2. El Emprendimiento social como
marco de análisis
Las nuevas empresas y las ya
existentes que son líderes en el
mercado, cada vez toman más en
cuenta entre sus estrategias los
problemas sociales y dirigen su
gestión hacia el mejoramiento y
desarrollo social.
3. Vamos a citar algunos ejemplos en los que
ayudar al entorno social favorece a todos:
Alberto Vollmer, personaje que estaba al
frente de una empresa en Venezuela, fue
advertido de una gran invasión a la
plantación de caña de azúcar de propiedad
de la empresa, pero en vez de llamar a la
policía para que los desalojen, llego a un
consenso con los habitantes invasores y sus
nuevas estrategias, contemplaron está
situación y al final todos salieron ganando.
4. Dos empresas colombianas gigantes (Alpina-
alimentos y Hocol – petróleo) decidieron
cambiar su forma tradicional de apoyo a la
comunidad, creando nuevas competencias que
incluía una responsabilidad corporativa la
primera, y la segunda colaborando
estrechamente con dirigentes locales para
llevar a cabo proyectos.
En muchos países las grandes empresas han
tomado la firme y acertada decisión de
trabajar con la comunidad, hacer que sus
líderes comunitarios organicen y movilicen sus
recursos o los brindados como apoyo social y
realicen obras que favorezcan a todos.
5. El liderazgo de los
emprendimientos sociales
La iniciativa que uno o varios individuos
han tenido, han sido la base de los
emprendimientos sociales, pero
siempre la interrogante gira entorno al
porque funcionaron con estas personas
y no con otras; se han realizado
múltiples interrogantes y al final se
concluyó que la diferencia lo hace el
liderazgo
6. En los emprendimientos sociales,
liderazgo es la capacidad de hacer
transformaciones y obtener buenos
resultados, a base de del desarrollo de la
motivación y efectividad de sus
seguidores. Dicho de otra manera el líder
impulsa la transformación de las
organizaciones y trata de consolidarlos y
que existen por largo tiempo.
7. Para facilitar el crecimiento de sus acciones sociales, los
buenos lideres asignan tareas a unidades autónomas
para alcanzar así la eficiencia y eficacia deseadas. La
descentralización hace que estas unidades funcionen
de manera independiente pero su desarrollo siempre
debe estar basado en las estrategias de la organización.
Los emprendimientos sociales atraviesan etapas para
llegar a su consolidación, y a veces pueden omitir
alguna, dependiendo de sus necesidades.
Por eso los líderes deben demostrar sus habilidades
(destrezas personales y profesionales), para
transformarse en capacidades organizacionales que se
transforman en éxito social.