La teoría de la contingencia propone que no existen principios universales de administración, sino que los modelos y planes deben diseñarse para cada situación específica, teniendo en cuenta factores como la tecnología y el ambiente. Reconoce que la eficacia de las acciones administrativas depende de las condiciones particulares, y por lo tanto favorece planes de contingencia diseñados para cada posible evento o escenario en lugar de enfoques estandarizados.