Este documento discute la propuesta de aplicar impuestos a la banca para financiar las pensiones y recuperar las ayudas públicas entregadas durante la crisis financiera. Argumenta que resucitar la "Tasa Tobin" carece de validez hoy en día dado que su objetivo original de controlar las transacciones especulativas ya ha sido abordado por regulaciones más efectivas. Además, usarla solo con fines recaudatorios devalúa la gran idea original de financiar programas sociales a nivel mundial.