1. CUADRO DE RELACIONES REFERENCIALES
Pronominales
EXOFÓRICAS Determinantes
Contexto externo Adverbiales
Elípticas
Personales
Demostrativos
Pronominales Objetivos
Relativos
Indefinidos
Nominales
Elípticas Verbales
Sintagmáticas
Anáforas
Relaciones Adverbiales No relativos
de Relativos
sustitución
Sinónimos
Sinonímicas Sustituciones léxicas
Hipónimos - hiperónimos
Otras Conectores
Determinantes
REFERENCIAS Personales
Catáforas Pronominales Objetivos
ENDOFÓRICAS Relaciones Demostrativos
Contexto interno de Indefinidos
Anticipación Elípticas
No relativas
Adverbiales
Relativas
Otros Conectivas
Determinantes
Aclaración
Adición
Contraste u oposición de ideas
Cambio de perspectiva
Causa – efecto (o viceversa)
Condición
Continuidad de las ideas
CONECTORES Concesión
Ejemplificación
Énfasis
Finalidad
Finalización
Resumen
Secuencia
Temporalidad
2. 1. RELACIONES EXOFÓRICAS Y ENDOFÓRICAS
Lea el siguiente aviso:
NO BOTE BASURA EN ESTE
LUGAR
MULTA $500.000
Con seguridad, es uno de muchos avisos exhibidos en las ciudades. Y si usted es un
buen ciudadano, o cuida su bolsillo, se abstendrá de botar basura en “este lugar”. Un
sitio que usted sabe bien cuál es, pues en él se exhibe el aviso. Allí no se especifica la
dirección ni el barrio, pero cualquiera reconoce en dónde opera la prohibición. Para
ello basta un demostrativo: este, que ubica espacialmente al lector. Es, por tanto, un
deíctico cuya referencia no se expresa pues el contexto la determina. En este caso,
estamos ante una referencia exofórica.
El término exofórico señala los deícticos que no tienen un referente dentro del texto. Así,
cuando usted dice: “Allá está Margarita”, está usando una referencia exofórica, ya que
dentro del discurso no expresa el lugar referido con allá. Lo mismo sucede con otros
adverbios de lugar (allí, ahí, acá), o de tiempo (mañana, ayer, hoy…); con los
pronombres personales, objetivos o demostrativos (yo, él, tú, te, me, nos aquél,
éstos, aquellas…); con los determinantes demostrativos o posesivos (aquel niño,
estas personas, ese perro, su amigo, tus obligaciones…); o con algunas elipsis
((ø)escribió una carta, (ø)se bañaban en el río; en estos ejemplos, las elipsis se
simboliza con (ø) y se refieren, respectivamente, a la tercera persona del singular y a la
tercera del plural).
Las referencias exofóricas están asociadas al contexto externo y abundan en el
discurso oral, en donde la deixis es frecuente. Sólo basta señalar con el dedo el lugar
o la persona para reconocer el allí o el aquél; o que el interlocutor sepa con quién está
hablando o en qué fecha o día para saber quién es yo, o qué significa ayer o mañana.
Ahora, si usted dijera: “Allá, frente a la Universidad de Cartagena, está Margarita”,
encontrará que el adverbio allá tiene un referente en el texto: frente a la Universidad
de Cartagena. Igual ocurre con las expresiones: “Mi hermano detesta las verduras, él
prefiere las frutas”, “Ayer fue domingo, hoy debo trabajar”. Pues los deícticos señalan
referencias dentro del texto: él se refiere a mi hermano, y hoy se entiende como lunes,
pues ayer fue domingo. En estos casos, estamos ante referencias endofóricas.
Éstas son frecuentes en el discurso escrito, ya que, mientras se escribe, se requiere
construir el contexto interno. Hay dos tipos de referencias endofóricas: anáforas y
catáforas.
En su sentido más amplio, anafóra significa repetición; como recurso, es usual en la
literatura. El poema Nocturno de José Asunción Silva, por ejemplo, utiliza con
3. abundancia este recurso (Una noche, una noche toda llena de perfumes, de murmullos
y de música de alas… Y eran una sola sombra larga/ y eran una sola sombra larga/ y
eran una sola sombra larga…). Sin embargo, dentro del análisis del texto, la anáfora
no se refiere sólo a una repetición léxica, sino también a los recursos de sustitución o
de omisión que evitan duplicar un término. Según esto, las anáforas tienen un carácter
regresivo o retrospectivo pues aluden a referentes que ya se mencionaron en el
discurso. Ejemplo:
Mi hermana fue a un restaurante de lujo; allí, la atendieron muy bien.
Las flechas indican el carácter regresivo de las anáforas. Observe que las frases mi
hermana y un restaurante de lujo se sustituyen, respectivamente, por el pronombre
objetivo la y por el adverbio allí. Si esto no se hiciera, tendríamos: Mi hermana fue a un
restaurante de lujo; en el restaurante de lujo atendieron bien a mi hermana. Es decir, el
discurso se haría monótono y aburrido.
En otras ocasiones, basta suprimir la información que se sobreentiende; con ello,
estaríamos ante una elipsis:
Miguel estudia ingeniería civil; Adolfo, (ø) administración de empresas.
En el ejemplo, (ø) representa el verbo estudia, que se omite porque se sobreentiende.
Como se aprecia en el cuadro que sigue, los recursos anafóricos son abundantes:
TIPOS DE ANÁFORAS
Pronominal Personal: yo, tú, él, ella,
ellos…mí, ti, sí…
Mario y José son abogados; ellos son muy competentes
Demostrativa: éste (a)
ése(a), esos (as),
éstos(as), aquellos (as)…
Oscar es hermano de Samir; éste vive en Bogotá;
aquél reside en Madrid desde hace dos años
Objetiva: lo, los, le, les, la,
las, me te, se, nos…
Escribí la carta, la revisé, la reescribí
Relativa: que, cual (es),
quien (es)…
Ayer regresó William, quien estaba en París
Indefinida: uno (s), otro(s),
algún(os), alguna(s), nadie,
alguien, todos…
Había dos desconocidos; uno era bajito; el otro, alto
4. Elíptica Nominal: se suprime un
nombre o un
pronombre.
Carmen ideó el plan y (ø) lo ejecutó.
Verbal: se omite un verbo.
En ese caso, se escribe
una coma elíptica.
Por las noches, Iván se dedicaba a escribir; su hermano,
(ø) a gozar la vida.
Sintagmática: se elide una
frase o frases.
La primera mitad de nuestras vidas nos la arruinan
nuestros padres; la segunda, (ø) nuestros hijos.
Adverbial No relativa: Se usan ad-verbios
de lugar, de
modo, de tiempo, no
subordinan-tes.
En un arrebato, Freddy salió desnudo a la calle; así,
anduvo durante varias horas.
El perro se acostó en el jardín; allí lo encontraron muerto
al día siguiente
Relativa: se usan adver-bios
subordinantes:
como, cuando,
porque, donde, etc.
A duras penas, llegó hasta las rocas, en donde se sintió
a salvo.
Sinonímica Sinónimos: se sustituye
una palabra por otra de
significado semejante
Baldomero era temeroso en extremo y había muchos
autos en la vía. Sin embargo, acosado por el tiempo, se
arrojó entre los vehículos hasta atravesar la calle.
Sustituciones léxicas:
consiste en utilizar
una lo- cución
(eufemismo) en lugar
de otra palabra
A su edad, su única motivación consistía en contemplar
el amanecer. Por eso, se levantaba temprano para ver
la llegada del día entre las montañas
Hipónimo – hiperónimo:
se sustituye una
palabra específica
(hipónimo) por otra
más general, que la
contiene
(hiperónimo)
El cocodrilo vive en los grandes ríos de las regiones
subtropicales; este reptil alcanza un tamaño de cua-tro
a cinco metros, y es muy voraz.
(Note que el hipónimo cocodrilo está en el campo se-mántico
del hiperónimo reptil)
Otros Conectivas: hay conecto-res
que aluden a expresio-nes
ya mencionadas; por
eso son anafóricas.
Determinantes: uso de po-sesivos
o demostrativos
para aludir a expresiones
ya mencionadas.
La niña estuvo enferma; por eso, no asistió a clases
(por eso = porque estuvo enferma)
Efraín no descansó hasta llegar a su casa
(su = la casa de Efraín)
5. Por su parte la catáfora, en oposición a la anáfora, es una estrategia de anticipación; es
decir, consiste en el uso de recursos lingüísticos referidos a términos o expresiones que
aparecerán posteriormente en el discurso. La catáfora tiene, en consecuencia, un sentido
progresivo o prospectivo y se utiliza con el fin de crear expectativas frente a lo que viene.
Ejemplo:
Jamás lo había tenido tan cerca de mí. El día que (ø) ordenó que el pueblo desfilara por el patio
de la escuela para ver a los cuatro rebeldes colgados desnudos, me crucé con él un instante.
Pero el espectáculo de los cuerpos mutilados me impedía fijarme en el rostro del hombre que lo
dirigía todo y que ahora iba a tomar en mis manos. No era un rostro desagradable, ciertamente.
Y la barba, envejeciéndolo un poco, no le caía mal. Se llamaba Torres…
(Hernando Téllez: Espuma y nada más)
En el fragmento, los pronombres objetivos lo (Jamás lo había…; envejeciéndolo…) y le
(no le caía mal), la elipsis (ø) (el día que (ø) ordenó…), el pronombre personal él (…me
crucé con él…) y el sustantivo hombre (del hombre que…) tienen un referente que se
menciona más adelante en el discurso: Torres.
Si se graficara, quedaría así:
Jamás lo había …que (ø) ordenó...con él un instante…Se llamaba Torres .
…del hombre que…envejeciéndolo…no le caía …Se llamaba Torres.
Del mismo modo, algunos conectores tienen una naturaleza catafórica: a continuación,
como sigue, por ejemplo, lo (el) siguiente, así:, más adelante, a renglón seguido, entre
otros. Incluso, algunos signos de puntuación, como los dos puntos (:), se usan como
anticipadores de sentido.
Muchos animales se caracterizan por su inteligencia, por ejemplo, el delfín.
En otros casos, algunas frases o sintagmas se usan como catáforas de las frases que le
siguen:
La orden fue: disparen a matar
El siguiente cuadro ejemplifica los diversos recursos catafóricos
6. TIPOS DE CATÁFORAS
Pronominal Personal: yo, tú, él, ella,
ellos…mí, ti, sí
Ellos llevaban varias horas de camino; pero aun así,
sabía que Uriel y Fernay no podían ir muy rápido.
Objetiva: La había visto en el bar la noche anterior; y alguien
me dijo su nombre: Virginia
Demostrativa: Ésta no es cualquier persona. Es mi hija
Indefinidos: El otro tenía un nombre extraño, Milciades
Elíptica Se omiten diversa estructu-ras
(ø) No dijo nada cuando entró; sin embargo, la
abuela sintió sus pasos: “Ivon”, la llamó
Adverbial No relativa All í sólo había soledad y telarañas. La vieja casa ya
no era la de antes
Relativa Supe enseguida quién era: el matarife del pueblo
Otros Conectiva: Ciertos reptiles se camuflan, por ejemplo: el camaleón
Determinante: Cuando vi su rostro, la reconocí: Anastasia
La función de los conectores
Como su nombre lo indica, los conectores relacionan las distintas partes del discurso
(frases, oraciones, párrafos, apartados, etc.). Armonizan el sentido, pues establecen
conexiones entre los segmentos textuales. Algunos conectores tienen una función
restringida (a nivel de la frase o de la oración); otros tienen una función más amplia (los
párrafos, los apartados, etc.). Para referirse a los conectores, Cassany (2000, p. 154)
utiliza el término de marcadores textuales, esto es, “señalan los accidentes de la prosa: la
estructura, las conexiones entre las frases, la función de un fragmento, etc.” . Lo anterior
indica que los conectores son marcadores endofóricos (ya sean catafóricos o anafóricos),
pues establecen relaciones entre distintas partes del texto.
A continuación, se clasifican los conectores según su función, teniendo en cuenta que
muchas veces un solo conector puede cumplir distintas funciones:
7. CLASES DE CONECTORES
Aclaración Es decir, en otras palabras, esto es, esto significa, o sea
Adición Además, también, así mismo, igualmente, incluso
Contraste u oposición de ideas Sin embargo, pero, no obstante, por el contrario, mas, en
oposición a, en cambio
Cambio de perspectiva De otro lado, de otra parte, sin embargo, desde otra
perspectiva, por otra parte, por otro lado
Causa – efecto (o viceversa) Por ello, por tal razón, por esto, por consiguiente, en
consecuencia, por este motivo, esto origina, porque, por eso,
por esta causa, de allí que, gracias a esto, dado que, pues, por
tanto, por lo tanto
Condición Si, a menos que, sólo si, en caso de, siempre que, siempre y
cuando, con tal de
Continuidad de las ideas Del mismo modo, de la misma manera, así mismo, igual-mente,
en el mismo sentido, además
Concesión A pesar de, aunque, no obstante, sin embargo, aun, si bien, de
todas maneras
Ejemplificación Por ejemplo, para la muestra, verbigracia, así, como se ilustra,
para ilustrar
Énfasis En efecto, de hecho, así, hay que destacar, ahora, vale
afirmar, lo más importante, en otras palabras, lo más relevante,
como se afirmó, como se ha dicho, entonces, pues,
precisamente
Finalidad Con el objetivo de, con el fin de, con la finalidad, para que, a fin
de, con el fin de, con el objeto, con la pretensión de
Finalización Por último, para finalizar, finalmente, para terminar, para
concluir, en fin, en definitiva, en conclusión
Resumen En resumen, en síntesis, en suma, en pocas palabras,
brevemente, sucintamente, resumiendo, de manera resu-mida
Secuencia En primer lugar, en segundo lugar, primero que todo, para
empezar, antes que todo, para finalizar, finalmente, primero,
segundo, uno, dos, en último lugar, enseguida, a continuación,
entonces, acto seguido, lo anterior
Temporalidad Ahora, después, luego, antes, anteriormente, más tarde, más
adelante, mientras, simultáneamente, de manera simultánea,
al mismo tiempo
TOMADO DE “LA CONSTRUCCIÓN DEL TEXTO ESCRITO”
AUTOR: JUAN CARLOS URANGO (OBRA INÉDITA)