El documento describe la observación de una misa fúnebre en la Catedral de Mazatlán, Sinaloa. Inicialmente, los observadores notaron a personas arrodilladas orando o agradeciendo. Luego asistieron a la misa, viendo a los dolientes alrededor del ataúd y al sacerdote consolarlos. Durante la misa, continuaron llegando personas vestidas de luto mientras el coro cantaba. Al final, se recolectó una limosna antes de que los observadores terminaran su visita.