La vitamina K es un diterpeno necesario para la coagulación normal de la sangre. Existen cuatro formas de vitamina K obtenidas de vegetales, pescado, flora intestinal bacteriana y de forma sintética. Los requerimientos diarios varían según la edad y estado, entre 70-90 mg. Una deficiencia puede causar coagulación defectuosa de la sangre e incrementar el riesgo de sangrado y osteoporosis.