Frank trabajaba como pasante en el área de recursos humanos de una empresa donde también trabajaban sus amigos, hermana y padre como obreros. La empresa quería reducir las horas de trabajo a 35 horas semanales para aumentar la producción, pero los sindicatos y obreros se oponían porque temían una reducción salarial y despidos. Frank encuestó a los empleados sobre este tema, lo que resultó en el despido de 12 personas. Su relación con su padre se volvió estrictamente laboral, aunque Frank luchó por mantener todos los puestos de trabajo