El documento describe el Síndrome de West o Síndrome de los Espasmos Infantiles, una encefalopatía epiléptica que comienza en el primer año de vida y tiene un grave pronóstico, con el 90% de los casos presentando retraso mental. Se clasifica en sintomático, criptogénico o idiopático. Sus manifestaciones clínicas incluyen retraso psicomotor, espasmos epilépticos, y anomalías en el EEG como hipsarritmia.