1. Tibia, fíbula, huesos
del pie.
Además patologías.
Universidad Veracruzana
Facultad de Medicina
Campus Xalapa
Anatomía Humana I
23 de noviembre de 2023
2. "¡Oh, calcáneo, firme baluarte de mi andar!
En la esencia de mi ser, tu fuerza es soporte vital.
Bajo la carga del día, en pasos seguros que cincelo,
eres la piedra que guía mi destino, mi suelo.”
~Anónimo
3. Introducción
La tibia, fíbula y huesos del pie son componentes esenciales del sistema
esquelético humano, desempeñando un papel crucial en nuestra capacidad para
caminar, correr y movernos en general.
La tibia, también conocida como “espinilla”, es el hueso más grande y fuerte de la
pierna. La fíbula o “peroné”, aunque más pequeña y menos robusta, desempeña un
papel vital en la estabilización del tobillo y el soporte de los músculos.
Los huesos del pie, que incluyen los huesos del tarso, metatarso y falanges, trabajan
juntos para soportar el peso del cuerpo y proporcionar la base estructural necesaria
para el movimiento y el equilibrio.
Sin embargo, estos huesos no están exentos de problemas. Existen diversas
patologías que pueden afectarlos. Estas patologías pueden tener un impacto
significativo en la calidad de vida de un individuo, limitando su movilidad y causando
dolor.
4. TIBIA Y FÍBULA.
• Huesos de la pierna.
• La tibia transmite el peso corporal.
• La fíbula actúa principalmente como lugar de inserción muscular,
aunque también es importante para la estabilidad de la articulación
talocrural.
• Los cuerpos de la tibia y la fíbula están conectados por una
membrana interósea compuesta por potentes fibras oblicuas que
descienden de la tibia a la fíbula.
Moore, KL., Dalley. A.F., & Agur, A.M.R. (2018). Anatomía con Orientación Clínica (8 edición). WK
6. TIBIA.
Localización: Lado anteromedial de la pierna, casi paralela a la fíbula.
Características: Se ensancha hacia fuera en ambos extremos para
proporcionar una mayor superficie para la articulación y la transferencia de
peso.
Su extremo proximal se ensancha para formar los cóndilos medial y lateral,
que sobresalen formando una meseta tibial “plana”.
La meseta tibial tiene de dos caras articulares lisas, una medial cóncava y
una lateral convexa, que se articulan con los cóndilos femorales.
Los tubérculos intercondíleos encajan en la fosa intercondílea entre los
cóndilos del fémur.
TIBIA.
Moore, KL., Dalley. A.F., & Agur, A.M.R. (2018). Anatomía con Orientación Clínica (8 edición). WK
8. Tubérculos tibiales --
Fosa intercondílea
entre los cóndilos del
fémur.
Áreas y tubérculos
intercondíleos --
Insertan los meniscos y
los principales
ligamentos de la rodilla.
Moore, KL., Dalley. A.F., & Agur, A.M.R. (2018). Anatomía con Orientación Clínica (8 edición). WK
9.
10.
11. Tubérculo anterolateral
de la tibia (tubérculo de
Gerdy)
Inserción de fascia que
recubre la cara lateral
del muslo.
Cara articular fibular.
Posterolateral, inferior,
para la cabeza de la
fíbula.
12. Cuerpo de la tibia.
Tiene tres caras y
bordes:
• Medial.
• Lateral/interóseo.
• Posterior.
13. Borde anterior.
Junto con la cara medial,
son cutáneos. ---Espinilla
Tuberosidad de la tibia.
Ancha, apaisada
21. Localización: Posterolateral
a la tibia, unida a ella por la
sindesmosis tibiofibular.
Características: Su función
principal es servir de
inserción muscular, dando
inserción a 1 músculo y
origen a 8.
FÍBULA
30. Localización: Parte posterior
o proximal del pie; retropié +
mediopié.
Características: Se compone
de 7 huesos, el talus,
calcáneo, cuboides,
navicular y los 3
cuneiformes.
TARSO
31. TALUS/ASTRÁGALO
Localización: Sobre el
calcáneo, inferior a la tibia.
Características: Tiene
cuerpo, cuello y cabeza.
No inserciones musculares
y tendinosas.
Recubierto por cartílago
articular.
43. NAVICULAR
Localización: entre la cabeza del
astrágalo, posteriormente, y los
tres huesos cuneiformes,
anteriormente .
Características:
Cara medial --- Abajo ---
Tuberosidad del navicular ---
inserción tendinosa
44. CUBOIDES
Localización: Hueso más lateral
de la fila distal del tarso .
Características:
Anterior a la tuberosidad del
cuboides --- caras lateral/inferior
--- surco para el tendón del músc.
fibular largo.
46. El 1° --- Más corto y fuerte; 2° es el más largo.
METATARSO
47. Cara plantar de la cabeza del 1°
metatarsiano --- Sesamoideos medial
y lateral.
48. El 1° --- Sólo 2; cortas, anchas y
fuertes.
5° --- Las falanges media y distal
pueden fusionarse en personas
seniles.
FALANGES
49. PATOLOGÍAS
• Fracturas de tibia.
• Fracturas de fíbula.
• Fracturas del calcáneo.
• Fracturas del cuello del
talus/astrágalo.
• Fracturas de los
metatarsianos.
• Fractura de huesos
sesamoideos.
50. Sitio de fractura más frecuente: Unión de los tercios inferior y medio (peor irrigación).
Cara anterior – Subcutánea --- Fracturas abiertas del cuerpo de la tibia.
Fractura – Conducto nutricio --- NO unión de fragmentos óseos
Fracturas de tibia
51. Fracturas transversas por sobrecarga, del
tercio inferior de la tibia.
- Quienes realizan caminatas largas sin la
preparación adecuada
- Al sufrir un bloqueo de rugby
(movimiento brusco de la tibia durante
una caída con el pie fijo)
52. Fracturas en diagonal + fractura de la
fíbula.
- Al realizar esquí.
- La fractura «por encima de la bota»
se da por una caída hacia enfrente a
gran velocidad que presiona a la
pierna contra la bota de esquí
(rígida).
53.
54.
55. Sitio de fractura más frecuente: 2~6 cm
proximales al ext. Distal del maléolo lateral.
Asociadas a--- Fracturas/luxaciones de la
articulación talocrural + Fx de tibia.
Fracturas de la fíbula
Fractura por avulsión: Cuando un pequeño
fragmento de hueso adherido a un
tendón/ligamento es arrancado de la parte
principal del hueso.
Cizallamiento: Diferencia de velocidad
entre 2 órganos o estructuras, generando
una aceleración o desaceleración que
produce ruptura o separación de ambas
estructuras.
56.
57.
58.
59.
60.
61. Tipos de fractura : Extraarticular e intraarticular (75%).
Motivo más común: Caída violenta sobre el talón.
Fracturas del calcáneo.
• Fractura del proceso
anterior (tensión sobre el
ligamento bifurcado
provocada
al caer sobre un pie aducido y
en flexión plantar).
• Fractura por avulsión de
la tuberosidad del
calcáneo (contracción
violenta y
súbita de los músculos
gastrocnemio y sóleo).
62. • Fractura del sustentáculo para el astrágalo (saltando y cayendo sobre un pie invertido).
• Fractura del cuerpo (saltando y cayendo sobre el talón).
63.
64. Causas: Traumatismo directo o
apoyo sobre el pie a
consecuencia de una caída
desde una gran altura. El pie
está hiperdorsiflexionado, de
manera que el cuello choca
contra la porción distal de la
tibia.
Fracturas del cuello del astrágalo.
65.
66. Causas: Traumatismo
(aplastamiento), o apoyo del peso
sobre el metatarsiano (Fx del
bailarín), por sobrecarga
(caminatas largas), Fx con
avulsión de la tuberosidad del 5°
metatarsiano (baloncesto y
tenis), luxación del 1°
metatarsiano (atletas, bailarines).
Fracturas de los metatarsianos.
67.
68.
69. Causas: Comúnmente,
es una Fx por lesión de
aplastamiento.
Contexto: Soportan el
peso corporal,
desarrollo prenatal,
osificación en la
infancia tardía.
Fracturas de los sesamoideos.
70. CONCLUSIONES
• La estructura de los huesos en la pierna y el pie revela una organización resiliente.
Desde la tibia hasta las falanges del pie forman una sinergia que proporciona
estabilidad y movilidad al cuerpo.
• La tibia brinda soporte estructural, mientras que la fíbula, aunque más delgada,
contribuye de manera esencial a la función global dando inserción y origen a varios
músculos.
• El calcáneo, como base en el talón, constituye el fundamento del pie. Su diseño
resistente y capacidad para soportar el peso corporal revelan la importancia crítica de
esta estructura.
• Cada hueso en la pierna y el pie cumple una función única pero complementaria.
• La interconexión funcional entre huesos, articulaciones y tejidos circundantes es
esencial. La relación precisa entre la tibia, la fíbula, el astrágalo y el calcáneo
demuestra la importancia de esta interconexión para garantizar un rendimiento óptimo.
71. Atypical tibial fracture in breast cancer patient with bone metastasis
receiving denosumab therapy: a case report and review
of the literature.
Fractura tibial atípica en una paciente con cáncer de mama y
metástasis ósea que recibe terapia con denosumab: un informe de
caso y revisión de la literatura.
Autores. Yohei Yanagisawa, Hidefumi Suzuki, Hisanori Gamada and Masashi
Yamazaki.
Journal of Medical Case Reports 17, 257 (2023).
72. RESUMEN.
Antecedentes: La terapia con denosumab se utiliza con frecuencia para reducir los eventos
relacionados con el esqueleto en enfermedades óseas metastásicas. En este informe de caso,
describimos a una paciente con enfermedad ósea metastásica debido a cáncer de mama que había
estado usando denosumab durante 4 años y sufrió una fractura tibial atípica.
Presentación del caso: Informamos el caso de una mujer japonesa de 82 años que recibió
denosumab intravenoso anual durante 4 años y presentó una fractura que cumplía con los criterios
de una fractura atípica, excepto por su ubicación en la diáfisis tibial. Se estableció que tenía cáncer
de mama en etapa 4 y múltiples metástasis óseas 4 años antes. Tenía dificultades para caminar
debido al dolor tibial y se sometió a tratamiento quirúrgico. Cuatro meses después de la cirugía, el
sitio de la fractura tibial mostró fusión ósea.
Conclusión: En pacientes con uso prolongado de denosumab, es importante estar alerta ante el dolor
en la espinilla y el muslo, y examinar en busca de signos de fracturas tibiales atípicas para prestar
atención a posibles fracturas femorales atípicas.
73. DISCUSIÓN.
La paciente no tenía antecedentes
evidentes de traumatismo. Un día, mientras
caminaba, comenzó a sentir dolor en su
espinilla izquierda. A los pocos días de que
apareciera el dolor, acudió a una clínica
ortopédica ambulatoria. Se muestran a
continuación las imágenes de rayos X de la
visita inicial (Fig. 1a y b).
Fig. 1 Imágenes de rayos X en la visita inicial por dolor
en la espinilla. El "signo de pico/beaking" (flecha blanca)
se produjo debido a un engrosamiento endóstico focal
de la corteza medial en el tercio proximal de la tibia.
74. DISCUSIÓN.
Debido a que su fractura no presentaba ninguna
luxación acompañante, se le hizo un seguimiento
en casa con carga completa en la pierna izquierda.
Su dolor persistió durante un mes después de la
visita inicial, y tuvo dificultades para caminar
debido al dolor en la espinilla. Regresó a la clínica
ortopédica ambulatoria, y las imágenes de rayos X
mostraron una fractura transversal no desplazada
en el tercio proximal de la diáfisis tibial izquierda
(Fig. 2a y b).
Fig. 2 La imagen de rayos X mostró una fractura
transversal no desplazada del tercio proximal de la diáfisis
tibial izquierda. a Vista anteroposterior (AP) de la tibia
izquierda. b Vista lateral de la tibia izquierda.
75. DISCUSIÓN.
La fractura tibial también se consideró como un diferencial para una fractura patológica
debido a un tumor óseo metastásico. Por lo tanto, la paciente se sometió a exámenes
adicionales de imágenes, incluidas tomografías computarizadas (TC) y resonancias
magnéticas (RM). Las imágenes de TC y RM no mostraron hallazgos positivos que sugirieran
un tumor óseo metastásico, pero tampoco pudieron descartar la posibilidad.
Tenía dificultades para caminar debido al dolor y se sometió a tratamiento quirúrgico. El
tratamiento consistió en un clavo intramedular que resolvió inmediatamente el dolor (Fig. 3a
y b). Se recolectó hueso esponjoso del interior de la cavidad medular de la fractura durante la
fresado intramedular. La piel cerca del sitio de la fractura medial también fue incisa, y se
recogió periostio externo y tejido óseo alrededor del sitio de la fractura. Se realizaron
exámenes patológicos en ambas muestras de tejido óseo.
76. Fig. 3 Imagen bidireccional de
rayos X de su pierna inferior
justo después de la cirugía. El
clavo intramedular utilizado fue
el Tibial Nail Advanced (φ10.0
mm, longitud 270 mm, DePuy
Synthes, Paoli, PA).
77. DISCUSIÓN.
Ambas muestras no mostraron cambios
neoplásicos que pudieran considerarse
metástasis óseas asociadas al cáncer de
mama. Por lo tanto, se descartó una fractura
patológica debido a metástasis óseas del
cáncer de mama, y se diagnosticó su fractura
tibial como una fractura tibial atípica. Cuatro
meses después de la cirugía, el sitio de la
fractura mostró fusión ósea (Fig. 4a y b).
78. DISCUSIÓN.
Un análisis retrospectivo de pacientes a quienes se les administró denosumab para la enfermedad
ósea metastásica reveló que la incidencia de fracturas femorales atípicas (AFF) fue del 0.4% al
1.8%. La AFF es un evento adverso conocido asociado con el uso de denosumab. La osteoporosis
se trata con 60 mg de denosumab cada 6 meses, mientras que las metástasis óseas se tratan con
120 mg una vez al mes.
La paciente tenía antecedentes de uso a largo plazo y dosis altas de denosumab y Herceptin, los
cuales se han considerado factores de riesgo para el desarrollo de fracturas femorales atípicas en
pacientes con enfermedad ósea metastásica, según la literatura previa.
La duración de las inyecciones también se ha informado como un factor de riesgo para fracturas
femorales atípicas en pacientes con enfermedad ósea metastásica. En particular, se señala que
administrar denosumab durante más de 3.5 años representa un riesgo. En este caso, la paciente
había recibido denosumab durante un período prolongado de 4 años.
79. CONCLUSIÓN.
En conclusión, la paciente había recibido denosumab a una dosis alta durante un período
prolongado de tiempo (4 años) sin exposición previa a ácido zoledrónico. Por otro lado,
había antecedentes de uso de inhibidores de aromatasa mientras estaba bajo
tratamiento con denosumab. Estas circunstancias sugieren que esta paciente tenía
múltiples factores de riesgo para fracturas atípicas y que su fractura tibial podría ser
atípica. En pacientes con uso a largo plazo de denosumab para prevenir eventos
relacionados con el esqueleto en la enfermedad ósea metastásica, es importante estar
alerta ante el dolor en la espinilla y examinar en busca de signos de fracturas tibiales
atípicas, al igual que se hace para el dolor en el muslo en el caso de fracturas femorales
atípicas.