Este documento presenta un resumen de la monografía "Competencias Emocionales, parte esencial de la educación integral del siglo XXI". En el capítulo 1, se describen los antecedentes y fundamentos teóricos relacionados con el estudio de las emociones y las competencias emocionales. Se analizan teorías sobre las emociones desde la psicología y la neurociencia. También se revisan enfoques como la inteligencia emocional y la educación emocional. Finalmente, se describen enfoques educativos como la
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Competencias emocionales educación integral
1. MONOGRAFÍA
COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
Universidad Pedagógica Veracruzana
―Seminario de Elaboración de Trabajo Recepcional I y II‖
MONOGRAFÍA
―Competencias Emocionales, parte esencial de la educación integral
del siglo XXI‖
Por: Mildred Espinosa Lara
Xalapa, Veracruz México
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2. MONOGRAFÍA
COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
CAPÍTULO I 6
CAPÍTULO II 26
CAPÍTULO III 36
CAPÍTULO IV 82
CONCLUSIONES 100
BIBLIOGRAFÍA 104
ANEXOS 107
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
INTRODUCCIÓN
La labor educativa en pleno siglo XXI se encuentra en un momento en donde la
sociedad plantea nuevas necesidades y requerimientos que pasaran a formar parte de la
misión del sistema educativo, pues hoy en día es imprescindible un cierto dominio de
capacidades, habilidades, actitudes y conocimientos que van más allá de saberes
técnicos y profesionales, la época actual requiere de personas que sepan trabajar con su
mente, pero sobre todo con el corazón1, para sacar provecho al máximo de sus destrezas
y habilidades, al mismo tiempo que contribuyen a mantener una comunidad de armonía,
solidaridad y paz.
La socioafectividad de cada persona tiene aspectos de gran subjetividad, pero en base a
la siguiente investigación se expondrá cómo es que las emociones impactan en el
desempeño y vida de las personas, recalcando que el desarrollo de la temática de
―competencias emocionales‖ será a partir de una perspectiva educativa, la cual consiste
en distinguir la importancia de enseñar a los estudiantes sobre sus estados emocionales y
sentimientos, así como la relevancia del autoconocimiento, la autorregulación, la
autoestima y la actitud positiva (entre otras). Resaltado que dichos factores impactan en
las relaciones, la conducta y la forma de vida de los educandos; planteándose como
aprendizajes para la vida y bienestar.
El desarrollo de esta monografía propone que ―las competencias emocionales son parte
esencial de la educación integral del siglo XXI‖; dichas competencias contribuirán a la
formación de personas más integras y felices, para que se desarrollen al máximo sus
potenciales y puedan construir una sociedad más positiva. Pues desde mi punto de vista
personal he podido darme cuenta que no saber manejar emociones como el estrés, la ira
o la depresión, llega a afectar el desempeño escolar y laboral, como también las
relaciones interpersonales e intrapersonales.
De acuerdo a mi perfil profesional llego a la indagación sobre los aspectos que requieren
mayor investigación para ofrecer una educación integral a los estudiantes, por lo cual
despierta en mí el interés sobre la temática de competencias emocionales y su desarrollo
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Dentro de la educación de la cultura náhuatl el ―corazón‖ es un símbolo que representa el dinamismo de la
voluntad y la concentración máxima de vida (León M., 1958) lo cual se traduce a aspectos emocionales o
socioafectividad de las personas. Daniel Goleman (1995) plantea que dentro de las aulas se deben reconciliar
la mente y el corazón, representando con este órgano, igualmente las emociones y sentimientos que colorean
las expectativas de los seres humanos.
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en la labor educativa, emprendiendo la tarea de poder ofrecer a los avances educativos
de mi país una aportación viable, veraz y fundamentada, para así complementar la misión
de favorecer competencias para la vida por parte de la Educación Básica.
El camino de esta investigación requirió arduo trabajo y habilidad de análisis para
contrastar tres fundamentos teóricos de mayor relevancia en el desarrollo del proceso de
esta monografía; tales fundamentos fueron a partir de la Inteligencia Emocional (1995) del
psicólogo Daniel Goleman, de la Educación Emocional (2000) propuesta por el profesor
Rafael Bisquerra Alzina, y por último con fundamentos en la nueva Reforma Integral de la
Educación Básica 2011.
Esta monografía es de enfoque constructivista, en el cual se emprende el proceso de
realización y desarrollo de este documento; además de que los enfoques educativos que
se exponen parten de favorecer competencias útiles dentro y fuera de la escuela, en base
a la construcción de conocimientos a partir de aprendizajes significativos.
La metodología para la elaboración de este documento se llevo a cabo bajo las
especificaciones metodológicas y técnicas del programa ―Seminario de Elaboración de
Trabajo Recepcional I y II‖, impartido por la LEPPRI de la Universidad Pedagógica
Veracruzana. A continuación se esbozará a grandes rasgo en qué consiste cada uno de
los capítulos de este documento.
En el capítulo uno se encuentra el desarrollo del estado de la cuestión, en el cual se
presentan los antecedentes y fundamentos con relación a la temática de competencias
emocionales y su desarrollo en la labor educativa, dando a conocer los estudios y
referencias relevantes que han acontecido con anterioridad acerca del tópico de estudio.
El primer capítulo se inicia con el énfasis sobre el estudio de las emociones y varias
teorías a cerca de estas, así como desde la perspectiva científica en donde la
neurociencia ha brindado grandes aportaciones. Posteriormente se analizan como
antecedentes de las competencias emocionales a la teoría de las inteligencias múltiples y
la Inteligencia Emocional, así como varias propuestas sobre tales competencias. Para
concluir se analizan enfoques educativos que buscan brindar una educación integral a los
estudiantes, los cuales hacen relevancia a los aspectos socio-afectivos de los discentes.
En el capítulo dos se describen los pasos que permitieron la delimitación del tema de
competencias emocionales como parte esencial para la educación integral del siglo XXI,
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además de hacer relevancia al momento y contexto histórico-social que contribuyeron a la
construcción de esta monografía de compilación, la cual se inicia y concluye desde el
enfoque constructivista.
En el segundo capítulo se describe la metodología de investigación y desarrollo de la
temática, así como los factores internos o personales y los externos o del contexto,
mediante los cuales pude abordar el planteamiento de ideas, análisis y propuesta sobre
competencias emocionales.
El capítulo tres es la parte medular de la monografía, pues en este se presenta de forma
exhaustiva y ha profundidad, toda la información recabada sobre competencias
emocionales y su implicación en la educación; describiendo: las características del tema,
las causas o justificación de la investigación y se exponen argumentos para fundamentar
lo planteado, estableciendo relaciones con varios autores y expertos del tema.
En el tercer capítulo se analiza en qué consisten las emociones, su mecanismo de acción
y componentes, posteriormente se describen las características de las competencias
emocionales, se exponen las consecuencias de la incompetencia emocional, así como las
ventajas de las competencias emocionales. También se analiza lo que dice la RIEB 2011
y la Educación Emocional (2000) sobre la temática abordada, fundamentando con
estudios presentados en la Inteligencia Emocional (1995).
En el capítulo cuatro se presenta la aportación de un análisis crítico sobre las
competencias emocionales y su favorecimiento dentro de la labor educativa, describiendo
la importancia de dicho tópico de estudio desarrollado en este documento, identificando y
enunciando la problemática planteada en la investigación.
En el último capítulo presento a modo de aportación a la investigación educativa, la
propuesta de cinco grupos de competencias emocionales, los cuales llego a plantear
después del minucioso estudio sobre la temática; también en este apartado planteo que el
papel del docente ha cambiado y al igual que las propuestas educativas, debe innovarse y
recibir la profesionalización adecuada para contribuir al favorecimiento de competencias
emocionales para la vida, en los estudiantes.
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CAPÍTULO I
Para iniciar el estado de la cuestión de esta monografía, en primer lugar se
mencionaran los antecedentes enfocados al estudio y análisis de las emociones en la
conducta del ser humano, recabados de los fundamentos de la Educación Emocional
(Bisquerra, 2003), los cuales tienen gran importancia en el análisis de las competencias
emocionales.
Continuando con el análisis sobre los antecedentes de las competencias emocionales,
que surgen de la rama de la psicología, recabando información al respecto de la teoría de
las inteligencias múltiples, la inteligencia emocional y el enfoque de la Educación
Emocional, además de otros enfoques que se han desarrollado por varios autores.
La información que se presenta casi al final de este capítulo consiste en los referentes
teóricos que tienen que ver con enfoques de renovación educativa, los cuales se retoman
como parte de una metodología educativa integral para las personas en donde se toman
los aspectos emocionales de los estudiantes,
Se analizará la educación en la cultura náhuatl, la escuela nueva, dos de los cuatro
pilares de la Educación que se relacionan con las competencias emocionales y por último
se describirá en qué consiste la Educación Holísta y su relación con la temática abordada,
lo cual otorgará la oportunidad de comprenderla mejor y abordar con mayor entendimiento
el desarrollo del análisis de las competencias emocionales dentro de la Educación
Integral.
Antecedentes y fundamentos sobre el estudio de las emociones.
En este momento se enunciaran los fundamentos teóricos en cuanto a la
relevancia de los aspectos socio-afectivos o emocionales de los individuos y cómo es que
impactan en su vida; partiendo de la teoría de las emociones, la psicología humanista, la
psicoterapia, psiconeuroinmunología, el bienestar subjetivo, el concepto del ―flow‖ entre
otras, que se proseguirá a describir su consistencia (Bisquerra, 2003).
Uno de los principales referentes históricos en cuanto a las competencias emocionales
puede asociarse al estudio de las emociones del ser humano, siendo las teorías de las
emociones que se remontan hasta los orígenes de la filosofía y la literatura, pero cuyos
orígenes en el ámbito científico se encuentran a finales del siglo XIX, y con mayores
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avances y estudios más preciso, es a partir de los años noventa, donde los avances en la
neurociencia se dieron a pasos agigantados (Bisquerra,
http://www.youtube.com/watch?v=DiWF1gqtyvY).
Se puede hacer mención sobre el couseling y la psicoterapia, pues ciertos métodos
centran su atención en problemas emocionales, resaltando cómo es que impactan dichos
problemas en el desempeño y conducta de las personas, constatando que el poder
superar afecciones emocionales, mediante su atención y tratamiento, contribuye a tener
mayor bienestar en la vida, mejorando consecuentemente mucho más aspectos en donde
se desenvuelve la persona.
Dentro de la psicología humanista se puso gran énfasis en las emociones, con
precursores como Carl Rogers, Gordon Allport, Abran Maslow, entre otros. Pudiendo
mencionar también a Viktor Frankl y su logoterapia, en donde mencionado psicólogo
propuso el enfoque de búsqueda del sentido de la vida, añadiendo la perspectiva de tener
cierta responsabilidad en la actitud ante la vida.
La logoterapia me hace recordar la amplia literatura optimista que nos ofrece Paulo
Coelho, ejemplificando en ―El Alquimista‖ (1988), que el hombre siempre está en una
constante búsqueda de realización y satisfacción en realizar sus anhelos, pero si esto no
es posible las personas se frustran y pierden el sentido de su existencia, lo cual fue
estudiado por el psicólogo Viktor Frankl, quien estipuló cierta responsabilidad y actitud
positiva ante la vida que cada persona debe construir.
Cada individuo tiene la necesidad de sentirse bien consigo mismo, experimentar las
propias emociones, creciendo emocionalmente (Bisquerra, 2003). Pero cuando esa
necesidad se enfrenta o se ve frenada por barreras emocionales negativas 2, se pueden
derivas conductas desviadas o de riesgo, las cuales ya han sido estudiadas por Taylor
(1997) quien aborda la temática de desordenes afectivos.
Mediante estudios por parte de la neurociencia podemos constatar las funciones
fisiológicas del sistema nervioso en cuanto a las emociones, analizando la función de la
amígdala en los estados emocionales, la cual fue definida por Goleman (1995) como la
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Defino como barreras emocionales a los estados emocionales negativos que se manifiestan en la conducta
y sentir de cada persona.
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centinela emocional, la cual es quien evalúa, codifica y da respuesta a los procesos
emocionales que son percibidos por los sentidos y transitan a partir del sistema líbico y la
corteza cerebral (Goleman 1995, Bisquerra 2003).
Los estudios que aporta la neurociencia contribuyen con bases científicas a la
comprensión de los procesos emocionales en el cerebro y sistema nervioso, además
constatan evidencia de la existencia de una inteligencia emocional, comprendiéndose
como un conjunto de habilidades y actitudes que se desarrollan con bases biológicas en
cada ser humano, y que difieren de las habilidades cognitivas que cada individuo posee
(Bechara, Tranel, Damaso, 2000) citados por Bisquerra, 2003).
Referir las aportaciones de la psiconeuroinmunología es interesante, pues dicha rama de
la medicina postula cómo es que las emociones alteran el sistema inmunológico.
Afirmando que los estados emocionales positivos refuerzan las defensas, mientras que
los negativos las debilitan. Demostrando la relación que existe entre las emociones y la
salud de las personas. (Bisquerra, 2003).
Otro concepto importante como referente es el ―bienestar subjetivo, propesto por Strack,
Argye, Schwartz, Veenhoven, entre otros, quienes mediante ese constructo demuestran
que tiene gran incidencia social, pues se llega a la distinción entre el bienestar material y
el subjetivo o emocional.
El bienestar subjetivo se favorece con las relaciones sociales, la familia, el amor, las
relaciones sexuales, la satisfacción profesional, las actividades de tiempo libre, la salud,
etc., encontrando ser de las principales fuentes de malestar y conflicto entre la gente.
Pues se puede mencionar que una persona se siente socavada al no saber manejar la
frustración de la ruptura de una relación amorosa, el haber perdido su empleo o el
enfrentarse al duelo de un ser querido.
En relación con el bienestar emocional o subjetivo se encuentra el concepto de Fluir (flow)
o experiencia óptima introducido por Mihaliy Csikszentmihalyi (1997), coincidiendo con
―las experiencias cumbre‖ que propuso Abraham Maslow (1982). El fluir se refiere a las
ocasiones en que sentimos una especie de regocijo, un profundo sentimiento de alegría o
felicidad, que lo habíamos estado buscando y deseando durante mucho tiempo y que se
convierte en un referente de cómo nos gustaría que fuese la vida.
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El Fluir se relaciona con el bienestar subjetivo, debido a que es un estado en el que cada
persona se entrega incondicionalmente a una actividad que realiza con gran dedicación y
esmero por el simple hecho de gustarle, lo cual se ejemplifica con los talentos, por
ejemplo un dibujante siente la sensación de autorrealización y ―súper yo‖ al elaborar una
obra excepcional de su autoría; el caso consiste en desarrollar las habilidades con mayor
dominio y hacerlo con gusto.
El bienestar emocional o subjetivo y el fluir se entrelazan con el sentimiento de ―felicidad‖,
el cual toda persona busca pues es una condición vital que cada quien debe cultivar y
defender individualmente, debido a que el bienestar o felicidad no dependen
completamente de los acontecimientos externos, sino de cómo es que los interpretamos
(Bisquerra, 2003), con nuestros pensamientos y de los sentimientos.
Antecedentes de las competencias emocionales.
Los referentes y fundamentos revisados, dan una visión de forma general del
porque las competencias emocionales son relevantes dentro del devenir de la conducta
humana, desde el inicio del estudio de las emociones que remonta desde investigaciones
realizadas por Charles Darwin y hasta la última generación de avances en la
neurociencia, pero ahora es permisible argumentar de forma un poco más aparcelada el
surgimiento de mencionadas competencias, a partir de las inteligencias múltiples, la
inteligencia emocional y las que llega a proponer la Educación Emocional (2003).
Teoría de las inteligencias múltiples.
La teoría de las inteligencia múltiples (1993) de Howard Gardner es importante
resaltar; sus estudios se exponen al castellano en 1995, encontrando su teoría como un
nuevo panorama para la psicología y la educación (desde mi punto de vista). Existiendo
más de siete inteligencias propuestas por el autor, pero siendo la inteligencia
intrapersonal y la interpersonal, las que respectan como antecedente de las competencias
emocionales.
Se puede anexar que la inteligencia interpersonal tiende a coincidir con lo que otros
autores han denominado inteligencia social (Zirkel, 2000, Topping, Bremmer y Holmes,
2000; Cherniss, 2000, etc. citados por Bisquerra). Mientras que la inteligencia
intrapersonal tiende a coincidir con la inteligencia personal (Sternberg, 2000; Hedlund y
Sternberg, 2000 citados por Bisquerra).
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Goleman (1995) populariza a ambas, distinguiendo a la inteligencia intrapersonal como
las habilidades y conocimientos que cada quien posee para comprender y trabajar
consigo mismo, mientras que la inteligencia interpersonal es la capacidad de entender y
trabajar en colaboración con otras personas. Los dos tipos de inteligencias se unen para
conformar la Inteligencia Emocional (1995).
Inteligencia Emocional.
La inteligencia emocional es propuesta por Daniel Goleman (1995) como la capacidad de
controlar y regular los sentimientos de uno mismo así como el comprender los de los
demás; y poder utilizar los sentimientos como guía de pensamiento y de acción; dicha
capacidad está en la base de las experiencias de solución de los problemas significativos
para el individuo y para la especie .
Las competencias emocionales tomadas en cuenta desde la inteligencia emocional,
surgen a partir de la rama de la psicología, las cuales son introducidas por Salovey y
Mayer (1990) y difundidas en 1995 por Goleman, resultando ser su obra un Best Seller
Mundial, la cual ha tenido muchos seguidores desde el enfoque psicológico como
educativo.
En el libro del psicólogo Daniel Goleman se plantea la clásica discusión entre cognición y
emoción de una manera innovadora, pues tradicionalmente lo racional se consideraba de
un nivel superior a lo emocional; estipulando que quien tiene mayores capacidades
intelectuales era la persona con mayor éxito, pero no es así porque hay personas quienes
tienen muchas capacidades las cuales se bloquean debido a el individuo suele dejarse
llevar más por el corazón que la razón.
Goleman analiza la temática en contra partida, en términos muy significativos y
entendibles a todo público, se expone en su obra que no siempre las personas con mayor
CI suelen ser las más exitosas y felices de la sociedad, destacando que hay otro tipo de
inteligencia con la cual las capacidades individuales de cada ser, se potencializan o se
pueden llegar a minar. Determinando que son las habilidades emocionales, las que
contribuyen al éxito de las personas, sabiendo manejar sus sentimientos y controlando su
corazón.
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Goleman propone la importancia de tomar en cuenta la unión simbiótica entre lo cognitivo
y lo emocional, pues evidencia como lo cognoscente en sí mismo no conduce a la
felicidad o bienestar, pues son necesarias para esto, otro tipo de habilidades, como la
automotivación y la autorregulación, las cuales obedecen a factores estrictamente
emocionales.
En el libro también se hace la observación sobre el rendimiento escolar, el cual se define
como un ineficaz predictor del éxito laboral como cotidiano. Planteando Goleman que a
partir del favorecimiento de competencias emocionales, cualquier persona sin importar
edad, raza, cultura, clase social, etc. podría ser emocionalmente inteligente, entendiendo
que su enfoque es a favor de la diversidad y en contra del elitismo.
Es interesante rastrear las competencias emocionales desde la IE3, pues dicha obra se
expuso en un periodo en el que existía la oposición entre razón y emoción, pero gracias a
las aportaciones de investigaciones científicas como la psicología cognitiva, la psicología
social, la neurociencia, la psiconeuroinmunología entre las más destacadas, se demostró
la importancia e influencia de las emociones en la vida integral de las personas.
La inteligencia emocional, desde entonces ha sido definida y redefinida por muchos
autores, como ―Mayer, Salovey y Caruso (2000) que exponen que la Inteligencia
Emocional se concibe como mínimo de tres formas: como movimiento cultural (Zeitgeis),
como rasgo de personalidad y como habilidad mental‖ (Bisquerra, 2002).
Al hablar de concebir a la inteligencia emocional como un movimiento cultural, se hace
referencia al Zeitgeist de ese momento, en el que el ámbito emocional toma fuerza, pues
ha ocupado las páginas de los principales periódicos y revistas de todo el mundo,
incluyendo la portada de la revista Time (Gibbs, 1995. Citado por Bisquerra, 2002).
Zeitgeist también denominado ―revolución emocional‖ que tiene aplicaciones prácticas
importantes en la educación emocional, y percibir como la Inteligencia emocional tiene
implicaciones en la investigación educativa.
Como rasgo de personalidad, la inteligencia emocional significa que es algo muy
importante para adaptarse al ambiente y tener éxito en los diversos contextos de la vida,
esta concepción implica a la psicología de la personalidad y ha generado abundante
bibliografía sobre el tema.
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Inteligencia Emocional, Goleman 1995.
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El concebirla como habilidades mentales relacionadas con el procesamiento de la
información emocional es el aspecto más relevante para los propósitos pedagógicos que
se persiguen para llegar al constructo de competencia emocional, cuyo desarrollo supone
a la Educación Emocional (GROP), en un contexto de orientación psicopedagógica para
la prevención y el desarrollo personal y social.
La consistencia de la Inteligencia Emocional.
Para explicar la consistencia de la IE que propone el psicólogo Daniel Goleman en la
década de los noventas, es necesario explicar los cinco grupos de competencias
emocionales que establece el autor como parte de la Inteligencia Emocional, los cuales
son: El conocer las propias emociones, saber manejarlas, motivarse a sí mismos,
reconocer las emociones de los demás y por último el saber establecer relaciones.
El conocer las propias emociones o ser consciente de los estados emocionales propios,
parte del principio de Sócrates ―Conócete a ti mismo‖ (Bisquerra, 2002) siendo esto pieza
clave de la IE; el autogestionarnos desde el principio del autoconocimiento de nuestro
sentir subjetivo (sentimientos) nos da mayores oportunidades de salir adelante, pues su
incapacidad nos deja a merced de las emociones incontroladas.
El saber manejar las emociones es la habilidad de gestionar y controlar los propios
sentimientos, el saber cómo expresarlo y manifestarlos, al mismo tiempo que se
concientiza obre las propias emociones, así como darse cuenta de que es necesario
expresar expresiones de ira, furia e irritabilidad para entablar relaciones interpersonales
saludables y de respeto.
Una emoción impulsa a la realización de una acción, por lo que los estados emocionales y
la motivación están intrínsecamente relacionados. El tener la capacidad de automotivarse
es importante para el cumplimiento de objetivos, pues consiste en prestar atención en lo
que se quiere, motivarse, manejarse y realizar actividades creativas para el logro de
metas propuestas.
El optimismo y confianza en uno mismo resulta al mismo tiempo motivador, el autocontrol
emocional conlleva a saber a esperar gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual
suele estar presente en el logro de muchos objetivos. De acuerdo a la Inteligencia
Emocional las personas que poseen estas habilidades son más productivas y efectivas en
las actividades que emprenden (Goleman 1995, Bisquerra 2002).
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El reconocer las emociones de los demás, forma parte de la empatía, lo cual quiere decir
el saber ponerse en los zapatos del otro, para ello de acuerdo a la IE los primordial es
entenderse y conocerse a sí mismo. La empatía es parte fundamental del altruismo y
consiste en sintonizarse mejor con las señales o comunicación (verbal o no verbal) que
percibimos de los demás, comprendiendo que es lo que necesitan o que desean.
El reconocer el sentir de los demás o empatizar con sus emociones, es una habilidad muy
apropiada para los servidores de profesiones que fungen de orientadores o guías de
personas, como en el profesorado, orientadores, pedagogos, psicólogos,
psicopedagogos, médicos, abogados y hasta en expertos en ventas o representantes del
áreas de recursos humanos de las empresas.
El último bloque de la competencias de la IE consiste en el saber establecer relaciones, lo
cual se favorece con el manejo y comprensión de las propias emociones y las de los
demás. Siendo en este aspectos las competencias sociales y habilidades de liderazgo,
popularidad y eficiencia interpersonal las que se deben dominar para ser capaz de
interactuar de forma suave y efectiva con los demás (Bisquerra, 2002).
Explicando a grandes rasgos lo que conllevan las competencias emocionales que
propone la Inteligencia Emocional (1995) que consisten en ser las habilidades,
conocimientos, aptitudes y actitudes para manejar estados emocionales propios y de los
demás, así como empatizar con demás personas y entablar relaciones interpersonales
sanas, de comprensión colaboración y respeto.
En el año de 1997 Salovey y Mayer propusieron que la Inteligencia emocional incluye la
habilidad de percibir con precisión, valorar y expresar emociones; la habilidad de acceder
y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la
emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las emociones para
promover crecimiento emocional e intelectual.
Por lo que se puede decir al respecto que la Inteligencia Emocional ha tenido muchos
precursores que la presentan como una forma de contribuir al desarrollo afectivo de las
personas, por lo que a continuación se expondrán los antecedentes de propuestas sobre
competencias emocionales.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, antecedentes.
A partir de la Inteligencia emocional así como de sus fundamentos teóricos como la
psicológica cognitiva, la neurociencia y la psiconeuroinmunología se demuestra la
relevancia del papel de las emociones en la vida de las personas, derivando la
importancia del desarrollo de competencias emocionales a partir de la IE y los estudios
que la constatan como parte fundamental en el desarrollo de las personas.
Investigaciones demuestran la necesidad social de adquirir habilidades que ayuden a
enfrentar situaciones difíciles, depresión, estrés, etc.; el profesor Bisquerra (2002) señala
que la alza en las ventas de libros de autoayuda es un indicador sobre el requerimiento
competencias emocionales y de afrontamiento en las personas, las cuales han sido
propuestas por varios autores, cómo lo que se mencionaran a continuación.
Salovey y Sluyter en el año de 1997 definen cinco competencias emocionales:
cooperación, asertividad, responsabilidad, empatía, autocontrol. Estas dimensiones se
solapan con el concepto de inteligencia emocional, tal como lo define Goleman en 1995,
dividido en cinco dominios: autoconciencia emocional, manejo de las emociones,
automotivación, empatía y habilidades sociales- que a su vez incluían la existencia de
veinticinco competencias.
Para Saarni (2000) la competencia emocional se relaciona con la demostración de
autoeficacia al expresar emociones en las transacciones sociales, incluyendo el carácter
moral y los valores éticos; resaltando la importancia del contexto en tiempo y espacio
como condicionantes. Ya que estipula que todos los individuos tienden a ser
incompetentes emocionalmente en determinado contexto. Sarni propone las siguientes
habilidades de la competencia emocional.
1. Conciencia del propio estado emocional
2. Habilidad para discernir las habilidades de los demás
3. Habilidad para utilizar el vocabulario emocional y términos expresivos
habitualmente disponibles en una cultura
4. Capacidad para implicarse empáticamente
5. Habilidad para comprender que el estado emocional interno no necesita
corresponder con la expresión externa, tanto en uno mismo como en los
demás
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6. Habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de
estrategias de autocontrol
7. Conciencia de que la estructura y naturaleza de las relaciones
8. Capacidad de autoeficacia emocional
Las competencias socio-emocionales propuestas en Graczyk y otros (2000), Payton, y
otros (2000) y CASEL (2006) se resumen en los siguientes términos:
1. Toma de conciencia de los sentimientos
2. Manejo de los sentimientos
3. Tener en cuenta la perspectiva
4. Análisis de normas sociales
5. Sentido constructivo del yo
6. Responsabilidad
7. Cuidado
8. Respeto por los demás
9. Identificación de problemas
10. Fijar objetivos adaptativos
11. Comunicación receptiva
12. Comunicación expresiva
13. Cooperación
14. Negociación
15. Negativa
16. Buscar ayuda
El departamento de Educación del Estado de Illinois ISBE ((Illinois State Board of
Education) (2004), propone estándares de aprendizaje social y emocional que se aplican
en los centros educativos, concretándose de forma resumida en tres objetivos:
1. Desarrollar habilidades de auto-conciencia y auto-gestión para lograr el
éxito en la escuela y en la vida.
2. Utilizar la conciencia social y las habilidades interpersonales para
establecer y mantener relaciones positivas.
3. Demostrar habilidades de toma de decisiones y comportamientos
responsables en contextos personales, escolares y comunitarios
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
El profesor Rafael Bisquerra (2000) coordinador del GROP de la Universidad de
Barcelona, recopilando y analizando propuestas anteriores, propone cinco bloques de
competencias emocionales, los cuales constituyen ser el curriculum de la Educación
emocional. Y se conforman por: Conciencia emocional, regulación de las emociones,
autonomía personal, competencia social y competencias para la vida y bienestar.
El bloque de conciencia emocional consiste en un conjunto de competencias que resultan
ser la capacidad para concientizar sobre las propias emociones y las de los demás, así
como el percibir el clima emocional en un contexto determinado, teniendo habilidades
para dar nombre a las propias emociones, percibir los propios estados emocionales y
comprender el porqué de las emociones de los demás.
El regular las emociones o regulación emocional, consiste en capacidades para manejar
las emociones de forma apropiada, es decir, saber qué hacer con ellas dentro de nuestro
sentir, supone darse cuenta de la relación que existe entre emoción, cognición y
comportamiento; adquiriendo buenas estrategias de afrontamiento y tener en cuenta que
las emociones que afectan la conducta se puede regular mediante el pensamiento o
cognición.
En el bloque de autonomía personal se incluye un conjunto de habilidades y capacidades
relacionadas con la autogestión personal, entre las que se encuentra la autoestima, la
actitud positiva ante la vida, la responsabilidad, el análisis personal de las normas
sociales, la capacidad de buscar ayuda cuando es necesario y tener autoeficacia
emocional, en este aspecto se refiere a la teoría que cada uno tiene sobre sus emociones,
englobando cosmovisión del mundo emocional así como de los valores
La competencia social consiste en la capacidad de mantener buenas relaciones con otras
personas, esto implica el desarrollar habilidades sociales como la capacidad para la
comunicación, el respeto, actitudes de cooperación, asertividad, empatía, un cierto tipo de
competencias que favorezcan las relaciones personales con otras personas, que
contribuyan a entablar relaciones basadas en el dialogo, el respeto y la comprensión.
El bloque de competencias para la vida y bienestar consiste en las capacidades para
tener comportamiento apropiados y responsables para afrontar los desafíos diarios de la
vida, ya sean privados, profesionales o sociales, así como el saber actuar ante
situaciones de fracaso o frustración con las que nos vamos topando. Son competencias
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
que permiten organizar nuestra vida de forma sana y equilibrada, facilitándonos
experiencias de satisfacción o bienestar (Bisquerra).
El último bloque de competencias incluye habilidades y capacidades para la toma
adecuadas de decisiones, identificar problemas y encontrar la mejor manera de
solucionarlos, el tener presente el fijas objetivos positivos y realistas, solucionar conflictos,
buscar ayuda, negociar o saber resolver conflictos en son de paz, considerando la
perspectiva y sentimientos de los demás, además se plantean como conocimientos para
una ciudadanía activa, cívica, responsable, crítica y comprometida.
Dentro de las competencias para la vida se toma en cuenta el concepto de bienestar
subjetivo el cual es un concepto que debe ser comprendido por cada persona, como a
capacidad que tiene de gozar de forma consciente de felicidad o sentimientos positivos,
procurando poder transmitirlo a demás personas de su alrededor, contribuyendo
activamente en el bienestar del entorno en el que interactúa y vive (familia, amigos,
bienestar).
El Fluir igualmente se integra a este bloque de competencias emocionales que propone la
Educación Emocional, el cual cómo ya se había expuesto párrafos atrás, es la capacidad
de generar experiencias óptimas en la vida profesional, personal y social de cada
persona, y se incluye como una competencia para la vida debido a que es un factor que
impulsa a que cada persona se sienta bien consigo misma y con sus talentos más
desarrollados.
Educación y competencias emocionales.-
A partir de la descripción de los bloques de competencias emocionales dentro de la
Educación Emocional, se demuestra que dichas habilidades, capacidades, actitudes y
conocimientos se llegan a favorecer dentro de instituciones educativas, reconociendo en
este momento que lo más factible es analizar enfoques educativos de años atrás que han
tomado en cuenta la socioafectividad o estados emocional de los estudiantes,
comprendiendo como es que impactan en su desempeño y vida.
Las competencias emocionales dentro del ámbito educativo son parte de una educación
integral y para la vida de cada estudiantes, por lo que rastrear sus antecedentes en este
sentido será necesario encontrar los referentes teóricos de la educación para la vida en
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
donde los precursores de este enfoque toman en cuenta la socio-afectividad o emotividad
dentro de los procesos de desarrollo y aprendizaje de los educandos.
Considero plantear como primer referente por orden cronológico a la metodología
educativa que fue llevada a cabo por la cultura Náhuatl, la cual consistía en que antes de
llegar a formar o educar algo, lo imprescindible era saber de forma dinámica e integral
todas las cualidades y características de lo que se iría a moldear de lo contrario los
objetivos perseguidos podrían ser escasos (León M., 1958).
El concebir a la educación desde la perspectiva de que antes de formar a los individuos
es necesario tomar en cuenta todas sus capacidades y habilidades meramente humanas,
resulta ser completamente acertada para implementarse en cualquier curriculum de los
sistemas educativos, es necesario que cada persona se conozca a sí misma, y cuáles son
sus cualidades no sólo intelectuales, si no afectivas.
La cultura Náhuatl concebía a las personas como poseyentes de dos aspectos los cuales
los convertían en seres completos, los cuales son ―un rostro‖ que conlleva a la posesión
de sabiduría y conocimientos, así como ―un corazón‖ el cual representa mediante el
simbolismo de este órgano, como un dinamismo de la voluntad y la concentración máxima
de vida.
La educación para la cultura náhuatl era ofrecer las capacidades y conocimientos
adecuados para que las personas poseyeran un rostro y un corazón, convirtiéndose en
seres plenos y completos. Teniendo habilidades cognitivas pero al mismo tiempo un
corazón que se significa un símbolo que evoca a los aspectos emocionales y afectivos del
ser humano; en el cual el dinamismo de voluntad es la fuerza de controlar y dominar
nuestros sentimientos, así como encontrar nuestra concentración máxima de vida, siendo
optimistas y realistas en la forma en que transitamos por este mundo buscando siempre
nuestra felicidad.
Una persona íntegra y madura era el supremo ideal humano para la cultura Náhuatl, dicha
persona tenía que poseer un Corazón firme como la piedra, resistente como el tronco de
un árbol; y un rostro sabio, Ser dueño de un rostro y un corazón (León M., 1958). Lo cual
consiste en que cada individuo tenía que tener conocimientos y sabiduría pero también un
corazón firme y resistente que le ayudará a manejarse de forma más asertiva y eficaz
emocionalmente en todos los aspectos de su vida.
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Dentro de lo que los estudiantes debían conocer dentro de la educación era el aprender el
cómo han de vivir, cómo han de obedecer a las personas, cómo han de respetarse, como
es que deben entregarse a los conveniente, lo recto y evita o inconveniente huyendo de la
perversión y la avidez, así como el tener prudencia y cordura. Lo cual hace constatar que
en este enfoque educativo se basaba en una enseñanza para la vida con valores morales
lo cual esta intrínsecamente relacionado con las competencias emocionales para la vida.
La educación náhuatl es una formación integral que cataliza todos los aspectos holísticos
del ser humano, un claro ejemplo de cómo se deben formar a las personas, tomando el
principio de saber qué son, para que a partir de ahí formarlos, por lo que son. Puesto que
si una persona no pudiera lograr ser dueño de un rostro y un corazón, entonces tendría
que ocultar su corazón amortajado, y cubrir con una máscara su falta de rostro. Algo que
no sería lo más aceptado para vivir en plenitud (León M., 1958).
La escuela nueva
El siguiente referente es el enfoque de escuela nueva o renovación educativa, la cual se
dio a finales del siglo XIX, en donde nace el planteamiento de educar para la vida,
encontrando a precursores como Pestalozzi, Piaget, Froebel, Freud, Montessori, Dewey,
Freinet, Wallon entre otros, en donde resalta como se pone atención en la afectividad de
los estudiante y su relación con el desempeño y aprendizaje.
Freinet dentro de este enfoque estipuló que en la escuela el niño debía desenvolver su
personalidad al máximo, en una comunidad que le sirva y a la que sirva (Freinet, citado
por Palacios, J. 1984a) mencionando la personalidad del estudiante y en la cual se
enmarca en gran medida el desarrollo afectivo y social, centrándose en el alumno como
persona que buscará el beneficio de su entorno y no como un individuo más que sirva a
fines capitalistas.
También Celestin Freinet mencionó que el estudiante es un ser que deberá cumplir su
destino, elevándose a la dignidad y a la potencia del hombre cuando se adulto, lejos de
las mentiras interesadas, para la realización de una sociedad armoniosa y equilibrada,
notando como se debía contemplar el valor de la dignidad, así como una persona madura
debía ser capaz de desarrollar sus potencialidades, en busca de la construcción de una
comunidad de paz y bienestar.
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Para Ferreire la misión de la Educación era el mantener y acrecentar el potencial del niño,
salvaguardando su impulso vital, otorgándole los medios de ejercitarse, de acrecentar
recursos y capacidades, por lo que se puede entender que dentro de las ideas de Ferreire
sobre la Educación en primer lugar o de mayor relevancia serían habilidades emocionales
(Palacios J. 1984b).
Para lograr los objetivo que planteo Ferreire, él consideró que era necesario aumentar la
potencia espiritual y la capacidad de trabajo productivo del niño y del adolescente,
postulando que el camino para lograrlo era en primer lugar el conservar y acrecentar su
energía, el impulso vital, corporal y espiritual, siendo esto más importante que cualquier
otro saber técnico subordinando el aprendizaje intelectual o manual (Palacios J. 1984b).
Notando claramente que no se menosprecia a los conocimientos técnicos o intelectuales
sólo se subordinan, para Ferreire lo principal era la subjetividad del estudiante, pues al
potencializar su espiritualidad o aspectos emocionales se podrían mejorar sus
capacidades y tener un niño o adolescentes más productivos y positivos, acrecentando su
impulso vital que se entiende como el optimismo ante la vida.
Estos puntos que consideró Ferreire contrastan con las competencias emocionales,
resultando o corroborándose que estas habilidades y capacidades debían favorecerse en
primer lugar, como el aumentar la potencia espiritual, se entiende que habría que trabajar
primero con los aspectos emocionales de cada estudiante, cuidando su impulso o
motivación por vivir, como lo menciona Ferreire contribuyendo en su espiritualidad,
coincidiendo con la Educación Holísta y el Saber ser, uno de los cuatro pilares de la
Educación.
Competencias emocionales en la Educación Integral.
Para complementar el estado de la cuestión sobre las competencias emocionales en la
educación, después de haber revisado lo que conlleva al enfoque de la escuela nueva, es
pertinente revisar los fundamentos que se basa la Reforma Integral de Educación Básica
2011, pues tienen gran relevancia en la comprensión de las competencias emocionales
dentro de la Educación Integral.
Dentro de la RIEB 2011 se hace mención como fundamento de su enfoque a la
conferencia de Jomtien (1990) y el informe de Delors (1994); los cuales los considero
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importantes de mencionar pues dentro de sus postulados se hace gran relevancia a
aspectos relacionados con las competencias emocionales o la socioafectividad de los
estudiantes, y se demuestra que deben ser enseñados a partir de la labor educativa a
favor de una educación para la vida.
La conferencia de Jomtiem (1990) trata sobre las necesidades básicas del aprendizaje,
recopilando las que se refieren a competencias emocionales son: valores y actitudes, el
desarrollo pleno de capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar planamente en el
desarrollo, mejorar la calidad de vida y tomar decisiones fundamentadas. Todas estas
habilidades, además de conocimientos teoricos se plantean como necesarios para que los
seres humanos puedan sobrevivir y además continuar aprendiendo por toda su vida
(modulo 1, 2011:64).
El informe de Jack Delors (1994) fue publicado por la UNESCO nombrándolo como ―La
educación encierra un tesoro‖, en donde se comprende a la labor educativa como un todo,
con enfoque holístico, en donde podemos encontrar a dos de los cuatro pilares de la
educación (Ver anexo 1) que tienen referencia con las competencias emocionales y la
Educación Emocional (2003), los cuales son el ―aprender a ser‖ y el ―aprender a convivir‖
(modulo 1, 2011:65-68).
El aprender a ser consiste en que los estudiantes puedan apropiarse de competencias
que les guíen en su forma de actuar, ser y sentir, comprendiéndose a sí mismos como
seres íntegros y con habilidades globales; relacionándose mucho con el enfoque
educativo prehispánico de la cultura Náhuatl, pues el aprender a ser significa ser
consientes de nuestra capacidades, habilidades y características que tenemos como
seres humano y desarrollarlas o adquirir conocimientos para saber utilizarlas.
Dentro del aprender a ser, se puede mencionar que se entiende a una persona o ser
humano como poseyente de cuerpo, mente y espíritu, siendo cada persona consciente de
sus consistencia responsable y de su interior o subjetividad así como su exterior corporal
o forma de actuar, cuidando su integridad física (salud), cultivando su mente (inteligencia)
y nutriendo su espiritualidad (emociones y sentimientos).
El saber ser consiste en la unión integral y funcional de los tres aspectos mencionados
(cuerpo, mente y espíritu) para que los estudiantes estén en condiciones de poseer un
pensamiento autónomo, crítico y con juicio propio, para que cada quien pueda determinar
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su conducta y sus decisiones en cualquier momento de su vida. Esto constituye ser uno
de los más importantes objetivo de la educación para la vida (modulo 1, 2011:66).
Dentro del aprender a ser se entiende que es función esencial de la educación el conferir
a todas las personas de la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de
imaginación, los cuales son necesarios para que sus talentos alcancen plenitud y sean
artífices en la medida posible de su destino (modulo 1, 2011:66).
El problema es cómo otorgar a partir del sistema educativo, las fuerzas y puntos de
referencia intelectuales y emocionales permanentes que les permitan a los estudiantes en
su etapa de formación y a lo largo de toda su vida, el comprender el mundo
(pensamientos, ideas y sentimientos) y al mismo tiempo comportándose como un
elemento justo y responsable en la sociedad.
El aprender a convivir o a vivir juntos es otro de los pilares de la Educación que se
entrelaza con las competencias emocionales de índole social o interpersonal, y consiste
en el saber convivir creando un espíritu nuevo que impulse a la realización de proyectos y
la solución pacifica e inteligente de los inevitables conflictos, partiendo del conocimiento
de los demás, su historia, sus tradiciones y su espiritualidad (modulo 1, 2011:65).
El aprender a convivir constituye una de las principales empresas del siglo XXI, pues en
esta época la violencia ha imperado en el mundo, perdiéndose cada día más la esperanza
de tener un mundo mejor, a lo largo de la historia podemos notar como a partir del siglo
pasado la humanidad desarrollo una gran potencialidad de autodestrucción, se inventaron
las bombas y armas nucleares, además de tener sofisticados sistemas de comunicación
(modulo 1, 2011:65).
Son grandes cambios en masa que han devenido por los avances en la ciencia y la
tecnología, pero tenemos que aprender a vivir con ello y sobre todo a convivir, y encontrar
los medios en que podamos ver que la evolución en las tecnologías pueda ser beneficio
para la humanidad y no un medio belicoso que atente en contra de vidas, de naciones y
de valores a quebrantados.
En muchos noticieros e informes de figuras políticas de la nación, podemos escuchar que
el punto donde se pretende disminuir la violencia es mediante la labor educativa, el
apostar al cambio en los sistemas educativos en palabras al aire es muy simple, el
problema existe en tomar cartas en el asunto de una manera concisa, relevante y precisa.
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Por lo que se llega a cuestionar si es posible concebir una educación que otorgue a los
estudiantes de las herramientas y habilidades que les permitan evitar o solucionar
conflictos de una manera pacífica, fomentando el autonocimiento y el reconocimiento de
los demás, de su propia cultura y de su espiritualidad?
El aprender a convivir lleva consigo el aprender la no violencia y se integra a los objetivos
de la labor educativa (modulo 1, 2011:65), lo cual está íntimamente relacionado con las
competencias emocionales, por que en ambos sentidos se busca el contribuir a entablar
relaciones interpersonales sanas, el tomar buenas decisiones, el saber solucionar
conflictos con razones en la solidaridad y la empatía, por lo que mediante este eje de
acción se apuesta a las competencias emocionales personales e interpersonales como el
factor para una mejor convivencia humana.
El aprender a ser y el aprender a convivir tiene gran relación con el enfoque de la
Educación Holísta, por lo que para complementar su descripción se proseguirá a analizar
dicho enfoque, la cual contribuirá al entendimiento de la Educación Integral para la vida
que marca la RIEB 2011 y que se tratará a profundidad en el capítulo tres.
La Educación Holísta
La Educación Holísta se plantea como una forma de educar en el siglo XXI, pues a estas
alturas ya no es posible formar a los estudiantes con los paradigmas científico industrial
del siglo XVII. Resulta incompleta una educación que se base en sólo otorgar
conocimientos técnicos para el desempeño laboral de los miembros de la sociedad, se
plantea que en esta época es necesario una formación desde Educación Básica hasta
posgrado deberán ser un puente que conduzca a los seres humanos a una formación
integral, a una conciencia de interdependencia, cooperación y paz global (Gallego R.
2001).
La visión holísta, plantea una educación integral con profundidad, trascendente y basada
en la espiritualidad4 , lo cual Ramón Gallegos lo plantea como la esencia de lo que somos
los seres humanos, y se entrelaza con uno de los cuatro pilares de la Educación, él cual
ya se menciono como el saber ser, en donde se comprenden al ser humano como
4
En la educación holísta, la espiritualidad tiene un significado diferente a la tradición religiosa, y no
se liga a iglesias, creencias religiosas, autoritarismos y fundamentalismos (Gallegos, R. 2001).
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
integro, poseyente de un cuerpo, mente, inteligencia, sentido estético, responsabilidad
individual y resaltando la espiritualidad.
Tanto la Educación holística como el saber ser, uno de los cuatro pilares de la Educación
planteados en el informe de Delors (1994) se enfocan en la espiritualidad de las personas
o estudiantes, lo cual puede señalarse como un paradigma educativo que tendrá que
enfrentarse a la oposición de pensadores, que frenan la aceptación de una pedagogía
más integral, en donde se tomen en cuenta todos los aspectos de un ser humano para
formarlo o educarlo.
Dentro del enfoque holístico se plantea que los conocimientos, técnicos, mecánicos,
científicos o industriales para el desempeño laboral, ya no son suficientes, encontrando la
necesidad de otro tipo de saberes que contribuyan a la comprensión de nosotros mismos
como seres humanos, contemplando la pasión, los sentimientos, los valores, la
subjetividad, y la espiritualidad como centro del desarrollo de nuestra vida
Se tiene en cuenta que la educación requiere cambios, una revolución del conocimiento
en donde la subjetividad humana necesita una perspectiva holísta, profunda y espiritual.
Al estar viviendo en una época da cambios tecnológicos, científicos, culturales entre otros,
la nueva sociedad debe acrecentar su nivel de conciencia sobre la responsabilidad de
vivir juntos a través de caminos de paz y dialogo, como se plantea en el aprender a
convivir del informe de Delors (1994).
La conciencia holónica (holística) deberá tener la capacidad de abrazar a todas las
culturas en busca de su bienestar sin distinciones, notándose el enfoque de respeto y
valorización de la diversidad. Además la necesidad de plantear una educación integral
que no sólo se base en una formación profesional que se dedique a desarrollar mentes
sin corazón, más bien el abarcar todas las dimensiones y experiencias humanas (desde lo
corporal hasta la espiritual).
La educación holísta es un nuevo paradigma educativo basado en principios sobre la
realidad y la convicción de que somos seres multidimensionales con una esencia
espiritual que nos provee de un impulso hacia la trascendencia. La visión holísta se basa
en la percatación de que la felicidad y el bienestar individual no son asuntos personales, si
no que competen al entorno global al que pertenecemos los que habitamos el planeta.
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Esta perspectiva se basa en plantar el conocimiento como un todo que no se fragmenta,
integrándolo en ciencia, arte, espiritualidad y tradiciones, que se articulan para crear una
cultura de la sabiduría y superar la fragmentación del conocimiento, lo cual se constata
también en palabras de Edgar Morín, quien plantea ideas similares en su libro de
―Introducción al pensamiento complejo‖ en donde tal pensamiento aspira al conocimiento
multidimensional (modulo 1, 2011:45)*.
La educación holística se plantea como la primera propuesta educativa para el siglo XXI,
basada en un profundo sentido espiritual de la vida en el cosmos, es una propuesta que
integra educación y vida, dándole un nuevo sentido a la totalidad al campo educativo. Se
puede considerar también como Educación para la paz, así como una educación para la
vida y a lo largo de la vida, lo cual se refiere a un aprendizaje significativo permanente
para aprender el arte de vivir responsablemente, inteligentemente, compasivamente.
Tal perspectiva se dirige a formar seres humanos completos, que sean capaces de
insertarse creativamente en la sociedad, que sean personas de bien, con la capacidad de
formar y mantener una familia, un trabajo, tener amigos, ser buenos padres, buenos hijos,
buenos ciudadanos, con capacidad de ser felices, compasivos universales, que puedan
vivir su plena realización, alcanzar su iluminación espiritual.
La educación holísta se plantea como fundamento y referente teórico de las
competencias emocionales en la educación; porque se considera como una pedagogía
universal del amor, que significa ser un proceso de formación de seres humanos
integrales nutriendo lo mejor del espíritu, como la solidaridad, paz, concordia, tolerancia,
paciencia, dialogo, compasión, democracia, amor, etc.
Fuente: Educación Holísta para el siglo XXI, Ramón Gallegos Nava (2001)
http://www.ramongallegos.com/Ramon%20Gallegos%20-%20Educacion%20Holista%20-
%20Educacion%20holista%20para%20el%20siglo%20XXI.pdf
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
CAPÍTULO II
El presente documento, se elaboró a partir de una investigación documental, basándose
en las referencias y metodología de realización a partir del seminario de elaboración de
trabajo recepcional I y II, a cargo de la LEPPRI 2000 de la Universidad Pedagógica
Veracruzana, bajo la modalidad de monografía de compilación.
DELIMITACIÓN DEL TÓPICO DE ESTUDIO
El proceso de mi investigación inicia con la visualización de una problemática a tratar con
el tópico de estudio, dicho proceso comienza a partir de las observaciones a la práctica
docente realizadas durante mi servicio dentro de PAEC (Programa de Apoyo Educativo
Comunitario), en el cual estaba inscrita en jardines de Niños, dentro de los cuales me
percaté que son los eventos o reacciones emocionales los cuales hacen que los
estudiantes tengan problemas en su desempeño escolar, su socialización, así como su
desarrollo personal y social.
Dentro de las asignaturas que me fueron impartidas dentro de la Licenciatura en
Educación de la Universidad Pedagógica Veracruzana; tuve una acercamiento a la
temática abordada en el presente documento, pues fue en la materia de Afectividad y
socialización en donde pude analizar cómo es que las emociones, sentimientos y
afectividad tienen gran impacto en el desarrollo de los seres humanos, al mismo tiempo
reforzando dicha conclusión con asignaturas como Desarrollo del niño preescolar y
Desarrollo del niño y del adolescente.
Dentro de la problemática analizada con el desarrollo personal y social de los estudiantes
el cual impacta en su desempeño en la escuela, así como sus relaciones interpersonales
con compañeros, maestros y demás adultos dentro de la institución, fue como llegue a
plantear la idea que es el desarrollo emocional, lo que es necesario dar primordial
importancia dentro de las aulas de todo centro escolar.
Tratando de dar una solución a la problemática observada por mi parte, en el séptimo
bloque de la licenciatura, llevé a cabo la realización y aplicación de un proyecto de
innovación, en el cual mi hipótesis va dentro del enfoque de competencias emocionales,
en donde yo postulo que para el bienestar de los niños preescolares es necesario crear
situaciones didácticas donde se favorezca la autoestima y la identidad personal en los
menores.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
Desde el momento de la elaboración y puesta en marcha del proyecto de innovación fue
que me pareció de gran relevancia el permitir el favorecimiento de competencias que
fueran más allá de un saber o saber hacer, no sólo conocimientos y habilidades que
sirvan para el desempeño profesional, si no algo más subjetivo pero existente en la
conducta y sentir de cada individuo, por lo que mi perspectiva es la de favorecer
competencias emocionales como una necesidad social y formando parte esencial para la
Educación integral del siglo XXI.
El procedimiento con el cual se comenzó el análisis de competencias emocionales como
parte esencial de la educación integral del siglo XXI, requirió de una selección cuidadosa
de los temas a abordar, así como una planeación del trabajo; alterándose su elaboración
durante la ejecución de este, pero desde el principio se tuvo presente el tema central, por
lo cual se modelo la información mediante ese hilo conductor del proceso.
La selección de la temática que abordé durante este documento, como se puede notar no
se dio en el vacío, si no que fue llevada a cabo por la influencia de factores externos como
el contexto, el tiempo y la sociedad en donde me encuentro inmersa en la actualidad. Así
como también por factores internos que se describirán ampliamente párrafos adelantes. El
procedimiento selectivo que lleve a cabo fue con fuentes idóneas y veraces, así como que
mediante ello se pudiera percibir la importancia de las características de la problemática a
tratar.
Contexto de la investigación (factores externos)
El contexto como factor importante que enmarca la investigación es de considerar pues
esta es un fenómeno histórico-social, que sufre y disfruta de las presiones de la economía
y la política, por lo que puede contribuir y no en ellas (Garza, A. (2002). Por lo que mi
investigación sobre competencias emocionales como parte esencial para la educación del
siglo XXI, inicia en un momento crucial para la situación educativa de mi país, en donde
por políticas federales, se da una Reforma Educativa en la cual los enfoques de años
atrás cambian de enfoques.
Durante el ciclo escolar 2011-2012 entra en vigor la nueva Reforma Integral de Educación
Básica 2011, en la cual se reformulan los planes y programas de la educación preescolar,
primaria y secundaria, siendo necesaria la actualización docente, en donde en su material
de estudio se puede encontrar que la Educación Básica busca entregar las bases
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
necesarias para la vida de los estudiantes, teniendo como primicia el ―Educar para la
vida‖.
El tiempo o momento histórico es determinante en la perspectiva en la que se realiza la
investigación. A una década después del inicio del siglo XXI la sociedad se percata que la
actualidad está inmersa de grandes y veloces cambios en todos los ámbitos de la vida,
por lo que la humanidad hoy en día tiene que enfrentarse a un mundo muy cambiante. Por
lo que se plantea la necesidad en replantear las funciones de la labor Educativa (modulo
1:2011)
La época actual me parece ser parte medula en el momento de esta investigación, pues el
sistema educativo mexicano esta una etapa de transición, innovación y búsqueda de
ofrecer una educación más integral a los estudiantes, pues este proceso de cambio inicia
en el 2004 con la entrada en vigencia de un nuevo programa de educación preescolar con
enfoque constructivista, en donde toma en cuenta en todas dimensiones al desarrollo
infantil (afectivo, cultural, cognitivo y motriz) así como es que influyen en el aprendizaje
(PEP 2004).
La investigación sobre competencias emocionales dentro del ámbito educativo no tiene
mucha tradición debido a que las emociones son un aspecto un tanto subjetivo de calificar
o evaluar por parte de la labor docente. La Educación Emocional lo plantea como un tema
de estudio nuevo, por lo que aún faltan años y más investigaciones para ampliar la
información sobre como impactan en el trabajo escolar (Bisquerra, 2003).
Tomar en cuenta a la sociedad en esta investigación fue parte de la justificación de la
elaboración de la temática a desarrollar, porque la sociedad orienta las tareas de
investigación de acuerdo con los valores que profesa o que práctica, siendo que a
perspectiva de expertos como Une Brofenbrenner5, los cambios sociales han
desencadenado la problemática de la incompetencia emocional, que surge del seno
familiar e impacta en las relaciones intrapersonales e interpersonales de los integrantes
de una sociedad que se ve afectada por ello (Goleman, 1995).
Al principio se señaló que la investigación procura obtener información relevante,
fidedigna e imparcial, que permite extender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento. La
5
Psicóloga evolutiva de la universidad de Cornell (Citada por Goleman, 1995:47) que ha llevado a cabo un
estudio comparativo a escala mundial sobre bienestar infantil.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
información es relevante cuando tiene importancia no solamente para el investigador que
la obtiene sino además para el resto de la comunidad científica o la sociedad en general.
Teniendo como objetivo de investigación que el producto resultando sea útil en relación
con el estado de conocimiento sobre el tema, en el presente momento.
Factores internos o del investigador.
Entre los factores internos de la selección destacan la preparación, curiosidad,
imaginación, experiencia y filosofía del investigador. Siendo yo estudiante del último año
de la LEPPRI 2000 impartida por la Universidad Pedagógica Veracruzana quien a partir
de la curiosidad que me despertó dentro de las asignaturas de Socialización y Afectividad,
así como la de Desarrollo del niño preescolar y Desarrollo del niño y del adolescente,
quise abordar la temática de competencias emocionales en la educación.
Mi perfil a partir de cursar tres años dentro de la licenciatura así como el participar en
PAEC (Programa de Apoyo Educativo Comunitario); me han brindado la oportunidad de
observar los enfoques educativos así como la práctica docente, condicionando me con la
capacidad de análisis para reconocer una problemática y necesidad en la sociedad;
tratando de ofrecer por parte de la labor educativa una solución para socavar planteada
problemática con el favorecimiento de competencias emocionales dentro del sistema
educativo.
La curiosidad intelectual impulsa a buscar explicaciones satisfactorias sobre fenómenos,
que en ocasiones, para otros pasa desapercibidos (Garza, A. 2002). Por lo que a partir de
del análisis sobre la observación y práctica docente, llego a la conclusión de que hay
factores que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje, planteándose preguntas sobre
qué es lo que necesitan los niños dentro de la Educación Básica, para potencializar sus
capacidades y facilitar su aprendizaje.
Esbozando una necesidad de competencias que contribuyan al bienestar personal y
social, por lo que destaca el ofrecer a los alumnos ayuda para que desarrollen
competencias emocionales, con las cuales puedan sentir mejor y dar al mundo lo mejor
de sí. Pudiendo resaltar que para tal planteamiento la autora tuvo que construir ideas en
esta obra, vinculando las causas y consecuencias que acontecen alrededor del tema
enfocado a la educación.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
Mi experiencia personal y profesional permitió la familiaridad con el campo de
investigación, confrontar generalizaciones con casos concretos, intuir y desarrollar
hipótesis, acertar o equivocarse en los intentos de resolución de problemas y dominar los
aspectos prácticos de la investigación que inevitablemente, consumen una proporción
más alta cuando se trata del tiempo del principiante.
Mi filosofía permite señalar las áreas en que pude trabajar de acuerdo con los métodos
que tuve al alcance y confianza, así como la perspectiva en que planteo su elaboración de
acuerdo a mi cosmovisión, con la cual se enmarcó mi visión ideológica, reflejándose en la
composición y estética de la investigación sobre las competencias emocionales como
parte esencial de la educación del siglo XXI.
METODOLOGÍA
Se expone como tema de esta monografía, el análisis sobre las competencias
emocionales como parte esencial de la educación del siglo XXI, bajo especificaciones
técnicas y metodológicas en base a la investigación documental, lo cual se construyo
como un proceso mediante aplicación de métodos de investigación así como el manejo y
uso de la información, procurando obtener información relevante, fidedigna e imparcial,
para extender, verificar, corregir o ampliar el conocimiento sobre la temática de análisis.
Estructura de investigación.
La investigación del tópico de estudio, se compuso a partir de una serie de fases
sucesivas que se desarrollaron a partir de un orden cronológico, pero con cierta
flexibilidad, que se enumera de la siguiente forma:
1. Selección del tema
2. Planeación del trabajo
3. Acopio de la información
4. Interpretación de la información
5. Redacción del informe
1. Selección del tema
El primer paso para la elaboración de la presente obra, fue la delimitación del tema, lo
cual desde mi punto de vista fue una búsqueda de gran interés y afán por presentar un
análisis relevante y útil para la sociedad y comunidad educativa. “Cada momento de
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
búsqueda es un momento de encuentro” (Coelho, P. 1988) siendo el encuentro del
tema de competencias emocionales, lo que me impulso a descubrir información que
contribuya al hallazgo de enfoques, teorías y autores que contribuyan al análisis crítico
y reflexivo sobre tal.
Dicho momento de búsqueda, pasó por diferentes fases durante la investigación, en
primer lugar se definió la temática principal de acuerdo al PEP 2004 como identidad
personal y competencias emocionales, posteriormente se quiso abordar como
Educación Emocional propuesta del GROP de la Universidad de Barcelona;
concluyendo posteriormente de la elaboración del estado de la cuestión y el
tratamiento del tema, que la temática central de estudio siempre fue las competencias
emocionales como parte esencial de la educación integral del siglo XXI.
2. Planeación del trabajo.
Desde el principio se tuvo una idea general sobre la investigación de competencias
emocionales, obteniendo bibliografía provisional sobre tal tema a partir de
publicaciones de revistas electrónicas del GROP de Barcelona, y los enfoques de los
programas de estudio 2009 de México.
El objetivo de la investigación fue esclarecer la información encontrada sobre el tópico
de estudio, para hacer hincapié que es una parte de la educación que resulta
relevante y como punto principal para un mejor desempeño de los estudiantes,
planteando que la misión de la educación debe partir de brindar bienestar emocional a
sus alumnos para potencializar demás capacidades, y sobre todo el aprendizaje.
La recolección de la información fue un proceso arduo, se requirió de arduo trabajo de
análisis para contrastar dos enfoque principales, el del la Educación Emocional (que
surge de la Inteligencia Emocional (Goleman, 1995)), y el enfoque que plantea la RIEB
2011 como educación integral, ambas planteándose con metas que parten de la
necesidad social del siglo XXI de educar para la vida.
El programa de trabajo obedeció la metodología de sistematización de la elaboración
de la monografía para la Universidad Pedagógica Veracruzana, realizando en primer
lugar el estado de la cuestión (capitulo uno), en segundo el tratamiento del tema
(capítulo tres), en tercer momento la metodología (capítulos dos) y por último un
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
análisis crítico y las aportaciones del tópico de estudio en el campo de la educación y
la práctica docente (capítulo cuatro).
3. Acopio de la información.
En esta fase reconozco la aplicación de competencias de manejo, uso e interpretación
de la información. Aplicando la búsqueda de información al reconocer su necesidad,
comprendiendo los recursos informativos disponibles, como el uso de TIC´s, así como
consultas en bibliotecas de la ciudad (USBI y Humanidades), así mismo como
entrevistas a expertos en la temática abordada.
El acopio de la información requirió tiempo para la obtención de fuentes fidedignas,
como revistas electrónicas de educación, fotocopiado de libros sobre educación
emocional y educación afectiva, la obtención de planes y programas 2011, así como
material de cursos de actualización docente.
4. Interpretación de la información.
Analizar y tratar la información, no fue tarea fácil, pues en el transcurso de la
investigación mi perspectiva investigadora fue cambiante; queriendo resaltar en
primero momentos lo establecido en el programa de educación preescolar 2004,
posteriormente lo que constataba la Educación Emocional, para concluir que lo
relevante era abarcar la información de la Reforma Integral de la Educación Básica
2011; ya que se comenzó la investigación en pleno yacimiento de la RIEB 2011,
prometiendo resultar una exposición más amplia y útil para el momento de transición
en la que se encuentra el sistema educativo mexicano.
La información obtenida para la conformación del capítulo uno y tres, fue explorada,
organizada, para posteriormente seleccionar el contenido necesario y relevante para
que pudiera transformar la información de la investigación, en conocimiento personal.
Construyendo esquemas de conocimiento de la temática, para poder abordarla desde
un punto de vista crítico y analítico, contrastando enfoques y autores.
5. Redacción del informe.
En esta fase es necesario el haber transitado por las cuatro fases anteriores, para
poder aplicar la información en una redacción analítica, coherente y con sentido de
ética y responsabilidad sobre todo el contenido presentado. El objetivo de este
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
momento de la investigación es el ofrecer y comunicar los resultados correctos sobre
la temática de competencias emocionales como parte esencial de la educación
integral.
En la redacción se llevaron a cabo las siguientes etapas:
I. Formulación de un esquema para la redacción
II. Redacción del borrador
III. Revisiones y correcciones del borrador
IV. Redacción definitiva
Esta estructura de investigación es flexible, se explica a modo de que cada fase
precedente tiende a traslaparse con las siguientes, se ejemplifica con el momento de la
investigación al realizar el primer borrador del capítulo uno, se pudo verificar que al
termino del borrador del capítulo tres, la temática abordada en el estado de la cuestión ya
no era suficiente ni coherente con lo planteado en el tratamiento del tema.
Las operaciones y las fases posteriores ofrecen la oportunidad de revisar las anteriores, y
por lo general imponen la necesidad de modificarlas, como se mencionó en el ejemplo.
Mientras el informe de redacción definitiva no haya sido redactado, cada modificación de
una de las fases podrá tender a alterar las siguientes, en mayor o menor medida. Por lo
que la construcción de esta obra precedió y se modifico en los momentos necesarios
antes de su definitiva presentación.
La flexibilidad no debe confundirse con el desorden que dificulta o hace imposible la
investigación. La buena planeación y ejecución originales, de cada una de las fases, se
traduce normalmente en el camino más corto para concluir el trabajo. Por lo que es
importante destacar la unidad, y diferencia de cada uno de las actividades que estructuran
el trabajo de la investigación, la imposibilidad de realizar todas las actividades de forma
simultánea y la necesidad de planear el proceso de acuerdo con un orden lógico.
El orden lógico de la investigación permitió que las actividades fueran enfocadas en un
mismo sentido, el poder tener ventaja de los esfuerzos realizados, el minimizar la
operación de actividades inútiles y el reducir al mínimo los riesgo que ofrece el realizar
una investigación documental al azar.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
ENFOQUE CONSTRUCTIVISTA
El enfoque de la investigación, como de la temática es constructivista, pues se
considerara el aprendizaje de competencias emocionales (entre otras), como una
construcción del conocimiento centrada en el estudiante, que se influye por los factores
cognitivos, sociales y afectivos que la persona experimenta, es decir que el conocimiento
no es una copia de la realidad si no ―una construcción del ser humano‖; basándose en los
instrumentos que ya posee el individuo, los cuales ha adoptado por su interacción con el
medio que le rodea.
De enfoque constructivista es esta monografía, pues como se ha abordado la temática
desde el capítulo en donde se toma en cuenta como fundamentos postulados
constructivistas en donde lo importante es ofrecer a los educando de una educación para
la vida, en donde resaltan autores como Montessori, Ferreire y Freinet, además de tomar
en cuenta la realidad inmediata de cada individuo en la construcción de sus esquemas
mentales en donde intervienen factores internos y externos de desarrollo.
Los planes y programas educativos vigentes en México son de enfoque constructivista,
los cuales inician su renovación a partir del año 2004 con la entrada en vigencia del
programa de Educación Preescolar de ese mismo año, dentro del cual se menciona que
es de enfoque constructivista al tomar como parte de partida del proceso de enseñanza,
los procesos de desarrollo de los estudiantes, así como el brindarles herramientas para
desenvolverse en su actuar cotidiano (PEP 2004).
Desde este enfoque se puede mencionar que el aprendizaje, desarrollo o favorecimiento
de competencias sucede dentro de la psiquis humana en cualquier momento y a toda
hora, en dependencia con los factores externos e internos del individuo, así como de los
conocimiento previos que se posean, para que la nueva información se integre a los
esquemas ya establecidos y realmente haya una construcción del conocimiento.
El simple hecho de mencionar competencias es referir que este documento es de enfoque
constructivista, así como una educación para la vida, aprendizajes significativos y el que
los alumnos puedan desempeñarse en cualquier contexto, resolver problemas y tomar
decisiones responsables, mediante los conocimientos o competencias que la labor
educativa busca ofrecer.
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
La temática planteada sobre favorecimiento de competencias emocionales, hace hincapié
a la diversidad y que cualquier persona puede desarrollarlas sin importar su cultura, clase
social, nacionalidad, etc., al igual como lo planteo Goleman en 1995 estando en
contrapartida del elitismo, mencionando que cualquier persona puede ser inteligente
emocionalmente y así poder potencializar sus habilidades. El respeto y valorización de la
diversidad entra dentro de los enfoques de la RIEB 2011 que es constructivista.
La concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza parte del hecho obvio de
que la escuela hace accesible a sus alumnos aspectos de la cultura que son
fundamentales para su desarrollo personal, y no sólo en el ámbito cognitivo, la educación
es motor para el desarrollo globalmente entendido, lo que supone incluir también las
capacidades de equilibrio personal, de inserción social, de relación interpersonal y
motrices (Coll, C. et. Al. 1993).
Recalcando que estas capacidades mencionadas en el párrafo anterior entran dentro de
las competencias emocionales como el equilibrio personal y las relaciones
interpersonales, tomando en cuenta factores biológicos, psicológicos, cognitivos,
culturales y sociales, en donde cada individuo aprende o construye conocimientos sobre
el mundo a partir de lo que piensa y de lo que siente, siendo en esto último como es que
intervienen las emociones en la vida de cada persona.
Se comprende que el aprendizaje es fruto de una construcción personal, en la que no sólo
interviene el sujeto que aprende; si no que influyen los otros significativos, los agentes
culturales, que resultan ser piezas imprescindibles para esa construcción personal, ese
desarrollo que se ha mencionado, las emociones y como es que impactan en nuestra vida
es un aprendizaje que cada quien va construyendo de acuerdo a sus experiencias y
convivencia, por lo que el enseñar sobre ellas llega a mi planteamiento de favorecer
competencias emocionales para la vida, dentro de la labor educativo.
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CAPÍTULO III
LAS EMOCIONES
La palabra emoción proviene del latín e-motionis6, la cual se traduce a modo de que es un
impulso que conlleva a una respuesta, su raíz etimológica proviene de la palabra
movimiento y el prefijo ―e‖, la cual significa que habrá una reacción o respuesta; es puede
comparar con la tercera ley de newton (acción-reacción)7 en la cual a toda acción siempre
suscitará a una reacción, por lo que al ocurrir algún movimiento dentro de nuestro
panorama emocional se creará una respuesta a lo que percibimos, ya sea una reacción
neurofisiológica involuntaria como al sonrojarnos o una consciente como los sentimientos
al interpretar palabras ofensivas de un ser querido.
Antes de comprender lo que significa el constructo de competencias emocionales, es
importante considerar qué son las emociones humanas. Una emoción es un estado
complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que
predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta a
un acontecimiento externo o interno (Bisquerra, 2003:6)8, ocurriendo en consecuencia
de un evento percibido que excita o perturba al espectador, es decir a la persona.
En síntesis el proceso de la vivencia emocional se puede esquematizar así:
Fuente: Educación Emocional y competencias para la vida, Bisquerra (2003)
6
Diccionario de la Real Academia de la lengua Española, definición de emoción.
7
http://www.solociencia.com/cientificos/isaac-newton-tercera-ley-newton.htm
8
Educación emocional y competencias para la vida,( Bisquerra R., 2003).
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COMPONENTES DE LAS EMOCIONES9.
Las emociones se predisponen de acuerdo a los componentes que valoran el estimulo o
evento, tales componentes son el neurofisiológico, el conductual y el cognitivo. Estos
determinaran en qué modo se darán las reacciones de nuestro cuerpo ante algún suceso
que impacte en nuestro mundo emocional, como al responder ante un sismo, una
desilusión, un logro, una recompensa, alguna perdida, etc.
El componente neurofisiológico es el que se denomina como las respuestas involuntaria,
innatas o instintivas por lo que se da de forma automática e inconsciente, dentro de estas
se encuentran las respuestas de evitación, de huida y reacción ante algún peligro, por
ejemplo el miedo nos predispone a estar en alerta, nuestro sentido de la vista se agudiza
al igual que el oído para poder escapar u actuar de la mejor manera para salvarnos de
algo que nos pueda afectar, o por ejemplo la ira nos predispone a estar en posición de
ataque pues la sangre fluye más rápido, por lo que los músculos se preparan para entrar
en combate.
El componente conductual en ocasiones se llega a ocultar o disimular por el individuo,
pero no siempre pues este nos hace actuar acorde al evento percibido, por ejemplo ante
la amenaza inminente de peligro podemos notar el nerviosismo o el miedo en la conducta
de las personas, o al sentir vergüenza se nota el sonrojo en la cara, también se puede
mencionar sobre las expresiones faciales universales de los seres humanos, las cuales
nos demuestran en forma de conducta o expresión que experiencias emocionales
experimenta una persona, es así como explícitamente podemos comprender que significa
una sonrisa, la palidez, unos ojos de asombro y hasta un guiño de ojo.
El tercer componente es el cognitivo o la vivencia subjetiva, la cual hace que evaluemos
un estado emocional, etiquetándolo o nombrándolo en el interior de nuestra psiquis, al
tratar de clasificar los cambios y sensaciones que ocurren en nuestro sistema nervioso
que nos hacen actuar y sentir en consecuencia, cuando dotamos de significado esas
experiencias podemos decir si sentimos miedo, alegría, enfado, tristeza, etc.
El componente cognitivo es el que se denomina como los sentimientos, los cuales son
acciones emocionales voluntarias, que a comparación con las instintivas o involuntarias
que son las que se dan con los componentes neurofisiológicos, es que en estas si se
9
De Educación Emocional y competencias para la vida, (Bisquerra, 2003).
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COMPETENCIAS EMOCIONALES, PARTE ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL DEL SIGLO XXI
denomina emoción a los estados complejos con los que responde el organismo humano,
y en el cognitivo las emociones pasan a ser sentimientos lo cual es una sensación
consciente10.
Una emoción suele ser inmediata, espontanea y pasajera, donde su proceso es
entendido como la evaluación que realizan los centros emocionales del cerebro al
detectar un evento externo, posteriormente se produce la emoción con su
respuesta fisiológica involuntaria, luego esta información pasa al neocortex para
ser interpretada. Se produce de la siguiente forma:
1) Unas informaciones sensoriales llegan a los centros emocionales del
cerebro.
2) Como consecuencia se produce una respuesta neurofisiológica.
3) El neocortex interpreta la información.
El neocortex interpreta
Información sensorial A consecuencia, se
llega a centros
la información.
produce una respuesta
emocionales del cerebro
.
Para el psicólogo V.J Wukmir (citado por Bisquerra, 2003) la emoción es una
respuesta inmediata del organismo que informa el grado de favorabilidad de un
estímulo o situación, dicha valoración Lazarus (1991) (citado por Bisquerra, 2003)
estipula que puede tener varias fases; existiendo una primaria que interpreta la
relevancia del evento, evaluando si puede ser positivo o negativo para el individuo,
llegando a una valoración secundaria, en la cual se consideran los recursos
personales para poder afrontar la situación, es decir en qué condiciones se puede
hacer frente a tal evento.
Gran parte de lo que sucede en el cerebro cuando acontece una emoción, es de
forma inconsciente y en automático (Bisquerra, 2003). Es importante mencionar que la
mayoría de las emociones suscitan de esta manera, añadiendo también que se
10
Se denomina sensación consciente porque la emoción ha sido interpretada por el neocortex, lo cual son
los sentimientos, los cuales son experimentados por las personas y puede ser que ellas no sean conscientes
de sus propios sentimientos, lo cual requiere de autoconocimiento y autogestión (Goleman 1995, Psic. E.
Zamora, entrevista personal, 9 de enero de 2012).
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pueden clasificar las emociones como innatas y las voluntarias, distinguiendo a las
últimas como sentimientos (LeDeux, 1999:300 citado por Bisquerra, 2003).
Los sentimientos se consideran como una emoción consciente, no porque la persona
realmente se dé cuenta de lo que está sintiendo, si no que se define como tal por la
función del neocortex en un proceso cognitivo de darle significado a la emoción,
etiquetarla y otorgarle duración, debido al recuerdo o memorización de tal evento en la
psiquis del individuo. El sentimiento emocional, es un pensamiento que le otorga
duración a una emoción además de significado. Su fórmula es la siguiente:
EVENTO EMOCIÓN + PENSAMIENTO
SENTIMIENTO
EMOCIONAL
(ACTIVACIÓN – FÍSICA) (ETIQUETA COGNITIVA)
Lo que denominamos sentimientos dependen de nuestros pensamientos, por lo que
podemos controlar lo que sentimos mediante lo que pensamos. Es así como se puede
ejemplificar prematuramente lo que conlleva el objetivo de las competencias emocionales,
en donde el componente cognitivo es el de mayor relevancia al objetivar el desarrollo de
dichas competencias en ambientes educativos.
Pero lo difícil es llevar estas palabras a la práctica docente, en donde cambiar de
pensamientos que repercuten el sentir de los individuos requiere cambios de ideas
preconcebidas, actitudes y valores, es un reaprendizaje en donde hay que desaprender
para volver a aprender, lo cual es más difícil que comenzar de cero.
Comprender que son las emociones favorece al entendimiento de las competencias
emocionales, pues se llega a la comprensión de su significado, cómo se lleva a cabo su
sistema de acción y para qué son necesarias dentro de la vida de una persona; pues al
saber qué conllevan, será imprescindible para poder regularlas, conocer su consistencia
en nosotros y en los demás así como la comprensión de su influencia en las relaciones
intrapersonal e intrapersonales.
Dentro del análisis de lo que conllevan las emociones y sus procesos de acción, es
pertinente definir lo que es el temperamento en los humanos, pues es parte de la
personalidad y está íntimamente relacionado con la psicología de cada individuo, el
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