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Ensayo de la importancia de la biopedagogía para la docencia universitaria
1. Ensayo
La Importancia de la
Biopedagogía para la
Docencia Universitaria
Guatemala, Quetzaltenango 2020
Didáctica general y educación universitaria
Universidad San Carlos de Guatemala (CUNOC)
Maestría en Educación con Especialidad
En Docencia Universitaria
Dr. Jairo Cifuentes Valenzuela
Edwin Luis Carlos Sac Recinos
201990154
2. I. Introducción
Como docentes universitarios deberíamos de hacernos las siguientes interrogantes
¿Estamos educando para la sociedad o para el mercantilismo? ¿Por qué educadores e instituciones
universitarias están renunciando a la formación axiológica del estudiante? Y por último y para el
autor la más importante ¿Están los estudiantes teniendo un aprendizaje significativo desde la
contextualización, reflexión, acepción mutua e interrelaciones en todas las facetas de su vida?
Generalmente estamos atados a metodologías mecanicistas, arcaicas, conceptos de pedagogía,
educación y didáctica erróneos o que dejan cien por ciento de lado al educando; estos están a veces
heredados de malos docentes, de un aprendizaje a la brava o que la docencia nunca fue la primera
elección del profesor como una carrera o pasión. Planteé dichas interrogantes porque es aquí en
este espectro (en el que la mayoría de profesor e instituciones actualmente están) donde hace más
mella la biopedagogía.
La biopedagogía rompe los paradigmas arraigados a estás problemáticas mencionadas,
haciéndonos ver que se aprende de la vida, en la vida y para la vida. Invitándonos a una didáctica
centrada en el goce del aprendizaje (biodidáctica) y no en la transferencia únicamente de
conocimientos de forma memorística. Es en este ambiente que encontramos reflexiones a las
preguntas hechas en el inicio de la introducción y las cuales veremos implícitamente en el
desarrollo del ensayo. También, la importancia de la biopedagogía en un ambiente de docencia
universitaria donde cada vez más le estamos dando importancia al mercado, al aprendizaje y
crecimiento individual; dejando de lado dinámicas holistas, la interacción y el aprender desde los
diferentes contextos e historias de vida que tenemos en los salones de clases.
II. La biopedagogía
La biopedagogía tiene el reto alcanzar procesos de aprendizaje complejos, holistas y en
conjunto, apoyándose en el amor, la aceptación mutua, el dialogo, la autopoiesis, ecologías
cognitivas y de la vida misma y también desde su formación axiológica (persona, profesión,
sociedad, política, cultura, ética y ambiente) del estudiante y docente, esto bajo marcos de
reflexión, mediación y contextualización de las realidades de los educandos-educadores, sus
ambientes y sus relaciones. Los profesores desarrollan el aprendizaje en la sana convivencia, el
lenguaje (más allá del uso de símbolos), la inclusión y las experiencias de vida; los estudiantes por
su parte (junto con el profesor) aprenden libremente, en la autoaceptación y trabajo en equipo;
aceptando dentro de la clase las distintas culturas, realidades y vidas de cada uno de los
participantes de este proceso educativo y el enriquecimiento de los contenidos que estos puntos
nos brinda.
El paradigma de biopedagogía tal como fue descrito puede llegar a sonar incluso a una
utopía en la docencia universitaria actual donde la competencia, el mercantilismo y centralización
del yo (yo soy, yo tengo, yo quiero) está más presente que nunca. Si la biopedagogía busca el
puente entre lo humano y la ciencia (tercera cultura), el desarrollo de la sociedad y una episteme
3. humanizadora, la pedagogía contemporánea busca educar para el mercado (empleado no
pensante), poner más fuerza en la ciencia y la tecnología dejando en una muerte lenta las
humanidades, y un aprendizaje basado en un profesor que lo sabe todo y un estudiante que solo
escucha, capta, acata y realiza una evaluación o actividad. Entonces dónde está el verdadero
desarrollo, si los estudiantes ni siquiera son participes de su propio aprendizaje.
Es por los modelos contemporáneos de la universidad y paradigmas mecanicistas o fuera
de época que vemos centros universitarios donde educar para la vida se empezó a dejar de lado,
cómo se espera entonces que salgan buenos ciudadanos, excelentes profesionales y futuros
mentores (aquí se toma en cuenta profesores, capacitadores, superiores y toda figura que brinde
algún tipo de aprendizaje) si están desarrollando el aprendizaje en un ambiente muchas veces
hostil, sin fundamentos axiológicos y docentes que en lugar de darle prioridad a la vida, bienestar,
emociones y la convivencia de sus estudiantes, generan una competitividad toxica, un ambiente de
burlas e inseguridad.
III. La importancia de la biopedagogía en la docencia universitaria
Me gustaría dar inicio a esta parte del ensayo con la siguiente reflexión propuesta por Pérez
(2007):
“Pueden existir monstruos educadísimos. Que un título no garantiza ni la felicidad
de quien lo posee ni la bondad de sus actos. Que no es cierto que el aumento de
nivel cultural garantice un mayor equilibrio social o un clima más pacífico en las
comunidades”. (p. 342)
Que esta reflexión sirva de parteaguas para empezar a dilucidar la importancia de
biopedagogía en la docencia universitaria. Realmente salir con un título como coloquialmente
decimos, nos asegura ser buenos profesionales, la aplicación de la ética en nuestra vida (bioética)
y el mantenimiento y la construcción de nuevas realidades personales y comunitarias. Hay que
repensar la educación universitaria a través de la complejidad humana para alcanzar estos puntos,
para el desarrollo integral y obtener un aprendizaje centro en la vida, por la vida y para la vida,
somos autopoiesicos, emocionales y debemos reconocernos y reconocer a los demás.
Entonces porque la universidad y los docentes ven a este paradigma con cierto desgane,
será que se teme el dejar de ser el centro de atención, el que tiene el control de todo y pasar a ser
uno más con los alumnos, darle partida la inclusión y el respeto, claro que sí; desde los inicios de
la escuela el profesor siempre se puso como el superior, el incuestionable, sin errores y el alumno
como el obediente, el que no cuestiona, el que memoriza todo y acepta sin cuestionar, por eso
cuesta tanto romper estos moldes; pero veamos qué sucede si se le da paso a la biopedagogía en
nuestra docencia universitaria:
4. A) Un nuevo tipo de conocimiento:
Se busca que este tipo nuevo de conocimiento se adapte a las distintas realidades que vive
el ser humano de forma global, tratando de que el mismo sea reflexivo, contextualizado y ayude
al desarrollo de la vida, el bienestar y el sano convivir. La forma en que esto suceda es que el
conocimiento se vincule a la vida y que el aprendizaje se desarrolle de forma holista e integral en
un ambiente de ecología cognitiva y aceptando que el estudiante es un ser vivo que se autoorganiza,
se autosostiene y se autoreplica es decir es autopoiesico. También, que el conocimiento y el
aprendizaje puede partir del error y de la convivencia de distintas realidad y culturas. Con esto se
busca el desarrollo y sustento de la vida, que aprenda para el diario vivir y no solo entregar a un
empleado más, esto se logra con la biopedagogía y los puntos de importancia que esta nos da, tales
como:
El dialogo.
Inclusión.
Autoaceptación y aceptación por los demás.
La biología del amor.
Las emociones.
La vida.
B) Transcender más allá de las aulas:
La reflexión de Pérez también nos hace ver un error que estamos cometiendo y que es
necesario empezar a corregir. Realmente estamos educando para todos los espectros en los que el
estudiante se desenvuelve y desenvolverá o esa educación y aprendizaje se queda en las aulas de
las universidades. Un ejemplo claro de lo que menciono es todas las políticas que se han estado
aplicando con respecto al cuidado del medio ambiente, la ecología y el reciclaje, estos contenidos
son dados solo porque es necesario cumplir con ello y bajo esta premisa es que se diluyen en las
mentes de los estudiantes y luego vemos que el educando lleva acabo todo lo visto en ese tema en
la universidad y en su clase pero cuando sale de estas, anda tirando basura en donde sea, no le
importa el reciclaje y no entiende la importancia de cuidar el medio ambiente. Entonces,
desarrollamos un aprendizaje para la vida y la realidad o solo para el momento.
Es en esta situación que entra en juego la biopedagogía. Que los contenidos trasciendan
más allá de las aulas y que el aprendizaje sea enfocado en mejorar la vida de todos, mantener
realidades y al mismo tiempo construir nuevas. No se trata de solo meter contenidos por meterlos,
los estudiantes necesitan que estos sean significativos y que tengan valor para ellos, que les
interesen y que los emocione. Si conseguimos esto abonado a presentarles las realidades que
envuelven a los mismo, lograremos que el aprendizaje y la educación transcienda más allá de la
universidad. La biopedagogía nos propone entonces dialogar, aprender desde la cointeligencia,
coexistencia, aceptación y trabajo en conjunto.
5. C) Un nuevo tipo de profesional:
Para finalizar los puntos, retomo la pregunta hecha en un inicio del ensayo ¿Estamos
educando para la sociedad o para el mercantilismo? Es importante empezar a educar nuevamente
para la sociedad, la vida, la convivencia y la bioética, no solo entregar profesionales al mercado.
No, estoy afirmando que no se preparé al estudiante para el mercado laboral, para nada; todo lo
contrario, hablo de no solo prepararlo para eso, también hay que mostrarle que se va desenvolver
en realidades micro (familia, trabajo, amigos, pareja, comunidad) y macro (país, conteniente,
mundo). Hablamos de entregar profesionales con pensamiento crítico, abiertos al cambio y que
aporten a la sociedad, pero queremos que esto suceda desde la represión, malos ambientes y
autoritarismo ¿Por qué no empezamos a trabajar la biopedagogía? Es momento de desarrollar
estudiantes aprecien la vida, al prójimo y nuestro ambiente (tierra), que realmente sean críticos,
pero críticos desde la coeaceptación y el dialogo. No necesitamos más monstruos educadísimos,
necesitamos seres humanos consientes, respetuosos y que trabajen en conjunto por un mejor futuro.
IV. Una pequeña reflexión
Quisiera terminar el ensayo con una pequeña reflexión y ejemplo personal sobre la
biopedagogía. Actualmente en el momento en que se escribió este ensayo, el mundo está viviendo
la pandemia del covid-19, como docente me tocó vivir la confirmación del primer caso en mi país
(Guatemala) al momento de mi clase, mis estudiantes se alteraron demasiado por esto
acontecimiento, el acaparamiento indiscriminado de productos de primera necesidad y las medidas
del gobierno; tanto fue el impacto que no tenían en la cabeza nada más. Es con esto en mente que
me dispuse actuar, pero no como su docente, si no como persona experimentada que estaba
viviendo lo mismo que ellos, escuche a cada uno de estos, como se sentían, que opinaban y cuáles
eran sus dudas, con está coescucha y dialogo logre proporcionarles la información necesaria del
actuar ante dicha situación y calmarlos a todos, no les hablo su profesor, les hablo un compañero
un amigo. Sin embargo, para mi sorpresa en las otras aulas escucha profesores burlarse, no
interesarles para nada el tema o entra en modo yo lo sé todo y nos escuchar a sus alumnos, luego
tuvimos estudiantes saliendo con histeria, mal informados o con preocupaciones. Es ahí donde me
doy cuenta que la labor del docente no es solo propiciar el aprendizaje los contenidos del curso o
su guía, es también ensañar de la vida, para la vida y por la vida.
V. Conclusión
Es momento de que como docentes nos pongamos a reflexionar, queremos seguir con
nuestros paradigmas mecanicista que dejan de lado al estudiante y sus emociones o deseamos hacer
un cambio, debemos de evaluar nuestros procesos pedagógicos y ver como este nuevo e innovador
paradigma de la biopedagogía nos puede ayudar en nuestra docencia universitaria. Los primeros
pasos siempre serán los más duros, pero si queremos cambiar las vidas de nuestros estudiantes y
desarrollar un sano convivir, es necesario empezar el cambio y educar para la vida, por la vida y
en la vida misma. Nuestra sociedad, medio ambiente y lo que nos rodea nos lo agradecerá.
6. Bibliografía
Devia, J., (2018). La biopedagogía: Una mirada reflexiva en los procesos de aprendizaje. Praxis &
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