Este documento trata sobre la racionalidad profesional en la docencia. Explica que ser docente requiere competencias como la capacidad de conocimiento y adaptación a los estudiantes, conocimientos didácticos y pedagógicos, y orientarse a la formación integral más que sólo a la transmisión de conocimientos. También define la racionalidad como la capacidad de pensar y actuar según principios para lograr objetivos, y señala que la docencia es una profesión que requiere un enfoque reflexivo.