El nervio hipogloso inerva los músculos de la lengua y algunos músculos supra e infrahioideos. Sale del bulbo raquídeo y atraviesa varias estructuras para llegar a la lengua, donde se ramifica y termina inervando todos los músculos de la lengua excepto el palatogloso. Una lesión del nervio hipogloso causa parálisis, atrofia y fruncimiento de la mitad de la lengua así como dificultades en la articulación y deglución.