1. Alumnas:
Ángela Torija
Cristina Testillano
Asignatura: Educación y
Sociedad 2ºB
Profesora: Purificación
Cruz Cruz
2013
Baja participación de los
padres en los centros
educativos
Práctica 3c
UCLM
2. 1
La relación de la familia-escuela es fundamental para conseguir una labor conjunta en
la educación de los hijos/as. El diálogo y entendimiento entre ellos es muy importante,
porque a menudo los padres deben ser orientados para que puedan colaborar con la
escuela y por tanto, ayudar en la educación de sus hijos/as
Existe en nuestro país muy poca tradición de presencia de los padres en las aulas de
Educación Infantil y, de hecho, esta presencia suele vivirse más como un estorbo que
como una ayuda.
La implicación de los padres a través de su participación en el aula no es tan sencilla
como puede parecer, y ello se debe más a moldes culturales y falta de tradición que a
la necesidad de una formación especial de los padres. Lo único que necesitan son
algunas instrucciones respecto a qué se espera de ellos y explicaciones sobre cómo
puede obtenerse un beneficio mutuo de esa colaboración.
La autora del libro “Bancos de Talento”, Martín – Moreno Cerrillo, Q., ha realizado un
análisis cualitativo/cuantitativo, a través de un cuestionario a realizar por los
profesionales de los centros educativos para explicar las razones, según las respuestas
dadas, de porqué la participación de los padres/madres del alumnado en la elección de
sus representantes en el consejo escolar de centro sea escasa.
Las razones serían:
Falta de estímulo a la participación de los padres: la mayor parte de los
padres no conocen los cauces para la participación en los centros
educativos ni las funciones del consejo escolar. Culpando de ello tanto al
centro educativo, por su falta de información, como a la administración
educativa, por la escasez de acciones para la formación de los padres.
No ven utilidad en esa participación: No se sienten partícipes del
sistema educativo e incluso, no se sienten incluidos en la comunidad
escolar.
Falta de motivación de los padres/madres: apatía, dejadez de
responsabilidad, comodidad, etc.
No se conocen lo suficiente entre ellos para elegir representante.
Incapacidad del centro educativo para “mover” a las familias.
Los padres no se consideran preparados. Esto es debido a estereotipos o
ideas equivocadas sobre el funcionamiento de los consejos escolares, al
considerar que los temas que se debaten en sus reuniones son muy
técnicos específicos.
Su interés está en los profesores de su hijo, no en el funcionamiento del
centro.
Incompatibilidad de los horarios laboral y escolar.
Delegan la responsabilidad de la educación de sus hijos en el centro en
los profesionales
La administración no potencia la democratización de los centros
3. 2
Problemas de desplazamiento
Depende del nivel socioeconómico y de la edad de los hijos
Falta de cultura de participación.
¿Qué debemos mejorar?
Desde nuestro punto de vista las acciones a emprender son :
Elevar el porcentaje de participación de los padres en los consejos escolares.
Modificar la legislación laboral, para facilitar la participación de los padres en la
gestión de los centros educativos.
Modificar los hábitos de funcionamiento de los centros, que tienden a dificultar
la labor de las APYMAS y a menospreciar su participación en la gestión.
Mejorar la formación de los padres para responsabilizarles en la función
educadora de sus hijos y en la participación activa.
La investigación (Palacios y Oliva, 1991) que se llevó a cabo en toda la España peninsular
con una amplia muestra de madres y educadores de niños entre dos y seis años. Se
entrevistaron alrededor de 800 madres y otros tantos educadores.
El porcentaje de contactos informales es muy alto, pero no es difícil imaginar que tales
contactos consisten en encuentros fugaces con motivo del acompañamiento del niño al
centro educativo. De hecho, esos contactos informales van disminuyendo a medida que el
niño crece (y, por tanto, a medida que puede desplazarse sin necesidad de ir
acompañado): el 51% de las madres de niños de dos años tienen contactos diarios con el
educador, frente al 23% de las madres de niños de cuatro y cinco años.
Los contactos telefónicos o por escrito son también muy infrecuentes (el 80% de las
madres afirman no haberlos tenido en los últimos tres meses). Los porcentajes de
implicación, ya sea en clase, ya con ocasión de alguna actividad extraescolar, son de
nuevo muy infrecuentes.
La colaboración de los padres es posible porque hay un cierto nivel de consenso entre
ellos y los maestros por lo que se refiere a algunos de los valores que defienden como
ideales durante la etapa de educación infantil. Pero es además posible porque existen
formas prácticas de llevarla a cabo, vías a través de las cuales lograrla a diferentes niveles
y para distintas funciones.
Bibliografía y Webgrafía
CRUZ CRUZ, Purificación. Participación de los padres en educación infantil.
http://www.doredin.mec.es/documentos/01520093000481.pdf