Psicología: Revista sobre las bases de la conducta humana.pdf
TRAUMATISMO CRANEOENCEFELICO - MACIZO FACIAL.
1. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
ESCUELA DE MEDICINA
CÁTEDRA DE oftalmología
• Chango Catherin
• Cabascango Yadira
Décimo semestre
2017
2. https://radiodiagnosticando.com/2016/08/03/traumatismo-craneal-tce-hemorragias-intra-y-extraaxiales-lesion-axonal-difusa-y-lesiones-secundarias/
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO
Es una lesión directa de las estructuras craneales, encefálicas o meníngeas que se presentan
como consecuencia de un agente mecánico externo y puede originar un deterioro funcional del
contenido craneal.
La alteración de la función cerebral se define como uno de los siguientes signos clínicos:
• Pérdida o disminución del nivel de conciencia.
• Pérdida de la memoria de eventos inmediatamente anteriores o inmediatamente posteriores
del traumatismo
• Déficits neurológicos (astenia, pérdida del equilibrio, trastornos visuales, dispraxia
paresia/plejía, pérdida sensitiva, afasia, etc.)
• Alteración del estado mental al momento del traumatismo (confusión, desorientación,
pensamiento ralentizado, etc.
4. Según la puntuación en la escala
de coma de Glasgow (ECG)
Desde el punto de vista clínico el traumatismo se puede clasificar
según la puntuación en la escala de coma de Glasgow
(ECG) que tiene en cuenta la respuesta motora, ocular y verbal.
• Leve (ECG 13-15)
• Moderado (ECG 9-12)
• Grave (ECG menor o igual a 8)
D. Gorostiza Laborda. 2014. Traumatismo craneoencefálico: un proceso dinámico. SERAM 2014 /
S-0297. Sitio web.http://dx.doi.org/10.1594/seram2014/S-0297
En la actualidad existen dudas de si clasificar a los
pacientes con ECG de 13 como TCE moderado con las
implicaciones terapéuticas que supone dicho cambio.
5. CUANDO HACER TC?
En el TCE leve existen distintas guías de consenso para determinar en qué pacientes se debe
realizar TC craneal.
D. Gorostiza Laborda. 2014. Traumatismo craneoencefálico: un proceso dinámico. SERAM 2014 / S-0297. Sitio
web.http://dx.doi.org/10.1594/seram2014/S-0297
TAC en las primeras 8 horas tras TCE. Si
ya han transcurrido mas de 8h el TAC debe
realizarse inmediatamente
Existe consenso en la realización de TC
craneal en los pacientes con
traumatismo moderado o grave.
6. Según la presencia en el TC de lesión
Otra forma de clasificación del TCE es según la presencia en el TC de lesión.
Focal : considerándola aquella con un volumen mayor o igual a 25cc
Difusa : cuando no exista lesión focal. Marshall se basó en estos hallazgos para clasificar el TCE
en seis categorías con valor predictivo.
D. Gorostiza Laborda. 2014. Traumatismo craneoencefálico: un proceso dinámico. SERAM 2014 / S-0297. Sitio
web.http://dx.doi.org/10.1594/seram2014/S-0297
7. Desde el punto de vista cronológico.
Las lesiones primarias son aquellas que se producen inmediatamente y como causa del impacto
mientras que las lesiones secundarias se producen como consecuencia de la respuesta fisiológica al
daño inicial o como complicación del mismo, pueden aumentar la lesión inicial o provocar nuevas
lesiones y son potencialmente previsibles.
Lesiones primarias
1) Las fracturas
2) hemorragias extraxiales (hematoma subdural,
hematoma epidural y hemorragia subaracnoidea)
3) lesiones intraxiales (lesión axonal difusa, contusión
cortical, hematoma intraparenquimatoso, hemorragia
intraventricular y de plexo coroideo.)
Lesiones secundarias
1) Herniación
2) El infarto
3) hemorragias secundarias
4) Edema cerebral difuso
5) Lesiones por hipoxia.
Esta clasificación sin embargo, es arbitraria ya que las lesiones en el traumatismo
craneoencefálico no son estables y pueden evolucionar hacia la gravedad en un espacio
de tiempo muy corto.
9. 1. Fractura de cráneo.
Se produce en dos tercios de los pacientes con traumatismo craneal pero hasta el
25-35% de los pacientes con lesiones graves no presentan fractura.
Existen distintos tipos:
Lineales, que pueden producir hematomas epi y subdurales
Deprimidas, pueden producir lesiones en el parénquima.
Diastásicas
Conminuta
Es importante tener en cuenta las fracturas de la base de cráneo ya que pueden
lesionar estructuras vitales como el segmento petroso o cavernoso de la arteria
carótida interna, seno transverso y sigmoide, nervios craneales y estructuras del oído
medio e interno
10. 2- Hematoma epidural.
Se produce por la interposición de sangre entre el periostio y la duramadre.
Hasta el 30% pueden tener una aparición retardada a las 24-48 horas.
Tienen una morfología lenticular y se caracterizan por no cruzar las suturas pero si los
senos venosos.
Se producen con frecuencia en las fracturas del temporal por laceración de la arteria meníngea
media
La mayoría tienen una densidad uniformemente alta. Cuando existen áreas de densidad mixta sugiere la
presencia de hemorragia en distintos estadios: las zonas hiperdensas indican hematoma agudo. Estos
hematomas con distintas densidades tienen peor pronóstico ya que tienen una mayor tendencia al
crecimiento que los hematomas epidurales homogéneos.
Son frecuentes las herniaciones secundarias y cuando cronifican pueden calcificar
11. Fig. 6: A: Ventana de parénquima. Lesión extraaxial biconvexa hiperdensa y homogénea frontal
derecha en relación con hematoma epidural agudo. B: Ventana ósea: Fractura temporal derecha
(flecha). References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
12. Fig. 7: A: Ventana de parénquima. Hematoma epidural crónico frontal izquierdo calcificado. B: Rx
cráneo: Calcificación de hematoma epidural. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
13. 3- Hematoma subdural
Se produce por la interposición de sangre entre la duramadre y la aracnoides como
consecuencia del desgarro de los senos y las venas corticales.
En los ancianos puede no haber historia de traumatismo.
Tiene morfología de semiluna y cruza las suturas pero no los senos venosos.
Aparecen en la zona del impacto y en la zona opuesta (golpe-contragolpe) Fig. 8 .
En la fase aguda son hiperdensos en el TC salvo en las coagulopatías o anemias
severas que pueden ser isodensos con la corteza.
Pueden evolucionar hacia la cronicidad haciéndose hipodensos e incluso calcificarFig. 9 .
14. Fig. 8: A: Ventana de parénquima: Hematoma epidural temporal derecho en zona del golpe (flecha
blanca) y hematoma subdural izquierdo en zona de contragolpe con contusiones corticales (flecha roja).
B: Ventana ósea: fractura temporal derecha (flecha) References: hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
15. Fig. 9: Colección extraaxial con
morfología de semiluna hipodensa y
homogénea frontal derecha en
relación con hematoma subdural
crónico (flecha). Contusiones
corticales frontales izquierdas (cabeza
de flecha). References: hospital de
Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
16. 4- Hemorragia subaracnoidea traumática
(HSA)
Se produce por la rotura de vasos piales o aracnoideos.
En el TC se observa hiperdensidad de los surcos de la convexidad y/ o de las cisternas de la
base Fig. 10 .
La HSA localizada en las cisternas tiene peor pronóstico que la localizada en los surcos de la
convexidad.
Como complicación se puede desarrollar hidrocefalia y vasoespasmo.
Es importante distinguirlo de la pseudohemorragia subaracnoidea que se describe más adelante.
17. Fig. 10: Hemorragia subaracnoidea en
cisura de Silvio derecha References:
hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
18. 5. Contusiones corticales
Son las lesiones parenquimatosas más frecuentes y se producen por el golpe del encéfalo contra un
saliente óseo, por ello, las localizaciones más frecuentes son las crestas de los giros de los lóbulos
temporales, las bases de los lóbulos frontales y parasagitales.
Aparecen como hemorragias puntiformes en las crestas de las circunvoluciones y pueden
tener una distribución de golpe-contragolpe al igual que los hematomas subdurales. Se pueden
extender o no a la sustancia blanca subcortical y con el paso del tiempo aparece edema vasogénico
y efecto de masa. Fig. 11 Fig. 12 Fig. 13
El TC presenta limitaciones cuando son mínimamente hemorrágicas, se encuentran cerca del
hueso y por los artefactos que puede producir la fosa posterior por lo que la RM es más sensible
para su detección.
19. Fig. 11: TC de urgencias en paciente tras accidente de tráfico. Glasgow 8. Contusiones focales
hemorrágicas frontal y temporal bilateral, contusión parenquimatosa en ganglios de la base izquierdos
y hemorragia subaracnoidea focal. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
20. Fig. 12: Evolución: Tc del mismo paciente que Fig 11 realizado 24 horas después. Aumento de las
contusiones focales hemorrágicas izquierdas. Contusiones focales y hematoma subdural derechos.
Hemorragia subaracnoidea. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
21. Fig. 13: Golpe-contragolpe. Traumatismo occipito-parietal derecho con hematoma subdural laminar y
contusión con extensión parenquimatosa y edema asociado. Contragolpe fronto-basal izquierdo también
con edema. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
22. 6. Hematomas intraparenquimatosos
Se pueden producir de forma directa o por
coalescencia de contusiones corticales.
Se originan como consecuencia del
cizallamiento y disrupción de pequeños
vasos sanguíneos perforantes.
La lesión puede no verse en el TC
inicialmente pero la puntuación Glasgow
suele ser baja.
Fig. 14: TC inicial: hematoma subdural laminar izquierdo. Tc 24 horas después: hematomas
intraparenquimatosos frontales bilaterales con edema asociado. References: hospital de Cruces -
Barakaldo, Vizcaya/ES
23. 7. Hemorragia intraventricular
Se puede producir por desgarro de las venas
subependimarias de la superficie de los ventrículos, por
extensión de un hematoma parenquimatoso o de una
hemorragia subaracnoidea o por un traumatismo
penetrante.
La hemorragia intraventricular aislada es rara y suele
asociarse a hemorragia subaracnoidea y contusiones.
Los pacientes con hemorragia intraventricular pueden
desarrollar hidrocefalia no comunicante como
consecuencia de la obstrucción del acueducto
Fig. 15: Hemorragia intraventricular con hidrocefalia
secundaria. References: hospital de Cruces -
Barakaldo, Vizcaya/ES
24. 8. Lesión axonal difusa
Se produce por fuerzas de aceleración-desaceleración entre zonas del cerebro ancladas de forma distinta y que no
se mueven igual. Estas fuerzas van a producir una lesión del axón con pérdida neuronal.
Se suele observar pérdida de conciencia en el momento del impacto y está asociado con una alta mortalidad.
Suelen ser multifocales y bilaterales pero su apariencia depende de la presencia de hemorragia (donde
observaremos hiperdensidades puntiformes en el TC) o no. Es por ello que el TC tiene una utilidad
limitada cuando no existe lesión vascular siendo la RM más sensible para su detección.
Existen distintos grados según la localización:
• Grado I: afecta sólo a la interfase sustancia gris-
sustancia blanca.
• Grado II: Grado I + lesión del cuerpo calloso
• Grado III: Grado II + lesión en la cara dorsolateral de la
parte superior del troncoencéfalo.
En la evolución se produce atrofia progresiva
25. Fig. 16: Lesión axonal difusa grado I con afectación de la interfase sustancia gris-sustancia
blanca fundamentalmente de la región parasagital de los lóbulos frontales y periventricular de
los lóbulos temporales. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
26. Fig. 17: Secuencia FLAIR. Lesión axonal difusa grado II afectando al cuerpo calloso además de
a la interfase sustancia gris-sustancia blanca. References: hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
27. Fig. 18: Evolución de un paciente con lesión
axonal difusa donde se observa atrofia del
hemisferio derecho fundamentalmente.
References: hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
28. LESIONES SECUNDARIAS
La mayoría de las lesiones secundarias son debidas al aumento de la presión
intracraneal o a las herniaciones cerebrales y son potencialmente
prevenibles con una adecuada estabilización.
Esta clasificación es aleatoria ya que el TCE supone un daño progresivo y produce
una secuencia continua de acontecimientos.
29. 1. Edema cerebral difuso
Suele desarrollarse a las 24-48 horas del traumatismo.
Radiológicamente el edema produce efecto de masa que borra los surcos y las cisternas de la
base y condiciona una pérdida de la interfase sustancia gris-sustancia blanca.
Este aumento de la presión intracraneal puede producir herniación.
Es importante conocer dos signos relacionados:
El signo del cerebelo blanco en el que el cerebelo está hiperdenso en comparación con la
hipodensidad supratentorial. Se debe a que los fenómenos hipóxico-isquémicos respetan
parcialmente al cerebelo. Es un signo de mal pronóstico. Fig. 19
El signo de la falsa hemorragia subaracnoidea que se puede observar en el TCE agudo
cuando se está produciendo edema cerebral y herniación transtentorial. El encéfalo aparece
hipodenso respecto a la duramadre y la sangre circulante que aparecen inusualmente
hiperdensos. Fig. 20 Fig. 24
30. Fig. 19: Signo del cerebelo blanco: el
cerebelo está relativamente hiperdenso en
comparación con los hemisferios cerebrales
edematosos. References: hospital de Cruces
- Barakaldo, Vizcaya/ES
Fig. 20: Signo de la falsa hemorragia subaracnoidea: la
duramadre y la sangre circulante aparecen inusualmente
hiperdensas. Existe obliteración de los surcos de la convexidad
y de las cisternas por el edema. References: hospital de Cruces
- Barakaldo, Vizcaya/ES
31. 2. Herniaciones encefálicas
Subfalcial: se produce la herniación de la circunvolución del cíngulo a través de la hoz. Cuando es
amplia se produce la compresión del ventrículo ipsilateral y se contrae el contralateral por
obstrucción del agujero de Monro. Puede producirse desplazamiento vascular de la arteria cerebral
anterior y de las venas subependimarias profundas produciendo isquemia.
Descendente: por el descenso del contenido supratentorial a través de la tienda del cerebelo con el
consiguiente riesgo de compresión del troncoencéfalo, de las arterias perforantes y de la arteria
cerebral posterior
Amigdalar: por descenso de las amígdalas por el agujero magno.
Ascendente: del contenido infratentorial a través de la tienda
32. Fig. 21: Paciente que sufrió TCE hace tres días, en la actualidad disminución del nivel de
conciencia. Presenta hematoma subdural heterogéneo fronto-temporal derecho (flecha
blanca) y herniación transtentorial descendente (flecha naranja) References: hospital de
Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
33. Fig. 22: Hernia ascendente: Fractura occipital izquierda (flecha blanca) con hematoma
parenquimatoso en hemicerebelo izquierdo (flecha naranja) que condiciona una herniación de
la superficie superior del cerebelo a través de la incisura de la tienda (flecha roja) References:
hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
34. 3. Infarto encefálico post-TCE y hemorragia
secundaria
Muesca de Kernohan: se trata de una isquemia o necrosis hemorrágica del pedúnculo cerebral
contralateral a la lesión supratentorial. Se produce por una herniación transtentorial descendente como
consecuencia de una lesión supratentorial que produce una compresión del pedúnculo contralateral
Fig. 23.
Hemorragia de Duret: es una hemorragia secundaria del mesencéfalo como consecuencia de una
herniación transtentorial descendente que comprime el tronco y las arterias perforantes. Es un signo
de mal pronóstico Fig. 24.
Infarto encefálico post-TCE como consecuencia de la herniación, afectando a la arteria cerebral
anterior o a la posterior Fig. 25 .
35. Fig. 23: Muesca de Kernohan (flecha). Hematoma
subdural crónico fontal izquierdo que condiciona una
herniación transtentorial descente y compresión del
pedúnculo contralateral (muesca de Kernohan).
References: hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
36. Fig. 24: Hemorragia de Duret (flecha) y
signo de la falsa hemorragia
subaracnoidea. References: hospital de
Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
37. Fig. 25: A: TCE frontal con hematomas parenquimatosos frontales bilaterales y herniación transtentorial con
borramiento de cisternas de la base. B: 4º día postoperatorio: isquemia del territorio de ambas arterias cerebrales
posteriores References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
38. 4. Lesiones Vasculares:
Disección: es un desgarro de la íntima q produce una falsa luz donde entra sangre, produciendo un
hematoma intramural. Ocurre en los segmentos de arteria libres. Como consecuencia de la disección
se pueden producir émbolos e infartos secundarios o oclusión de la luz del propio vaso
Pseudoaneurisma
Rotura del vaso
Trombosis venosa
Fístula arteriovenosa
39. Fig. 26: Disección vertebral izquierda que produjo un embolismo e infarto cerebeloso izquierdo. Difusión
con mapa ADC: Restricción a la difusión en hemisferio cerebeloso izquierdo en relación con infarto agudo.
AngioRM: asimetría de las arterias vertebrales presentando la izquierda una luz verdadera de menor
tamaño. References: hospital de Cruces - Barakaldo, Vizcaya/ES
40. Fig. 5: Fístula carótido-cavernosa A: Fractura del clivus B: Tres meses después acude por soplo en órbita
izquierda. En la arteriografía se observa como durante la inyección intraarterial hay ausencia de relleno del
árbol vascular y existe una fístula que produce relleno venoso. References: hospital de Cruces - Barakaldo,
Vizcaya/ES
41. PRONOSTICO
Dada la morbimortalidad del TCE grave, existe la necesidad de determinar elementos que
permitan predecir la evolución de los pacientes con el fin de poder administrarles
el tratamiento idóneo para recuperar o evitar más daño cerebral, reducir la incertidumbre al
asignar un pronóstico y ayudar en la toma de decisiones.
Según la International Mission on Prognosis and Analysis of Clinical Trials in TBI, los cuatro
factores pronósticos independientes más eficaces en el TCE son la edad, la
puntuación motora de la ECG, la respuesta pupilar y, desde el punto de vista de la
imagen, la clasificación de Marshall junto con presencia/ausencia de hemorragia
subaracnoidea.
42. La Clasificación de Marshall (1991)
Constituye el método morfológico predictivo más universalmente utilizado en el TCE. Clasifica los hallazgos
radiológicos del TC en seis categorías de lesiones que tienden a compartir curso clínico, incidencia de HTIC,
complicaciones y manejo terapéutico requerido.
Los tres parámetros radiológicos en los que se basa son el estado de las cisternas mesencefálicas, el
grado de desviación de la línea media (en milímetros) y la ausencia/presencia y tamaño (en centímetros
cúbicos) de las lesiones focales:
• Dentro de los grados I-IV la
mortalidad es directamente
proporcional a la propia clasificación,
• Dentro de los V-VI es muy superior
en las lesiones no evacuadas.
• La mortalidad de los grados III y V
son equiparables.
• La presencia de HSA se considera
factor agravante dentro de cada
grado.
43. Trauma máxilo facial
Trauma contuso o penetrante que causa una lesión en el área del macizo facial,
determinado por tres áreas bien definidas el tercio superior, medio e inferior del rostro
incluye la afectación del tejido óseo, blando y las estructuras alveolo dentarias.
Representan un reto dada la complejidad del
esqueleto facial debido a que se relaciona con
estructuras y elementos anatómicos vitales, por lo
que el manejo de sus lesiones requiere de un
diagnóstico oportuno y de un manejo de urgencia
adecuado.
45. 1/3
superior
1/3
medio
1/3
inferior
Frontal
Desde la inserción del
cabello o punto Triquion
hasta los arcos supra-
orbitarios
Maxilar superior
Huesos nasales
Malar y temporales
Orbita, Ap Zigomática
Fosas nasales
Cavidad oral
Maxilar inferior
CLASIFICACIÓN DE LOS SEGMENTOS CRÁNEO FACIALES
46. A. Tercio superior
1. Fracturas del hueso frontal:
La Fractura de la pared anterior del seno frontal, que no involucra riesgo si no
presenta desplazamiento, si esta desplazada, se lleva a cabo la elevación y
recuperación del contorno de la lamina anterior.
La Fractura de la pared posterior del seno frontal que representa mayor riesgo por
su relación directa con el endocráneo, se pueden presentar fracturas conminutas,
desplazadas o ambas.
47. Diagnostico
La radiografía simple puede ayudar en el diagnóstico de grandes lesiones, sin embargo la
tomografía computarizada (TC) es el examen que permite una mayor exactitud diagnóstica
respecto de las paredes del seno frontal
48. B. Tercio medio del rostro
Estructura de mayor complejidad.
Fracturas complejas, multifragmentarias en las que participan varios huesos.
Se puede ver afectado por fracturas de trazo unilateral (más frecuentes) y de trazo
bilateral (más complejas)
Las fracturas unilaterales del tercio medio facial se pueden dividir en tres
complejos; tenemos el complejo naso-maxilar, el complejo máxilomalar y el
complejo témporomalar
49. LAS FRACTURAS DE TRAZO
UNILATERAL
• Comprende los huesos propios
nasales y la apófisis ascendente
del maxilar superior
• Producir fracturas a nivel de:
Huesos nasales propios
(pirámide nasal), y en la apófisis
ascendente del maxilar superior.
1. Complejo
naso-maxilar:
• Comprende al maxilar superior
excepto su apófisis ascendente
y la porción orbitaria del malar.
• Dando fracturas a nivel: pared
anterior del maxilar, impactación
malar, fractura en el piso de
órbita (blow-out), en el reborde
alveolar (parcial o total), y en la
región dento-alveolar
2. Complejo
máxilo-malar:
• Comprende a la apófisis
cigomática del malar y del
temporal.
• Produciendo fracturas a nivel
anterior, posterior o temporal y
media del hueso malar.
3. Complejo
témporo-
malar:
50. FRACTURAS NASALES
La nariz es la región facial que se fractura con mayor frecuencia.
Los pacientes se presentan algunas veces con inflamación, epistaxis, desviación
septal, dolor local, crepitación asociada a la fractura conminuta de los huesos
nasales y a enfisema en los tejidos blando.
51. Diagnostico
La radiografía simple de huesos propios (perfilograma) complementada con una
radiografía Waters o de senos paranasales es útil en el diagnóstico.
El diagnostico por TC no es obligatorio, pero se solicita para descartar otras
lesiones.
El tratamiento inmediato consiste en reducción de la pirámide y el tabique,
seguida de una férula nasal.
A pesar de la reducción temprana, casi siempre hay alguna deformidad o
desviaciones residuales, las cuales ameritan rinoplastia formal en forma electiva,
cuando ceden la inflamación y la equimosis.
52. FRACTURAS ORBITARIAS
Se han descrito tres patrones de fracturas orbitarias
internas:
1. Las fracturas lineales mantienen alguna unión por el periostio
por lo que no suele haber herniación de contenido, aunque
puede haber aumento de volumen orbitario que genere
enoftalmos más tardío.
2. Las fracturas por estallido o blow-out son las más comunes.
Se limitan a la parte medial del piso y la inferior de la pared
medial de la orbita.
3. Las fracturas complejas de órbita son extensas, afectan a dos
o más paredes y suelen extenderse a la región posterior
afectando también el canal óptico
53. Diagnostico
A la hora del
diagnóstico las
RX simple
orientación
inicial.
La TC es la
técnica estándar
en el diagnóstico
de estos
traumatismos TC
sin contraste
Otras técnicas
también son
válidas como la
resonancia
magnética (RM),
TC con contraste,
reconstrucción
3D de TC,
ultrasonografía
oftálmica,
angiografía o
estudio de
Doppler color,
que son útiles
como estudios
complementarios.
El manejo inicial
de este tipo de
lesiones
requiere
evaluación de un
oftalmólogo,
posibles daños
en el bulbo
ocular, el
tratamiento
quirúrgico, lo
definirá la
presencia de
signos clínicos.
Es clínico y los signos van a
depender de las paredes que
fueron afectadas
Síntomas
incluyen
hematoma
palpebral y
subconjuntival,
diplopía,
entumecimiento
en la distribución
del nervio
infraorbitario y
trastornos en la
agudeza visual.
54. FRACTURAS COMPLEJO NASO-
ORBITO-ETMOIDAL
Las fracturas naso etmoidales
incluyen las lesiones de la nariz y
los procesos frontales de la
maxila.
El diagnostico debe
sospecharse cuando existe el
antecedente de hemorragia
nasal, fracturas conminutas
deprimidas, deformidad nasal
acompañada de sensibilidad y
dolor en el proceso frontal de la
maxila y hematomas
palpebrales bilaterales.
La TC se mantiene como la única
prueba confiable para confirmar
el diagnostico.
55. FRACTURA DEL HUESO CIGOMÁTICO
Es una fractura muy
común en este
territorio después
de las nasales y
mandibulares.
Forma la porción
lateral e inferior de
la orbita.
Dentro de los
signos y síntomas
clínicos incluyen:
Diplopía, trismo, depresión
de la eminencia
cigomática, hemorragia
subconjuntival, parestesias
en la región del nervio
infraorbitario y epixtasis
ipsilateral.
La radiografía de Waters que permite
observar bien el marco orbitario, las suturas
fronto-cigomática, reborde infraorbitario y
proceso cigomático-alveolar.
La radiografía de Hirtz que permite visualizar
los arcos cigomáticos.
Sin embargo el estudio de elección es la
TC.
56. Fracturas de trazo bilateral del tercio
medio facial
Son más complejas pero menos frecuentes, aproximadamente 15% de todas
ellas.
La clasificación más empleada para las fracturas maxilares es la del francés René
Le Fort (1901), que distingue tres tipos: Le Fort I u horizontal, Le Fort II o
piramidal, Le Fort III o disyunción cráneo maxilar
57. FRACTURA DE MAXILAR SUPERIOR
Mala oclusión, movilidad maxilar, perdida dentales, fascies elongadas.
• Fractura de Le Fort 1: el trazo de fractura
es horizontal, por encima de los ápices de los
dientes superiores, afectando al seno maxilar,
al septum nasal, al hueso palatino y a la
apófisis pterigoides del esfenoides.
• Fractura de Le Fort II (Fractura
piramidal): la línea de fractura se extiende a
través de los huesos propios nasales y el
septum hacia abajo y hacia atrás por la pared
medial de la órbita, cruza el reborde
infraorbitario y pasa por el arbotante
zigomático-maxilar.
58. Fractura de Le Fort III (Disyunción
craneofacial): es una verdadera separación de
los huesos de la base del cráneo.
El trazo de fractura pasa por la sutura
nasofrontal, por la pared medial de la órbita
hasta la fisura orbitaria superior, de ésta a la
fisura orbitaria inferior y por la pared lateral de
la órbita hasta la sutura cigomaticofrontal y
cigomaticotemporal.
Hacia atrás se fracturan las apófisis pterigoides
del esfenoides, normalmente a un nivel superior
al que aparecen en las otras fracturas de Le
Fort.
59. C. Tercio inferior del rostro
Corresponde al hueso mandibular con sus respectivas piezas dentales.
La mandíbula ocupa el segundo lugar en frecuencia entre los huesos faciales
lesionados y representa 10 a 25% de todas las fracturas faciales.
El cóndilo y el ángulo son las dos regiones mas comunes de fracturas
mandibulares. Las fracturas mandibulares se pueden clasificar según la región
anatómica afectada.
60. Clasificación
1. Fractura de
la sínfisis
mandibular
2. Fractura
parasinfisiaria
3. Fractura del
cuerpo
mandibular
4. Fractura del
ángulo
mandibular:
5. Fractura de
rama
mandibular
6. Fractura del
cóndilo
mandibular
7. Fractura del
proceso
coronoides
61. • TAC: Gold Standard
• Dependiendo del equipo usado pueden realizarse
reconstrucciones tridimensionales que pueden orientar
mas sobre las características espaciales de las fracturas
para su resolución.
• RM: Para lesiones de partes blandas principalmente.
• Arteriografía : Para diagnóstico y terapéutica por
embolizaciones de zonas con hemorragia no controlable.
Diagnóstico
62. RADIOGRAFIAS
Proyección de Caldwell: AP de cráneo.
Permite evaluar seno frontal, hueso frontal,
celdas etmoidales, unión cigomático
frontal, reborde orbitario.
Posición : prona, frente y nariz sobre placa
y el rayo entra posterior al nivel de la
boca.
Seno frontal
Septum nasal
Angulo mandibular
63. RADIOGRAFIAS
Proyección de Waters:
Principalmente usada para Fracturas de
tercio medio facial.
Evalúa órbitas, malares, arcos
zigomáticos, maxilares, seno maxilar,
hueso nasal, reborde orbitario.
Posición: Posición prona,
con mentón apoyado
sobre placa y la nariz
elevada a 4 cm de la
misma; el rayo entre por
el occipucio.
Seno
maxilar
Arco
zigomático
Apófisis
coronoides
Huesos
nasales
Malar
64. Radiografias
Proyección de Towne:
Se aprecia los cóndilos, el
hueso occipital y el
septum nasal.
Posicion: Occipucio sobre
placa; rayo entra en
angulo de 35º caudal a
traves del frontal.
66. RADIOGRAFIAS
Proyeccion de Hirtz
Base del cráneo
Para diagnosticar fracturas de arco
cigomático.
Posicion del Paciente:
1. Decúbito Dorsal:se colocan almohadas debajo de los
hombros de esa manera se logra desflexionar la cabeza.
2. Sentado:la espalda del paciente apoya contra una silla de
respaldo alto desflexionando la cabeza contra el potter mural
3. Decúbito Ventral:el paciente desflexionara la cabeza hasta
lograr el paeralelismo del PLANO ANTROPOLÓGICO con el
plano de apoyo.
Visualizacion: Se ve la base del cráneo, los senos frontales,
las fosas nasales, la órbita, el seno maxilar, el seno
esfenoidal, rinofaringe, agujero redondo menor y el oval. Los
peñascos, la columna cervical, el agujero occipital, apofissis
odontoides y el mastoides.
67.
68. (a) TCMS corte axial. Fractura de la
pared interna de la órbita izquierda
(flechas) con afectación de las celdillas
etmoidales anteriores y medias. (b)
TCMS corte axial ventana para partes
blandas del mismo paciente que
muestra compromiso del músculo recto
interno (flechas línea) y marcada
tumefacción de las partes blandas de la
región naso-orbitaria izquierda (flechas).
(c) TCMS corte axial. Fractura de la
pared interna de la órbita izquierda con
compromiso del músculo recto interno y
pequeña burbuja de aire a nivel del trazo
fracturario (círculo) con ocupación de las
celdillas etmoidales (asterisco). (d)
TCMS corte axial. Fractura con
desplazamiento de la pared externa de
la órbita derecha con pequeña burbuja
de aire (círculo).
Fracturas de las paredes orbitarias
69. Fracturas del piso de la órbita
(a) TCMS reconstrucción coronal.
Fractura del piso de la órbita derecha
con protrusión de la grasa orbitaria hacia
el seno maxilar homolateral (flecha). (b)
TCMS reconstrucción coronal. Fractura
no desplazada del piso de la órbita
derecha con ocupación completa del
seno maxilar homolateral (asterisco) y
pequeña burbuja de aire (flecha). (c)
TCMS reconstrucción coronal. Fractura
del piso de la órbita izquierda. Signo de
la lágrima o de la gota: protrusión de los
tejidos intraorbitarios a través de la línea
de fractura hacia el seno maxilar
(flecha). (d) TCMS reconstrucción
coronal. Fractura del piso de la órbita
derecha con compromiso del músculo
recto inferior (asterisco) y pérdida de
sustancia de partes blandas de la mejilla
y región facial derecha (flechas).
70. (a) TCMS reconstrucción coronal.
Fractura del techo de la órbita
derecha (flecha) y fractura
bilateral del piso orbitario (puntas
de flecha) en un paciente con
traumatismo cráneo facial grave.
(b) TCMS reconstrucción sagital.
Fractura del techo orbitario con
desplazamiento de fragmento
óseo al interior de la órbita
(círculo). (c) TCMS
reconstrucciones sagitales que
muestran fractura del techo de la
órbita (círculo en con extensión al
ápex (flecha en 2).
Fractura del techo de la órbita
71. (a) TCMS reconstrucción coronal. Fractura
con mínimo desplazamiento del hueso nasal
izquierdo (flecha). (b) TCMS reconstrucción
coronal. Fractura bilateral con
desplazamiento lateral izquierdo de los
huesos nasales (puntas de flecha). (c)
TCMS cortes axiales. Fractura nasal
conminuta (flechas en 1 y 2) con fractura del
tabique nasal (círculo en 1 y 2) y pequeño
nivel hidroaéreo en el seno maxilar
izquierdo (asterisco en 1 y 2) asociado a
fractura no desplazada de la pared anterior
del seno maxilar izquierdo (punta de flecha
en 2). (d) TCMS cortes axiales. Hematoma
del septum nasal (asterisco en 1) que ocupa
el vestíbulo nasal y se muestra
espontáneamente hiperdenso (flechas en
2). (e) TCMS reconstrucciones coronales.
Hematoma del septum nasal (flechas). (f)
TCMS reconstrucción VR (Volume
Rendering). Fractura nasal conminuta vista
de frente.
Fracturas nasales
72.
73.
74.
75.
76.
77. TC axial que muestra la fosa para el saco lacrimal (flecha)
y las crestas lacrimales anterior y posterior (puntas de
flecha), situadas en el hueso maxilar y lacrimal
respectivamente.