Este documento resume la evolución de la educación en Fredonia entre 1830 y 1895. Comenzó con la creación de la Escuela de Primeras Letras para varones en 1830, y luego se estableció la Escuela Elemental de Niñas en 1855. En la década de 1870 ambas escuelas tenían más de 100 estudiantes cada una. También se abrieron algunas escuelas privadas y escuelas rurales mixtas. La educación secundaria comenzó en 1869 con la creación de dos colegios privados, y en 1889 se establecieron las escuelas super
Revista de la Universidad del Tolima, año 2020, Facultad de las Ciencias de la Educación. La Voz de los jóvenes, una aproximación al concepto de Cultura Ciudadana en la ciudad de Ibagué.
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Informe Diagnóstico Institucional Jesús Maestro 2016 2017: Síntesis de los detectado en el centro para ser compartido con las autoridades correspondientes.
“Liceos del Uruguay”, quiere reunir en un volumen información sobre sus dependencias educativas en todo el país, destacando sus datos más importantes: origen, denominación, ubicación geográfica, zona de influencia, contactos con el medio...
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Proyecto de Maestría Héctor Fernán Bolívar EcheverryENSUMOR
FORMACIÓN DE MAESTROS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS: UN ESTUDIO DE CASO EN LA ESCUELA NORMAL SUPERIOR MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ DEL MUNICIPIO DE FREDONIA (1994-2011)
Ponencia Comunidades de Aprendizaje FredoniaENSUMOR
COMUNIDADES DE APRENDIZAJE FREDONIA. Una estrategia interdisciplinaria para mejorar la calidad del
proceso de enseñanza – aprendizaje. Ponencia presentada en el VII Coloquio Internacional de Educación.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
Friedrich Nietzsche. Presentación de 2 de Bachillerato.
Las escuelas de Fredonia en el siglo XIX
1. LAS ESCUELAS DE FREDONIA EN EL SIGLO XIX. UNA MIRADA DESDE LA
CORRESPONDENCIA OFICIAL
Por: Luis Fernando Sierra Muñoz
Historiador y Docente
Escuela Normal Superior Mariano Ospina Rodríguez
El 31 de agosto de 2016 el municipio de Fredonia conmemora con pompa el cumpleaños
número sesenta de su Escuela Normal Superior “Mariano Ospina Rodríguez”. Y hay muy
buenos motivos para celebrar: son sesenta años de formar maestros de preescolar y
primaria que han aportado inmensamente a la educación antioqueña y colombiana, en
especial en zonas rurales, en una labor reconocida socialmente: al día de hoy los
Normalistas Superiores graduados en Fredonia son muy valorados en el sector educativo
por sus cualidades personales y profesionales.
En el marco de esta celebración, los estudiantes y maestros de la Escuela Normal Superior
han organizado una serie de trabajos investigativos que pretenden indagar sobre su
propia historia y, como una parte de éstos, hemos puesto la mirada en la historia de la
educación en Fredonia desde su fundación en 1830 en la búsqueda de los antecedentes
de la institución antes de convertirse en Escuela Normal en 1956.
En este artículo mostraremos los orígenes y la evolución de las instituciones educativas en
Fredonia entre 1830 y 1895, basándonos en la correspondencia que sostenían los
encargados de la educación en Fredonia con las autoridades centrales en Medellín,
documentos que se encuentran en el fondo República del Archivo Histórico de Antioquia.
Es claro que la Escuela Normal tiene sesenta años de formar maestros, pero como
institución educativa es mucho más antigua, remitiéndose en su origen a la existencia de
la Escuela Elemental de Niñas de la zona urbana.
Las Escuelas de Primeras Letras
Desde la época de la fundación de Fredonia la educación de los niños ocupó un lugar
central. Luego de creada la parroquia en 1830, la obra pública que estaba más adelantada
era la del local de la escuela, incluso más que la iglesia y la cárcel. El local estaba en
disposición de usarse a finales de 1834 y en enero del año siguiente continuaron las clases
allí gracias a la contribución económica de los vecinos, quienes subvencionaron el sueldo
del maestro1
.
Esta escuela, entre 1835 y 1860, tenía cupo para alrededor de sesenta varones entre los
siete y los catorce años, y eran formados en instrucción religiosa, lectura, escritura,
gramática, aritmética y dibujo bajo el método lancasteriano o de enseñanza mutua, que
1
Archivo Histórico de Antioquia (AHA), Fondo República, tomo 1062, documento 15342.
2. consistía en que el maestro elegía algunos estudiantes destacados, y éstos apoyaban el
proceso a modo de monitores. La escuela en 1845 consistía en “una casa con pieza de
habitación para el preceptor, seis mesas largas para los niños y una pequeña para el
director con sus correspondientes bancas, una tabla rueda alfabética, seis catecismos de
Fleury, seis de gramática castellana, seis de aritmética, 49 cuadros de lectura con tres
marcos de tabla para fijarlos, un cuadro de tablas de cuentas y trece pizarras”2
. Los niños
debían dar cuenta de su aprendizaje ante las autoridades políticas, eclesiásticas y la
comunidad en general del municipio en exámenes públicos que se celebraban los
primeros sábados de cada mes en el templo parroquial, por ser el espacio que más
personas podía albergar. Era una prueba muy difícil para los estudiantes por la presión
social que había, pues equivocarse ante toda la comunidad podría representar algo
humillante para la familia. En estos exámenes los alumnos recitaban de memoria las
lecciones de los catecismos de las diferentes materias, y prácticamente toda la formación
apuntaba a pasar la prueba3
. Era una educación en que la evaluación no era un medio sino
el fin del proceso.
La Escuela Elemental de Niños fue la única institución de instrucción pública en Fredonia
hasta 1855, cuando se crea la Escuela Elemental de Niñas. Aunque no se encontró registro
explícito de ello en la correspondencia oficial, hay algunas referencias que hacen
sospechar la existencia de escuelas privadas en la localidad, regentadas especialmente por
mujeres con vocación de maestras que usaban alguna habitación de sus propias casas
como aula de clases.4
El inicio de la Escuela Elemental de Niñas de Fredonia no fue fácil. En abril de 1856, al año
siguiente de su creación (obligada por la ley, según el número de habitantes), el cabildo
municipal decidió clausurarla alegando falta de recursos. No obstante, el gobierno central
de Antioquia ordenó que se reabriera inmediatamente e impuso como castigo a los
corporados sacar de sus bolsillos los recursos necesarios para su funcionamiento, pues
consideró que obraron negligentemente al no crear las rentas públicas necesarias que
permitieran su existencia.
En sus primeros años, esta escuela educaba más de cincuenta niñas entre los seis y los
doce años que estudiaban lectura, escritura, aritmética, costura, moral y religión bajo el
método lancasteriano. Su formación era muy similar a la de los niños: basada en la
memorización de las lecciones contenidas en los catecismos de las diferentes materias,
con una dotación muy parecida, con la evaluación como el fin de todo el proceso, y con
sus respectivos exámenes públicos los primeros sábados de cada mes. Las diferencias
consistían en que las niñas estudiaban entre los seis y los doce años y los niños entre los
2
AHA, Fondo República, tomos 1110 y 1366, documentos 15888 y 17734.
3
AHA, Fondo República, tomos 1615, 1644 y 1819, documentos 1, 4 y 1.
4
AHA, Fondo República, tomo 1644, documento 5.
3. siete y los catorce, en que los maestros de los niños siempre eran varones y los de las
niñas mujeres, y en que las niñas aprendían costura como materia adicional5
.
En la década de 1870, en vista del crecimiento demográfico, ambas escuelas contaban con
más de cien estudiantes cada una, con director y subdirector que oficiaban como
maestros, con locales y dotación precarios para el número cada vez mayor de estudiantes.
Esta situación dio pie a que se abrieran algunas escuelas privadas llamadas “libres”. Para
1873 había en Fredonia tres escuelas “libres”, dos de niños y una de niñas, quienes debían
pagar una cuota de 40 pesos. No obstante, no era suficiente. En ese año, la población
escolar era de 113 niños y 109 niñas matriculados en las escuelas públicas, y 65 niños y 5
niñas matriculados en las escuelas “libres”, cuando la población total en edad escolar era
de 1022 niños y 707 niñas.6
Es decir, solo estaba escolarizado el 17% de los niños y el 16%
de las niñas.
Una de las razones de esta situación es que muchos niños vivían en zonas rurales alejadas
de la cabecera. Aunque desde 1856 se sugería la creación de escuelas rurales mixtas (con
niños y niñas juntos en clase) o alternadas (con los niños en la jornada de la mañana y las
niñas en la de la tarde) en las fracciones de El Cerro, La Quiebra y Llanogrande, sólo hasta
finales de la década de 1870 aparecen escuelas públicas rurales mixtas en La Arabia
(1879), donde asistían 76 niños, y en La Quiebra (1881), donde asistían 68.7
Más tarde, se
creó una escuela de alternada en Combia Grande (1889).
Educación secundaria
Según la correspondencia oficial, el proceso de educación secundaria en Fredonia inició a
mediados del año 1869 como una iniciativa privada. El presbítero Benito Jaramillo García,
cura de la parroquia de Fredonia, con los aportes de varios vecinos, fundó el Colegio de
San Mateo para varones y el Colegio de Santa Ana para señoritas. En estos colegios los
estudiantes hombres estudiaban idioma patrio, latín, aritmética, álgebra, geometría
elemental, trigonometría y derecho internacional, y las mujeres estudiaban idioma patrio,
aritmética, dibujo, religión y urbanidad. Los estudiantes pagaban 2 pesos mensuales, y
provenían de los distritos de Titiribí, Caldas, Santa Bárbara, Valparaíso, Nueva Caramanta,
Támesis, Andes, Jericó, Urrao, Frontino y, por supuesto, Fredonia. El colegio ofrecía dos
becas cada año a aspirantes destacados. No obstante, ambos colegios fueron cerrados por
falta de recursos tres años después de crearse.8
Habría que esperar hasta 1889 para que existiera enseñanza secundaria de carácter
público en Fredonia, con la creación de la Escuela Superior de Varones. Inició actividades
el primero de enero en jornada de la mañana y de la tarde con 40 alumnos. Sólo Fredonia
5
AHA, Fondo República, tomo 1806, documento 1.
6
AHA, Fondo República, tomo 2017, documento 5.
7
AHA, Fondo República, tomo 2151, documento 2.
8
AHA, Fondo República, tomos 1196, 1975, 1979, 1982 y 1990, documentos 17268, 1, 1, 5 y 1.
4. y Jericó contaban en ese momento con Escuela Superior en la provincia del Suroeste y,
según los reportes, la de Fredonia estaba en un buen local de propiedad del distrito, y bien
surtida de muebles y útiles. Su Director, José María Echeverri, había estudiado en la
Universidad y en la Escuela Normal en Medellín y, a pesar de su mal carácter, se hablaba
muy bien de su desempeño.9
En 1892 ya estaba en funcionamiento la Escuela Superior de Señoritas de Fredonia,
convirtiéndose el municipio en el único de la provincia con dos Escuelas Superiores de
carácter público. En ésta estudiaban 43 alumnas, que se formaban en castellano,
urbanidad, ortografía, historia sagrada, historia patria, religión, geografía, geometría,
historia antigua y aritmética.10
Para el año de 1895 hubo cambios importantes. Existían en Fredonia dos escuelas urbanas
y dos rurales. Las urbanas eran la de varones y la de señoritas, y se dividían en tres
secciones: superior, media y elemental. Las rurales, que eran mixtas y privadas, quedaban
en Minas y en Combia. Las otras escuelas rurales oficiales fueron clausuradas en una de
las guerras civiles que afrontó el país en aquellos días.
El alcalde de Fredonia, en un informe de septiembre 26 de 1895, hacía el balance del
estado de la educación en el municipio en ese momento:
“Existen en el distrito las siguientes escuelas:
Urbanas: Una de varones con 130 alumnos matriculados, con una asistencia media de 120,
distribuidas así:
Sección Superior a cargo del señor José Ma. Echeverri V. Maestro graduado, con 32
alumnos matriculados y una asistencia diaria de 28.
Sección Media a cargo del señor Ricardo Velásquez, quien no tiene grado, con 40 alumnos
matriculados y una asistencia diaria de 36.
Sección Elemental a cargo del maestro graduado señor Lázaro Arango J. con 58 alumnos
matriculados y una asistencia diaria de 56.
Una de señoritas con 67 alumnas matriculadas y con una asistencia media de 137,
distribuidas así:
Sección Superior a cargo de la señorita Laura Montoya, maestra graduada, con 38 alumnas
matriculadas y una asistencia diaria de 28.
Sección Media a cargo de la señorita Magdalena Echeverri V. con 50 alumnas matriculadas
y una asistencia diaria de 40.
9
AHA, Fondo República, tomos 2227, 2235 y 2237 documentos 1, 6 y 2.
10
AHA, Fondo República, tomo 2255, documento 1.
5. Sección Elemental a cargo de la señorita Carolina Restrepo con 79 alumnas matriculadas y
una asistencia diría de 69.
Rurales
Una mixta (privada) en las “Minas” a cargo de la señora María Antonia Robledo de T. con
70 niños matriculados y una asistencia diaria de 60.
Una en Combia, mixta (privada) a cargo de la señora Soledad Upegui de U. con una
asistencia diaria de 20 alumnos y 30 matriculados.
Ni en la ciudad ni en las veredas hay otros establecimientos de educación primaria ni
secundaria”.11
Como puede apreciarse, la educación en Fredonia mostraba aún bajos índices de
escolarización en 1895, pero ya contaba con todos los niveles de educación primaria y
secundaria. Nótese, además, cómo la correspondencia oficial corrobora que la Santa Laura
Montoya estaba ese año a cargo de la Sección Superior de la Escuela de Señoritas,
antecedente en el siglo XIX de la Escuela Normal Superior de Fredonia.
11
AHA, Fondo República, tomo 2260, documento 4.