Tendencias pedagógicas que permean mi práctica de aula.
1. Tendencias pedagógicas que han permeada mi praxis.
¿Cómo su práctica de aula, se ve permeada por una de estas tendencias pedagógicas
y, por consiguiente, se puede constituir como una buena práctica docente?
No digamos que mi práctica de aula se ve permeada por una de estas tendencias
pedagógicas; más bien utilizo recursos de ellas, en la medida en que el contexto y la
situación de aprendizaje lo ameriten. Por ejemplo: bajo videos de sociales, de
matemáticas, de lengua castellana, de educación física, de ciencias naturales, y los
observamos en el salón de clase y vamos haciendo aclaraciones, despejando dudas,
haciendo preguntas y comentarios que los niños quieran hacer respecto al tema que
estamos viendo en el video. Aquí estaríamos utilizando la tendencia invertida con
cierta diferencia.
También utilizo el aprendizaje vivencial, en la medida en que llevo a los niños a
contrastar la teoría con la práctica, cuando estos miden el salón de clase y encuentran
su área y su perímetro; dividen en forma práctica la longitud de la circunferencia, entre
la longitud del diámetro, para encontrar y demostrar el valor del pi (3,14).
Pero también aplico el aprendizaje flexible, cuando le doy el espacio a los estudiantes
para que trabajen a su ritmo con las cartillas y lo hagan en grupo en forma
colaborativa o en su casa, cuando por cualquier circunstancia se atrasan en su
proceso.
De igual manera, utilizo el aprendizaje por proyecto, cuando ejecutamos un proyecto
productivo con fines de beneficio estudiantil o institucional, en el que nos proponemos
una meta planteada en el proyecto en cuanto al proyecto en sí, y metas de
aprendizaje, cuando el mismo proyecto lo utilizamos para aplicar matemáticas,
ciencias naturales, ética, etc.
2. El esbozo anterior, me permite concluir que estoy haciendo uso de una pedagogía
“Híbrida” o “ecléptica”.
Independientemente de que cada docente se ubique en una u otra tendencia
pedagógica, no es posible quedarse encerrado en una sola de ellas, porque
empobrecería su práctica como tal, puesto que la pedagogía, más que una práctica
rutinaria y de unas teorías estáticas, es un quehacer dinámico y cambiante, dadas las
influencias de la cultura, el consumismo, los diseños desde perspectivas capitalistas,
las múltiples transversalizaciones e influencias externas que recibe etc, etc.
En una consideración personal, me permito afirmar que el problema de la educación
en Colombia como en otros países, no es tanto pedagógico, sino más bien del interés
de la clase capitalista, que aunque pregonen la calidad de la educación, lo hace desde
un discurso demagógico, porque todos sabemos que eso no es cierto. Que han
permitido, incluso, la mediocridad en la formación de los docentes por parte de las
universidades que se lucran con el capital y las élites con lo que quieren: un pueblo
incapaz de ver que lo tienen sometido a la explotación, la alienación y a la miseria.