El documento discute los beneficios del uso del juego en la enseñanza de las matemáticas. Aunque el sistema educativo considera el juego como poco serio, el juego fomenta un aprendizaje activo que involucra procesos intelectuales y afectivos. El juego pasa por varias fases como la libre expresión, la comunicación, el juego simbólico y la creatividad. Al jugar, los estudiantes deben comprender los problemas o reglas del juego para identificar los datos, requisitos y cómo ganar.