Vladimir Propp analizó los cuentos tradicionales rusos y desarrolló una teoría estructuralista sobre la morfología de los cuentos. Identificó 31 funciones narrativas comunes que se repiten en secuencias similares. Más tarde, aplicó su análisis al cuento de Caperucita Roja de Perrault, identificando las funciones presentes y cómo se distribuyen entre los personajes del héroe, el falso héroe, el donante, la princesa, el auxiliar y el agresor.