La doctrina macrobiótica está basada en mantener el equilibrio entre los principios yin y yang a través de una alimentación y estilo de vida saludables. Se basa en una dieta principalmente vegetariana compuesta por cereales integrales, verduras y algas, evitando carnes rojas, productos lácteos y alimentos refinados. El objetivo es lograr un estado de salud óptimo mediante una alimentación y actitudes que promuevan la serenidad espiritual.