Este documento describe la transición del Renacimiento al Barroco en Europa. Señala que el Barroco se caracterizó por nuevos métodos de investigación científica impulsados por figuras como Galileo, así como por un arte al servicio de la Contrarreforma católica y el poder monárquico que enfatizaba el movimiento, la complejidad de formas y el realismo en las representaciones pictóricas y arquitectónicas.