La relación médico-paciente es fundamental en la práctica médica y debe basarse en la confianza y honestidad. La historia clínica es importante para proporcionar atención médica adecuada, respaldar procedimientos y tratamientos, y para fines de docencia e investigación. Debe incluir identificación del paciente, motivo de consulta, antecedentes médicos, examen físico, diagnóstico, exámenes, tratamientos, evolución y complicaciones.