La lingüística aplicada consiste en aplicar teorías lingüísticas a dominios prácticos como el aprendizaje de idiomas. Surge ligada al aprendizaje de segundas lenguas. El primer coloquio internacional sobre lingüística aplicada se celebró en 1964 en Nancy, Francia. Combina actividades teóricas como análisis y estrategias con actividades prácticas como recopilación de datos para resolver problemas derivados del uso lingüístico.