Este documento presenta varias reflexiones sobre la felicidad, la moralidad y el idealismo. Sostiene que la felicidad y la aflicción difieren sólo en cómo se interpretan las cosas, y que todos tenemos la capacidad de ser felices. También argumenta que debemos vivir con esperanza de mejorar espiritualmente y prepararnos para recibir la verdad, sea cual sea su forma. Finalmente, propone que debemos pensar de manera idealista pero reconocer humildemente las limitaciones de la realidad.