Este documento presenta una introducción al concepto de suelo, su estructura, formación, clases y clasificación. Explica que el suelo está compuesto de materia inorgánica como rocas, minerales, aire y agua, y materia orgánica procedente de seres vivos. Describe las tres capas del suelo y los factores que contribuyen a su formación a lo largo de los años. Además, analiza las diferentes clases de suelo según su color, textura y contenido de arena, limo y arcilla.
Aquí lograrás aprender muchos temas sobre el suelo o sino reforzar tus conocimientos. Estas diapositivas te ayudarán a concientizar sobre este recurso renovable, a conocer como lo contaminamos y sobre todo cuales son algunos de sus usos, mas lo qué es y cómo está conformado.
Aquí lograrás aprender muchos temas sobre el suelo o sino reforzar tus conocimientos. Estas diapositivas te ayudarán a concientizar sobre este recurso renovable, a conocer como lo contaminamos y sobre todo cuales son algunos de sus usos, mas lo qué es y cómo está conformado.
1. UNIVERSIDAD VERACRUZANA
UN
FACULTAD DE BIOLOGÍA
JOSÉ ABRAHAM MARÍN CARMONA
EL SUELO, SUSTENTO PARA LA VARIEDAD GENÉTICA,
SU IMPORTANCIA Y SUS PROBLEMÁTICAS
QUÍMICA INORGÁNICA
1
XALAPA-ENRIQUEZ NOVIEMBRE 2012
2. ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
1.1 CONCEPTO UNIVERSAL DE SUELO Y SU ESTRUCTURA 4
1.1.1 FORMACIÓN DEL SUELO 4
1.2 CLASES DE SUELO 8
1.3 CLASIFICACIÓN DEL SUELO 9
1.4 EL SUELO, SU NATURALEZA Y SU RELACIÓN CON LA
EDAFOLOGÍA 10
1.4.1 LA EDAFOLOGÍA 11
1.4.1.1 HORIZONTE EDAFOLÓGICO 11
1.5 EL SUELO Y SU FORMACIÓN QUÍMICA 12
1.6 ACONDICIONAMIENTO DEL SUELO 14
1.6.1 CONSERVACIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA EN EL
SUELO 14
1.6.2 APORTACIÓN DE NUTRIENTES 16
1.7 USOS DEL SUELO 16
1.71 CLASIFICACIÓN DE LOS USOS DE LOS SUELOS 17
1.7.1.1 USO AGRÍCOLA 17
1.7.1.2 USO URBANO 18
1.8 PROBLEMÁTICAS DEL SUELO 18
1.8.1 DEGRADACIÓN DEL SUELO Y SUS FACTORES 19
1.8.2 LA EROSIÓN DEL SUELO 20
1.9 CONCLUSIONES 21
2.0 PROPUESTAS 22
BIBLIOGRAFÍA 23
2
3. INTRODUCCIÓN
El suelo es la capa más superficial de la Tierra.
Los elementos que la conforman provienen de la litosfera,, hidrosfera, y biosfera.
Sin embargo sus principales componentes derivan del desgaste y la fragmentación
de las rocas debido a la acción erosiva de los vientos, el agua y el hielo.
El suelo está constituido pos las rocas que se desmenuzaron y pulverizaron a lo
largo de los siglos. Movimientos terrestres, sedimentos calcáreos; la acción de las
precipitaciones, el viento y las aguas también contribuyeron a su formación.
En el suelo se encuentra la presencia de dos elementos, el aire y el agua;
En el suelo se encuentra un componente líquido, el agua. Se halla en las napas
subterráneas o retenidas en partes superficiales del suelo.
También se encuentra el aire, por su parte, permite el desarrollo de la vida de la
primera capa del suelo, debido a su importancia en ele proceso de respiración.
La cobertura orgánica, tanto vegetal como animal, constituyes componente
bióticos del suelo. Este influye sobre los seres visos y éstos, a su vez, sobre él.
Esta acción conforma de este modo, verdaderas comunidades. Por ejemplo en el
caso de las hormigas, las lombrices y otros animales que cavan en la tierra sus
madrigueras.
El suelo es un factor vital para los organismos, y sin este ellos perderían calidad
de vida, sino es que en si la misma. Se debe recuperar la calidad del suelo para
tener un mejor equilibrio ecológico y reparar un poco del daño hecho.
3
4. UNIVERSIDAD VERACRUZANA
FACULTAD DE BIOLOGÍA
QUÍMICA INORGÁNICA
EL SUELO, SUSTENTO PARA LA VARIEDAD GENÉTICA,
SU IMPORTANCIA Y SUS PROBLEMÁTICAS.
1.1 CONCEPTO UNIVERSAL DE SUELO Y SU ESTRUCTURA
El suelo es la parte más superficial de la corteza terrestre. Los principales
componentes del suelo son dos: la materia inorgánica y la materia orgánica.
La materia inorgánica. Está constituida por trozos de rocas, minerales, aire
y agua, en la cual hay disuelto oxígeno y alimentos. El aire proporciona el
oxígeno necesario para que vivan los seres vivos del suelo.
La materia orgánica. Es la materia procedente de los seres vivos. Por
ejemplo, los propios seres vivos que habitan bajo tierra (lombrices, hongos
microscópicos…), las raíces de las plantas y el humus o mantillo, que se
forma a partir de la descomposición de la materia orgánica, como los restos
de animales muertos u hojas caídas de los árboles.
¿Qué diferencias hay entre el suelo de un desierto y el de un bosque? El suelo del
desierto está cubierto de arena y tiene escasa vegetación, mientras que el del
bosque tiene mucha vegetación. Se dice que el suelo del bosque es un suelo rico.
Este suelo tiene mucho mantillo. Por el contrario, el suelo del desierto es un suelo
pobre porque tiene poco o ningún mantillo.
En un suelo se distinguen tres capas:
4
5. La capa superior. Es la capa más externa del suelo. ¿Te has fijado qué hay
en ella? Ahí se depositan las hojas caídas de los árboles, las pequeñas
ramas y los restos de animales. Está formada por arena, arcilla y mantillo.
El mantillo le proporciona un color oscuro. ¿Cómo crees que aparece el
mantillo? El mantillo lo producen algunos organismos vivos que habitan en
el suelo. ¡Para ver algunos de estos organismos, como las bacterias y los
hongos, necesitas un microscopio! En esta capa se pueden encontrar
animales como las lombrices, los escarabajos y los topos. También hay
raíces de plantas.
La capa intermedia. Esta capa es pobre en mantillo, pero tiene muchos
nutrientes, es decir, sustancias que pueden servir de alimentos a los
animales y a las plantas. Estos nutrientes se filtran desde la capa superior.
En la capa intermedia hay trozos de rocas y raíces de los árboles.
La capa inferior. Está formada por trozos de roca y por la roca madre, la
roca inalterada a partir de la cual se forman los suelos. En esta capa hay
muy poca agua.
1.1.1 FORMACIÓN DEL SUELO
El aire, el agua y los seres vivos cumplen un papel de “obreros” que se encargan
de forjar al suelo. Un suelo tiene un proceso de construcción muy lento.
La formación de suelo puede variar y este proceso puede llevarse varios años.
Factores que interviene en la formación del, por decirlo así los obreros:
5
6. Fig1.1 Formación del suelo
1. El suelo se forma a partir
de rocas. Estas rocas se
fragmentan en trozos de
menor tamaño debido a
procesos de meteorización,
erosión y al agua de lluvia
que se filtra en el suelo,
provocando estos desgaste
en el suelo, afectándolo.
2. Los restos de animales y plantas, y la materia orgánica que se encuentra en la
superficie del suelo, facilitan la fragmentación de las rocas. .
3. Luego, estos fragmentos de roca se mezclan con la materia orgánica de la
superficie del suelo formando el mantillo. Las raíces de las plantas también
pueden romper las rocas. .
4. En este suelo, que poco a poco se enriquece, habitan animales pequeños,
como lombrices, y también seres microscópicos, como las bacterias. Los animales
subterráneos remueven la tierra produciendo pequeñas cavidades. Así facilitan
que el aire y el agua penetren en el interior del suelo. Una vez muertos, estos
animales se transforman en materia orgánica. Cuando el suelo ya está bien
formado, pueden crecer en él muchos árboles y gran variedad de plantas. Tanto
en la superficie como en el interior del suelo pueden vivir distintos animales.
Suelo, cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental de la Tierra.
Es un agregado de minerales no consolidados y de partículas orgánicas
producidas por la acción combinada del viento, el agua y los procesos de
desintegración orgánica.
6
7. Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y la
estructura física del suelo en un lugar dado están determinadas por el tipo de
material geológico del que se origina, por la cubierta vegetal, por la cantidad de
tiempo en que ha actuado la meteorización, por la topografía y por los cambios
artificiales resultantes de las actividades humanas. Las variaciones del suelo en la
naturaleza son graduales, excepto las derivadas de desastres naturales. Sin
embargo, el cultivo de la tierra priva al suelo de su cubierta vegetal y de mucha de
su protección contra la erosión del agua y del viento, por lo que estos cambios
pueden ser más rápidos. Los agricultores han tenido que desarrollar métodos para
prevenir la alteración perjudicial del suelo debida al cultivo excesivo y para
reconstruir suelos que ya han sido alterados con graves daños.
El conocimiento básico de la textura del suelo es importante para los ingenieros
que construyen edificios, carreteras y otras estructuras sobre y bajo la superficie
terrestre. Sin embargo, los agricultores se interesan en detalle por todas sus
propiedades, porque el conocimiento de los componentes minerales y orgánicos,
de la aireación y capacidad de retención del agua, así como de muchos otros
aspectos de la estructura de los suelos, es necesario para la producción de
buenas cosechas. Los requerimientos de suelo de las distintas plantas varían
mucho, y no se puede generalizar sobre el terreno ideal para el crecimiento de
todas las plantas. Muchas plantas, como la caña de azúcar, requieren suelos
húmedos que estarían insuficientemente drenados para el trigo. Las
características apropiadas para obtener con éxito determinadas cosechas no sólo
son inherentes al propio suelo; algunas de ellas pueden ser creadas por un
adecuado acondicionamiento del suelo.
7
8. 1.2 CLASES DE SUELO
Los suelos muestran gran variedad de aspectos, fertilidad y características
químicas en función de los materiales minerales y orgánicos que lo forman. El
color es uno de los criterios más simples para calificar las variedades de suelo. La
regla general, aunque con excepciones, es que los suelos oscuros son más fértiles
que los claros. La oscuridad suele ser resultado de la presencia de grandes
cantidades de humus. A veces, sin embargo, los suelos oscuros o negros deben
su tono a la materia mineral o a humedad excesiva; en estos casos, el color
oscuro no es un indicador de fertilidad.
Los suelos rojos o castaño-rojizos suelen contener una gran proporción de óxidos
de hierro (derivado de las rocas primigenias) que no han sido sometidos a
humedad excesiva. Por tanto, el color rojo es, en general, un indicio de que el
suelo está bien drenado, no es húmedo en exceso y es fértil. En muchos lugares
del mundo, un color rojizo puede ser debido a minerales formados en épocas
recientes, no disponibles químicamente para las plantas. Casi todos los suelos
amarillos o amarillentos tienen escasa fertilidad. Deben su color a óxidos de hierro
que han reaccionado con agua y son de este modo señal de un terreno mal
drenado. Los suelos grisáceos pueden tener deficiencias de hierro u oxígeno, o un
exceso de sales alcalinas, como carbonato de calcio.
La textura general de un suelo depende de las proporciones de partículas de
distintos tamaños que lo constituyen. Las partículas del suelo se clasifican como
arena, limo y arcilla. Las partículas de arena tienen diámetros entre 2 y 0,05 mm,
las de limo entre 0,05 y 0,002 mm, y las de arcilla son menores de 0,002 mm. En
general, las partículas de arena pueden verse con facilidad y son rugosas al tacto.
Las partículas de limo apenas se ven sin la ayuda de un microscopio y parecen
harina cuando se tocan. Las partículas de arcilla son invisibles si no se utilizan
instrumentos y forman una masa viscosa cuando se mojan.
8
9. En función de las proporciones de arena, limo y arcilla, la textura de los suelos se
clasifica en varios grupos definidos de manera arbitraria. Algunos son: la arcilla
arenosa, la arcilla limosa, el limo arcilloso, el limo arcilloso arenoso, el fango
arcilloso, el fango, el limo arenoso y la arena limosa. La textura de un suelo afecta
en gran medida a su productividad. Los suelos con un porcentaje elevado de
arena suelen ser incapaces de almacenar agua suficiente como para permitir el
buen crecimiento de las plantas y pierden grandes cantidades de minerales
nutrientes por lixiviación hacia el subsuelo. Los suelos que contienen una
proporción mayor de partículas pequeñas, por ejemplo las arcillas y los limos, son
depósitos excelentes de agua y encierran minerales que pueden ser utilizados con
facilidad. Sin embargo, los suelos muy arcillosos tienden a contener un exceso de
agua y tienen una textura viscosa que los hace resistentes al cultivo y que impide,
con frecuencia, una aireación suficiente para el crecimiento normal de las plantas.
1.3 CLASIFICACIÓN DEL SUELO
Los suelos se dividen en clases según sus características generales. La
clasificación se suele basar en la morfología y la composición del suelo, con
énfasis en las propiedades que se pueden ver, sentir o medir —por ejemplo, la
profundidad, el color, la textura, la estructura y la composición química—. La
mayoría de los suelos tienen capas características, llamadas horizontes; la
naturaleza, el número, el grosor y la disposición de éstas también es importante en
la identificación y clasificación de los suelos.
Las propiedades de un suelo reflejan la interacción de varios procesos de
formación que suceden de forma simultánea tras la acumulación del material
primigenio. Algunas sustancias se añaden al terreno y otras desaparecen. La
transferencia de materia entre horizontes es muy corriente. Algunos materiales se
transforman. Todos estos procesos se producen a velocidades diversas y en
9
10. direcciones diferentes, por lo que aparecen suelos con distintos tipos de
horizontes o con varios aspectos dentro de un mismo tipo de horizonte.
Los suelos que comparten muchas características comunes se agrupan en series
y éstas en familias. Del mismo modo, las familias se combinan en grupos, y éstos
en subórdenes que se agrupan a su vez en órdenes.
Los nombres dados a los órdenes, subórdenes, grupos principales y subgrupos se
basan, sobre todo, en raíces griegas y latinas. Cada nombre se elige tratando de
indicar las relaciones entre una clase y las otras categorías y de hacer visibles
algunas de las características de los suelos de cada grupo. Los suelos de muchos
lugares del mundo se están clasificando según sus características lo cual permite
elaborar mapas con su distribución.
1.4 EL SUELO, SU NATURALEZA Y SU RELACIÓN CON LA
EDAFOLOGÍA
Los componentes primarios del suelo son: 1) compuestos inorgánicos, no
disueltos, producidos por la meteorización y la descomposición de las rocas
superficiales; 2) los nutrientes solubles utilizados por las plantas; 3) distintos tipos
de materia orgánica, viva o muerta y 4) gases y agua requeridos por las plantas y
por los organismos subterráneos.
La naturaleza física del suelo está determinada por la proporción de partículas de
varios tamaños. Las partículas inorgánicas tienen tamaños que varían entre el de
los trozos distinguibles de piedra y grava hasta los de menos de 1/40.000
centímetros. Las grandes partículas del suelo, como la arena y la grava, son en su
mayor parte químicamente inactivas; pero las pequeñas partículas inorgánicas,
componentes principales de las arcillas finas, sirven también como depósitos de
los que las raíces de las plantas extraen nutrientes. El tamaño y la naturaleza de
estas partículas inorgánicas diminutas determinan en gran medida la capacidad de
10
11. un suelo para almacenar agua, vital para todos los procesos de crecimiento de las
plantas.
1.4.1 LA EDAFOLOGÍA
Edafología, es la ciencia que estudia las características de los suelos, su
formación y su evolución (conocida también como edafogénesis), sus propiedades
físicas, morfológicas, químicas y mineralógicas y su distribución. También
comprende el estudio de las aptitudes de los suelos para la explotación agraria o
forestal. Aunque la idea de suelo es muy antigua, la edafología se constituye como
ciencia a finales del siglo XIX, gracias a las investigaciones del geólogo ruso
Dokouchaev sobre los suelos de Ucrania. Basándose en zanjas, Dokouchaev
estableció y describió por primera vez perfiles de suelos caracterizados por
horizontes, para llegar a la conclusión de que la naturaleza de los suelos depende
de la vegetación y el clima. Estos trabajos, apoyados en una cartografía de suelos,
suscitaron mucho interés y marcaron el origen de un avance muy rápido en todo el
mundo. Los suelos se desarrollan bajo la influencia del clima, la vegetación, los
animales, el relieve y la roca madre. La edafología se sitúa en la encrucijada de
las ciencias de la Tierra y de la vida y es fundamental para la conservación del
medio ambiente natural.
1.4.1.1 HORIZONTE EDAFOLÓGICO
La parte orgánica del suelo está formada por restos vegetales y restos animales,
junto a cantidades variables de materia orgánica amorfa llamada humus. La
fracción orgánica representa entre el 2 y el 5% del suelo superficial en las regiones
húmedas, pero puede ser menos del 0.5% en suelos áridos o más del 95% en
suelos de turba.
El componente líquido de los suelos, denominado por los científicos solución del
suelo, es sobre todo agua con varias sustancias minerales en disolución,
cantidades grandes de oxígeno y dióxido de carbono disueltos. La solución del
11
12. suelo es muy compleja y tiene importancia primordial al ser el medio por el que los
nutrientes son absorbidos por las raíces de las plantas. Cuando la solución del
suelo carece de los elementos requeridos para el crecimiento de las plantas, el
suelo es estéril.
Los principales gases contenidos en el suelo son el oxígeno, el nitrógeno y el
dióxido de carbono. El primero de estos gases es importante para el metabolismo
de las plantas porque su presencia es necesaria para el crecimiento de varias
bacterias y de otros organismos responsables de la descomposición de la materia
orgánica. La presencia de oxígeno también es vital para el crecimiento de las
plantas ya que su absorción por las raíces es necesaria para sus procesos
metabólicos.
1.5 EL SUELO Y SU FORMACIÓN QUÍMICA
El suelo ha sido comparado con un laboratorio químico muy complicado, donde
tienen lugar un gran número de reacciones que implican a casi todos los
elementos químicos conocidos. Algunas reacciones se pueden considerar
sencillas y se comprenden con facilidad, pero el resto son complejas y de difícil
comprensión. En general los suelos se componen de silicatos con complejidades
que varían desde la del sencillo óxido de silicio —cuarzo— hasta la de los silicatos
de aluminio hidratado, muy complejos, encontrados en los suelos de arcilla. Los
elementos del suelo más importantes para la nutrición de las plantas incluyen el
fósforo, el azufre, el nitrógeno, el calcio, el hierro y el magnesio. Investigaciones
recientes han mostrado que las plantas para crecer también necesitan cantidades
pequeñas pero fundamentales de elementos como boro, cobre, manganeso y cinc.
Las plantas obtienen nutrientes de los coloides del suelo, partículas diminutas
parecidas a la arcilla que se mezclan con el agua, aunque no se disuelven en ella.
Se forman como producto de la meteorización física y química de minerales
12
13. primarios. Consisten en cantidades variables de óxidos hidratados de hierro,
aluminio y silicio y de minerales cristalinos secundarios como la caolinita y la
montmorillonita.
Los coloides tienen algunas propiedades físicas marcadas que afectan
fuertemente las características agrícolas de los distintos suelos. Los suelos de las
regiones con precipitación escasa y poca agua subterránea están sometidos a
lixiviación moderada y, por tanto, contienen gran cantidad de compuestos
originales, como calcio, potasio y sodio. Los coloides de este tipo se expanden en
gran medida cuando se mojan y tienden a dispersarse en el agua. Al secarse
toman una consistencia gelatinosa y pueden, tras un secado adicional, formar
masas impermeables al agua.
Donde el terreno queda cubierto por bosques, los coloides inorgánicos y orgánicos
penetran en la tierra transportados por agua subterránea después de lluvias o
inundaciones; forman una capa concentrada en la parte inferior del suelo y
consolidan otras partículas de él para producir una masa densa y sólida.
Una de las características importantes de las partículas coloidales es su capacidad
para participar en un tipo de reacción química conocida como intercambio de
bases. En esta reacción un compuesto cambia al sustituir uno de sus elementos
por otro. Así, los elementos que estaban ligados a un compuesto pueden quedar
libres en la solución del suelo y estar disponibles como nutrientes para las plantas.
Cuando se añade a un suelo materia fertilizante como el potasio, una porción del
elemento requerido entra en la solución del suelo de forma inmediata, y queda
disponible, mientras que el resto participa en el intercambio de bases y permanece
en el suelo incorporado a los coloides.
Uno de los ejemplos de intercambio de bases más simple y valioso para la
agricultura es la reacción que se produce cuando la caliza (CaCO 3) se utiliza para
neutralizar la acidez. La acidez del suelo, que puede definirse como la
concentración de iones de hidrógeno, afecta a muchas plantas; las legumbres, por
ejemplo, no pueden crecer en un terreno ácido.
13
14. 1.6 ACONDICIONAMIENTO DEL SUELO
El acondicionamiento del suelo, es la técnica agrícola que permite mantener o
mejorar la productividad de los suelos. Es la base de la agricultura científica, e
implica seis prácticas esenciales: labranza adecuada, mantenimiento de un aporte
apropiado de materia orgánica en el suelo, mantenimiento de un aporte
conveniente de nutrientes, control de la contaminación del suelo, mantenimiento
de una acidez correcta del suelo y control de la erosión.
Fig 1.2 Ciudad encantada española
Este paisaje cárstico que refleja el
desgaste de algunos partes de la roca por
la acción del agua y el viento mientras
otras partes, más resistentes, se
mantienen.
1.6.1 CONSERVACIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO
La materia orgánica es un elemento importante para mantener el suelo en buenas
condiciones físicas; contiene la reserva íntegra de nitrógeno de éste, así como
cantidades significativas de otros nutrientes, como fósforo y azufre. Así pues, la
productividad del suelo se ve claramente afectada por el equilibrio de materia
orgánica del suelo. Dado que la mayor parte de los vegetales cultivados se
recogen en vez de dejar que se descompongan, la materia orgánica que
normalmente revertiría al suelo tras la descomposición de las plantas se pierde.
Para compensar esta pérdida se emplean varios métodos estandarizados. Los dos
más importantes son la rotación de cultivos y el empleo de abonos.
La rotación de cultivos consiste en sembrar diferentes vegetales sucesivamente
sobre el mismo terreno, en lugar de utilizar un sistema de monocultivo o de
14
15. cambios aleatorios de las cosechas. En el sistema de rotación se alternan los
cultivos sobre la base de la cantidad y el tipo de materia orgánica que cada uno de
ellos devuelve al suelo. Dado que la labranza intensiva acelera la pérdida por
oxidación de la materia orgánica, las rotaciones suelen incluir una o más cosechas
de superficie (cultivos que crecen en la superficie del suelo) que requieren poca o
ninguna labranza. La penetración profunda de las raíces de ciertas cosechas de
leguminosas, como la alfalfa, aporta un mejor drenaje a través de los canales que
quedan tras la descomposición de las raíces (véase Leguminosas).
El sistema de rotación emplea tipos especiales de cultivos, como cultivos de
cobertura y cultivos de estiércol verde. Los cultivos de cobertura son los que se
realizan para proteger el suelo durante el invierno y, si se utiliza una leguminosa,
para favorecer la fijación de nitrógeno. Los cultivos de estiércol verde se emplean
solamente para enterrarlos con el arado y sirven para aumentar el contenido en
materia orgánica del suelo. Aunque éstos no producen nada, sí incrementan el
rendimiento de subsiguientes siembras en los mismos campos.
El método más antiguo para aumentar el contenido de materia orgánica del suelo
es la aplicación de fertilizantes como el estiércol y el compost. El abonado del
suelo con excrementos de animales se ha practicado durante miles de años y
sirve para aportar diversos compuestos orgánicos complejos que son importantes
para el crecimiento de las plantas. El compost, que normalmente es una mezcla
de materia vegetal y animal muerta, se emplea de modo similar al estiércol y
muchas veces se le añaden fertilizantes químicos para aumentar su efectividad.
1.6.2 APORTACIÓN DE NUTRIENTES
Entre las deficiencias del suelo que afectan a la productividad, la falta de
nutrientes es especialmente problemática. Los nutrientes más necesarios para un
correcto crecimiento de las plantas son el nitrógeno, el potasio, el fósforo, el hierro,
el calcio, el azufre y el magnesio, todos los cuales están presentes en la mayoría
15
16. de los suelos en cantidades variables. Además, la mayor parte de las plantas
requiere diminutas cantidades de sustancias llamadas elementos traza, presentes
en el suelo en cantidades muy pequeñas, entre los que se encuentran el
manganeso, el zinc, el cobre y el boro. A menudo, los nutrientes se encuentran en
el suelo en forma de compuestos que las plantas no pueden utilizar fácilmente.
Por ejemplo, el fósforo combinado con calcio o magnesio es utilizable por las
plantas, pero combinado con hierro o aluminio, normalmente no. El
enriquecimiento del suelo con fertilizantes artificiales y por medio de tratamientos
que aceleran la descomposición de compuestos complejos incrementa la
disponibilidad de minerales utilizables en el suelo. La cantidad de fósforo utilizable,
por ejemplo, se incrementa frecuentemente con la adición de fertilizantes
superfosfatados. Añadir calcio a los suelos disminuye la acidez y aumenta la
disponibilidad de fósforo para las plantas. No obstante, la existencia de fósforo en
formas no utilizables es, en ocasiones, ventajosa, ya que contribuye a conservar el
contenido de éste en el suelo y hace que los efectos de la aplicación de
superfosfato perduren años. En muchas ocasiones se añade cobre y azufre al
suelo por medio de soluciones aplicadas en forma de aerosol. Otros elementos se
añaden mediante aplicación directa o mediante fertilizantes artificiales específicos.
1.7 LOS USOS DEL SUELO
Usos del suelo, este epígrafe engloba los diferentes usos que el hombre puede
hacer de la tierra, su estudio y los procesos que llevan a determinar el más
conveniente en un espacio concreto. Menos del 30% de la superficie de nuestro
planeta es tierra. No toda ella puede ser utilizada por los humanos, motivo por el
cual constituye un recurso natural valioso y sometido, en muchas partes del
mundo, a una notable presión. En consecuencia, es importante tener una visión
correcta del uso que se le está dando a un espacio concreto y de si éste es el más
apropiado. En los últimos años, se han producido grandes avances en las técnicas
de análisis y representación cartográfica que se utilizan en el estudio de los usos
16
17. del suelo, mientras que el tamaño de las áreas objeto del mismo ha sido
incrementado.
1.7.1 CLASIFICACIÓN DE LOS USOS DEL SUELO
Existen numerosos sistemas de clasificación de usos del suelo, comprendidos en
una de estas tres categorías: urbano, urbanizable (apto para ser urbanizado) y no
urbanizable (espacios protegidos por su valor agrícola, forestal o ganadero, por
sus recursos naturales, valor paisajístico, histórico, cultural o para preservar su
flora, fauna o el equilibrio ecológico). Cada uno de estos grandes grupos
comprende otras subdivisiones. Así, por ejemplo, la categoría urbana puede incluir
un uso residencial o industrial del suelo, entre otros, y la no urbanizable puede
englobar tanto un espacio rústico de aprovechamiento agropecuario como un
parque nacional. La mayoría de los países y organizaciones estudiosas del tema
emplean mapas de usos del suelo, que siguen los sistemas de clasificación que
mejor reflejan sus circunstancias y permiten ser cartografiados con una relativa
facilidad.
1.7.1.1 USO AGRÍCOLA
Uno de los modelos de uso de suelo agrícola mejor conocido fue desarrollado en
1820 por el ingeniero agrónomo alemán Johann Heinrich von Thünen, y publicado
en 1826 bajo el título Der Isolierte Staat (El estado aislado). Este estudio trataba
de explicar la variación del uso del suelo agrícola con la distancia a los mercados
centrales. Von Thünen asumía en principio la existencia de áreas naturales en
torno a una llanura agrícola, que presentaba unas condiciones uniformes de clima,
fertilidad y acceso a un único mercado, situado en el centro de la planicie, el
„estado aislado‟. También partía de la premisa de que el coste del transporte se
incrementaba en proporción directa con la distancia desde el centro de mercado.
Basándose en estas afirmaciones, propuso dos modelos: el primero para justificar
las diferencias en la intensidad de producción de una cosecha determinada, y el
17
18. segundo para explicar la distribución de las diferentes cosechas en relación con el
centro de mercado.
1.7.1.2 USO URBANO
En los pueblos y ciudades, los patrones de uso del suelo responden a varios
procesos, tanto de desarrollo urbano como de retroceso. La competencia por el
uso de la tierra es fuerte entre y dentro de las diferentes funciones. Por ejemplo, el
espacio que se extiende en el límite de una población puede ser requerido para
fines residenciales, industriales o comerciales, mientras que los negocios pueden
buscar la mejor localización dentro del llamado distrito central de negocios (CBD)
de la ciudad, en general situado en el centro de la misma, donde las rentas son
más elevadas; este distrito ha estado tradicionalmente asociado a los servicios
financieros, como Wall Street en Nueva York. Los modelos clásicos de estructura
urbana se centran en su morfología y enfatizan las relaciones de las diferentes
áreas urbanas con el centro y de unas con otras.
1.8 PROBLEMÁTICAS DEL SUELO
Las problemáticas a las que el suelo se enfrenta son diversas y en su gran
mayoría son debidas a la intervención del hombre, aunque la naturaleza implica
como factor, aunque en menor frecuencia.
1.8.1 DEGRADACIÓN DEL SUELO Y SUS FACTORES
Se refiere a la pérdida de la calidad y cantidad de suelo. Ésta puede deberse a
varios procesos: erosión, salinización, contaminación, drenaje, acidificación,
laterización y pérdida de la estructura del suelo, o a una combinación de ellos. La
18
19. degradación del suelo también está ligada a procesos desarrollados a mayor
escala, como la desertización.
El proceso de degradación más importante es la pérdida de suelo por acción del
agua, el viento y los movimientos masivos o, más localmente, la acción de los
vehículos y el pisoteo de humanos y animales; es decir por la acción de los
procesos erosivos. Aunque sólo es grave en algunas áreas, sus efectos
acumulativos y a largo plazo ofrecen abundantes motivos para la preocupación. La
pérdida de las capas u horizontes superiores, que contienen materia orgánica y
nutrientes, y el adelgazamiento de los perfiles del suelo reduce el rendimiento de
las cosechas en suelos degradados. La deforestación es la causa principal de la
pérdida de protección del suelo y actúa como un detonador del comienzo de los
diferentes procesos erosivos.
La salinización es una concentración anormalmente elevada de sales, por ejemplo
de sodio, en el suelo, debida a la evaporación. Se observa a menudo asociada a
la irrigación y conduce a la muerte de las plantas y a la pérdida de estructura del
suelo.
Causas frecuentes de contaminación son los residuos de las granjas y el cieno de
las aguas residuales, que pueden contener concentraciones elevadas de metales
pesados. Los suelos también se han visto contaminados por isótopos radiactivos
procedentes de las pruebas nucleares y, a escala restringida, aunque localmente
grave, del accidente producido en la central nuclear de Chernóbil en 1986. La
contaminación puede deberse también a otros residuos químicos, a subproductos
de procesos industriales, o al exceso de abonos químicos o plaguicidas en la
agricultura.
La degradación de las turberas se debe al drenaje, que produce pérdida de suelos
por oxidación y erosión eólica.
Algunos suelos son naturalmente ácidos, pero también pueden acidificarse por la
acción de la lluvia ácida o de la deposición en seco de gases y partículas ácidas.
19
20. La lluvia ácida tiene un pH inferior a 5,6. La principal causa atmosférica de la
acidificación es la creciente presencia en ésta de óxidos de azufre y nitrógeno
emitidos por la quema de combustibles fósiles, como ocurre en las centrales
térmicas.
La pérdida de materia orgánica debida a la erosión y a la oxidación degrada el
suelo y, en especial, su valor como soporte para el cultivo. La pérdida de materia
orgánica reduce también la estabilidad de los agregados del suelo que, bajo el
impacto de las precipitaciones, pueden dispersarse. Este proceso puede llevar a la
formación de una corteza sobre el suelo que reduce la infiltración del agua e inhibe
la germinación de las semillas.
La perdida de estructura por parte del suelo puede deberse a la pérdida de
materia orgánica, a la compactación producida por la maquinaria agrícola y el
cultivo en estaciones húmedas, o a la dispersión de los materiales en el subsuelo.
1.8.2 EROSIÓN DEL SUELO
Erosión, proceso natural de naturaleza física y química que desgastan y destruyen
continuamente los suelos y rocas de la corteza terrestre; incluyen el transporte de
material pero no la meteorización estática. La mayoría de los procesos erosivos
son resultado de la acción combinada de varios factores, como el calor, el frío, los
gases, el agua, el viento, la gravedad y la vida vegetal y animal. En algunas
regiones predomina alguno de estos factores, como el viento en las zonas áridas.
En función del principal agente causante de la erosión y del tiempo que sus
efectos sobre la superficie terrestres tardan en manifestarse, se habla de erosión
geológica o natural y de erosión acelerada. La primera es debida a la acción de
agentes y procesos naturales que actúan a lo largo de millones de años; mientras
que la erosión acelerada es el resultado de la acción antrópica y sus efectos se
dejan sentir en un periodo de tiempo mucho menor.
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21. 1.9 CONCLUSIONES
El suelo es uno de los elementos que determinan la cobertura vegetal de la misma
Tierra, al ser la capa mas superficial es la capa en donde se desarrolla la biosfera,
es decir, la vida de los organismos.
En este se desarrolla una capar denominada humus que es formada por la materia
orgánica en descomposición que a su vez se vuelve nutrientes de otros
organismos como plantas, hongos, bacterias, etc.
Esta capa, es muy importantes pues cumple la función de hacer al suelo fértil y así
permitir la vida.
A pesar de la degradación de éste, el suelo ha podido preservarse a través de
medios sintéticos y por medios tecnológicos, así como una implantación de la
remediación ambiental de varios ecosistemas.
El suelo es un componente abiótico sumamente importante en la visa de todos los
organismos y aunque existan cierto organismos que no vivan del suelo y no
necesiten de el directamente, mantiene relaciones con otros que si lo necesitan,
ya sea por nutrientes o porque ahí habitan.
El suelo debe ser cuidado y tratar de repara el daño que se la ha estado causando
por la contaminación que nosotros mismos hemos ocasionado.
Darle un poco de todo lo que no ha dado.
2.0 PROPUESTAS
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22. Para poder mantener la calidad de suelo, se pueden proponer varias cosas a
ponerlas en práctica:
-Comenzando en casa:
1) Mantener limpio de basura los lugares en os que la tierra este expuesta,
como jardines, jardineras, arboles, plantas, etc.
2) Tratar de no regar agua en grandes cantidades en las zonas en las que
haya suelo limpio, y menos si es agua con detergentes, insecticidas, o
cualquier otra sustancia química ajea al suelo.
3) En caso de las rancherías, no caer en el sobrepastoreo, mantener un
control de animales domésticos y lugares a pastorear.
4) Implementar una autocultura sobre el respeto al suelo y otros
elementos.
-En el gobierno:
Tratar de mantener un control en áreas naturales protegida.
Penalizar acciones en contra de la naturaleza, tales como la
contaminación del suelo, el riego del suelo con sustancias químicas, etc.
Aplicar una enseñanza ambiental que concientice acerca del deterioro al
que se está exponiendo el suelo.
Reforzar programas destinados a la ecología y preservación de los
recursos de bien común.
BIBLIOGRAFÍA
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Ediciones Orbis, 1986.
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Grupo Anaya, 1983.
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Trillas, 1981
Fariña Tojo, José. El suelo como soporte de la actividad urbanística. Madrid:
Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Publicaciones, 1989.
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