realiza de forma consensuada entre maestros y estudiantes. Los maestros aman su trabajo y se enfocan en enseñar a pensar en lugar de memorizar.