Un estudiante de física decide probar las leyes de la gravedad lanzándose de un rascacielos de 300 metros. Cinco segundos después, Superman se lanza tras él para salvarlo. Para rescatarlo antes de que toque el suelo, Superman necesita lanzarse a una velocidad mínima de -92,4 m/s. La altura máxima del edificio desde la que aún podría salvarlo es de 122,5 metros.