Los linfocitos tienen su origen en las células madre hematopoyéticas de la médula ósea. Se dividen en dos grupos: los linfocitos B, que maduran completamente en la médula ósea, y los linfocitos T, que necesitan migrar al timo para completar su maduración. La médula ósea y el timo son los órganos primarios donde los linfocitos alcanzan madurez fenotípica y funcional antes de dirigirse a los órganos linfoides secundarios donde participan en la respuesta in