ESCUELA Y FORMACION CIUDADANA, MÁS ALLÁ DE LA FORMACION EN LAS DISCIPLINAS ESCOLARES SE REQUIERE, FORMAR CIUDADANOS COMPROMETIDOS CON LA DEMOCRACIA, EN SUS DESEMPEÑOS ETICO Y POLITICOS
Fase 1, Lenguaje algebraico y pensamiento funcional
La Escuela Y La FormacióN Ciudadana
1. LA ESCUELA Y LA FORMACIÓN CIUDADANA
CARLOTA SANTANA
La escuela siempre ha promulgado ser lugar de convivencia, de civilidad, no obstante, en
muchos casos, presenta ante nuestros ojos prácticas que se contraponen a dichos
ideales. En la actualidad, el discurso sobre la formación ciudadana y democrática no solo
busca ser aplicado en las sociedades, es también punto de discusión en la escuela, y
referente principal para entender las relaciones humanas y convivenciales de la
cotidianidad escolar
“Nuestras democracia no tiene escuelas democráticas. En nuestras escuelas mas
que formar ciudadanos democráticos conformamos ciudadanos sumisos y
apáticos; mas que formar ciudadanos participativos, críticos y creadores formamos
gentes sumisas, obedientes y disciplinadas.” (THEOBALD 1972)
En la cotidianidad escolar la vida democrática no deja de ser un mito, una mera fachada;
ni directivos, ni maestros y obviamente tampoco los estudiantes aplican en su vida escolar
la democracia. Aunque en el continuo debate sobre la educación, la democracia y la
formación ciudadana ha llegado a ser considerada como un modelo de imperiosa
necesidad en los escenarios escolares, allí en la escuela misma, solamente se utiliza su
nombre “Democracia”, como estandarte para generar la falsa ilusión de la existencia de la
“escuela democrática”, aspecto que se realiza a través de la institucionalización por la via
normativa, Ley 115, y sus decretos reglamentarios(1860) sobre obligatoriedad del
gobierno escolar, resolución 1600 sobre proyecto democrático, elementos que se
instauran en la escuela como una imposición de afuera a la que hay que responder. Por
esta razón las instituciones escolares asumen estos aspectos por cumplir una exigencia
de los organismos que regulan y controlan su funcionamiento (supervisión educativa,
cadel, secretaria de educación).
Así pues, es claro que no se conseguirá un sistema escolar democrático sin haber logrado
antes un marco donde se de su adecuada generación (sin olvidar que es necesaria la
existencia de un sistema democrático legitimo en la sociedad para que exista una
autentica democracia en la escuela). El primer paso y la base fundamental para su
inserción en la cotidianidad escolar consiste en “la participación plena, responsable y
consciente de los alumnos en los procesos en la institución y en el desarrollo de los
programas, esto constituye la esencia misma del saber pedagógico”1. La democracia y la
pedagogía ciudadana no deben ser una actividad discursiva sino pragmática dentro de la
cotidianidad de la escuela, a la democracia hay que vivirla y hacerla vivir, requiere un alto
grado de libertad, que con la respectiva apropiación e interiorización dará como fruto una
1
DENGO, Omar. Escritos y Discursos, Pág. 32. Edit. Antonio Lehmann. San José, Costa Rica
2. libertad de acción comprometida; una libertad activa, responsable, participativa y con un
compromiso de justicia y cambio.
Por lo tanto, la democracia no puede ser en las escuelas un simple ejercicio superficial,
mucho menos un programa, unos contenidos o una cátedra horaria, como se ha
concebido en la actualidad, a través de la curricularización (asignaturización) de la
formación ciudadana, cátedra de derechos humanos, democracia, ética, que fragmentan a
un más la realidad, por el contrario, tiene que ocupar todos los espacios de la vida
escolar, debe ser el escenario sobre el cual se desarrolla la “cotidianidad escolar”,
aquella que la escuela tanto se empeña en convertir en una rutina represiva y cerrada
hacia si misma;
“democracia es desterrar de la practica esos exámenes torturantes con todas las
características de un poder absoluto y ante el cual el alumno no puede ni chistar;
democracia es dar mas importancia a los alumnos que a los programas y a los
horarios; democracia es demostrarles a los alumnos las múltiples patrañas con las
que se pretende engañar al pueblo; democracia es darle la palabra al alumno sin
miedo a represalias; democracia es darle poder real al alumno de modo que se
genere un proceso educativo autogestionario; democracia es dar tanta importancia
a la razón y al orden como a los sentimientos deseos y vivencias de los
educandos; democracia es no tanto exigir obediencia cuanto generar deseos,
modos y medios de hacer bien lo que se quiere hacer; democracia es desterrar
definitivamente el miedo de nuestros centros educativos limpiándolos de métodos
policíacos y de espionaje; democracia es generar trabajo agradable , valioso e
interesante para el alumno”2
Democracia es por tanto empapar la cotidianidad escolar de la libertad que las
comunidades educativas requieren para poder ser autónomos, responsables y
conscientes del papel que desempeñan en una sociedad que requiere afanosamente un
cambio para bien.
Nos encontramos pues frente al cruce de caminos, podríamos tomar la vía de las añejas
doctrinas autocráticas y conservadoras del orden social de injusticia e inequidad, que en
la cotidianidad escolar tiene lugar, que tiene además poco de realista, que considera la
formación de ciudadanos como un proceso externo al sujeto, curricular o de contenidos, y
que pretende con meros ejercicios superficiales lograr una mentirosa democratización de
la escuela, lo cual termina siendo contradictorio; o por el contrario tomar la vía de la
escuela viva, empezar a vivir en democracia, sentirla, entenderla como un proceso
subjetivo e intersubjetivo (que construye a su vez la realidad objetiva) del cual todos
2
GUTIERREZ, Francisco. Streap tease de la Escuela. Pág. 39. Edit. IPEC
3. tendrán que hacer parte a su modo y medida dentro de los caminos del saber pedagógico
sin olvidar como elemento complementario el saber social.
Robert Theobald en su libro “Alternativas para el futuro” realiza una visión profética de las
enfermedades y “trampas” que adquiriría la educación y como consecuencia directa la
escuela y su cotidianidad en el último cuarto del siglo anterior, hoy somos fieles
espectadores del alcance de las ideas expuestas por Theobald, de su actualidad y de la
evidente cuantitavización de la educación y la creciente visión utilitarista de esta, que se
contrapone a cualquier proceso de democratización de la escuela.
“Si debemos educar a la gente para que acepte las trampas – la competencia, la
eficiencia, el empleo y el consumo – tendremos que guardarnos mucho de dar
libertad a las personas para que piensen y estudien. Es aquí donde el sistema
educativo llena a cabalidad el objetivo de hacer que la gente no piense. El sistema
educacional ha dejado de ser una oportunidad para que la gente descubra por si
misma lo que debe creer, convirtiéndose en una manipulación para que los
individuos acepten lo que la sociedad proclama. Es un mecanismo que inculca una
serie de creencias del pasado carentes de significado en el mundo de hoy”3
Entonces La educación y por ende la escuela, supeditada al sistema económico se
transforma en una particular dinámica de control, donde la sociedad recompensa con
beneficios no a las instituciones que apuntan al desarrollo integral de ciudadanos sino
aquellas que puntúan bien en las pruebas (saber, de competencias, exámenes Estado) y
hoy la certificación de la calidad desde una lógica empresarial que permea a la escuela de
hoy, esta característica rezaga en gran medida la existencia de un sistema educativo
basado en la reflexión, el pensamiento y la construcción de ciudadanía y se impone la
eficiencia, la calidad y la competencia, siendo esta ultima renombrada en los ámbitos
pedagógicos y retomada de manera abrupta de la lingüística, disciplina donde realmente
se la estudio y analizó hasta llegar a comprenderla y aplicarla, convirtiéndose ahora en el
desargumentado fin único de todo sistema escolar.
“Una escuela montada en exámenes, notas y calificaciones no es casual, como
tampoco es casual que la escuela se ocupe fatigosamente de insignificancias
ridículas y se desentienda de problemas fundamentales, por la necesidad que hay
de crear burocracia sometida y satisfecha……La escuela como la burocracia y el
individualismo es despersonalizante. Por eso cada uno trata de descargar su
responsabilidad en los de arriba y pensar lo menos posible, sin embargo no hay
nadie que pueda descargarme de la responsabilidad de asumir mis decisiones
3
THEOBALD, Robert. Alternativas para el futuro. Kairos Barcelona. Pág. 23
4. ultimas sobre la significación de lo que hago si pretendo vivir como persona y no
como un robot consumidor”4.
La escuela debe ser expuesta al constante análisis, debe dar un cambio a su rumbo, porque no se
trata de educar para que el individuo se gane la vida o sobreviva como una persona de carácter
“auxiliar”, frente a os intelectuales, que representan una gran minoría, se trata de que se conozca,
se construya y transforme su sociedad, como un sujeto histórico activo, ciudadano miembro de una
sociedad política y no como un testigo limitado, sumiso y consumidor.
BIBLIOGRAFÍA
TOURAINE, Alain. Podremos vivir juntos. Fondo de cultura económica, México, 1997.
THEOBALD, Robert. Alternativas para el futuro. Kairos Barcelona. 1.972.
GUTIERREZ, Francisco. Streap tease de la Escuela. Edit. IPEC
.
4
GUTIERREZ, Op. Cit. Pág. 45.