El hipotálamo juega un papel clave en la termorregulación al integrar la información sensorial y regular la temperatura corporal mediante los mecanismos de ganancia y pérdida de calor. El hipotálamo anterior controla la disipación de calor y el hipotálamo posterior controla la retención de calor. Juntos, estos centros hipotalámicos mantienen la temperatura corporal dentro de un rango estrecho a pesar de las variaciones en la temperatura ambiental.