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Campotraviesa
(Desvarío impropio de una negociación por parte del E.L.N)
Lo cierto es la necesidad de entender la lucha revolucionaria; como proceso que
conlleva a definir opciones. En el caso puntual del Ejército de Liberación Nacional;
desde hace mucho tiempo yo he referido una interpretación; en términos de su
“corpus político y programático”. Algo asì como entender que la revolución, implica
referentes, necesariamente, con un hilo conductor. Es decir, al momento de
enfatizar acerca de un programa revolucionario. Supone, entonces, establecer
objetivos inmediatos, tendenciales y finales. Una perspectiva revolucionaria, no
puede construirse sin precisiones. Una de ellas, la final, se entiende como la
destrucción del estado burgués. Por la vìa de sucesivas acciones de confrontación.
En el entramado social económico y politico. Es algo asì como entender que el
desvertebramiento del sumario ideològico que lo sostiene. Esto no puede ser
entendido como si mi opción fuera en contra de la cultura y todos sus agregados que
se han constituido en patrimonio de la humanidad.
Ahora bien, yo parto de la opinión que he ido construyendo a lo largo de mi
actividad. Es decir, para mí, el E.LN., nunca ha tenido programa politico
revolucionario. Al menos en lo que corresponde a mi interpretación de proceso
revolucionario. Siempre he considerado que la revolución en nuestro país tiene que
ser revolución socialista. Incluida la teoría de partido; en lo que esta debe tener
como soporte la teoría leninista y trotskista. La teoría subyace en los postulados
marxistas. Incluida la lucha anticapitalista. Es decir sigo reivindicando un horizonte
revolucionario; a partir de la no negación del propósito último. Un Estado Socialista.
Obviamente con los ajustes necesario; habida cuenta del desarrollo de la
humanidad. En su contexto posmoderno. En otras palabras, yo creo en la
insurrección como expresión ideal de la lucha anticapitalista.
En días pasados escrbi acerca de la “Revolución Bolivariana de Hugo Chávez y
Nicolás Maduro”. De entrada, la considero revolución espuria. Un proceso en el cual
ha prevalecido la ignorancia supina. Una opción sin una teoría de estado precisa y
necesaria. Tanto como entender que el manejo de la teoría de partido y la
revolución socialista pasa, necesariamente, por entender todo lo concerniente al
acumulado capitalista, en lo que hace a la teoría monetaria. La opción básica de
Banco Central. El entendido en cuanto la inflación y el manejo de los términos de
intercambio. Algo parecido a la construcción de una trama revolucionaria sólida.
Enfatizo que, lo de Hugo Chávez y Nicolás Madura no es otra cosa que populismo de
derecha, reaccionario: Algo parecido al movimiento “Camisas Negras” de Benito
Mussolini en la Italia de entreguerras en Europa. Para nada parecido al movimiento
obrero revolucionario en Cataluña.
Este ser, narrado ahora, me imagino que nació para ejercer acciones peregrinas. Lo
percibo, en memoria ida,. Dando cuenta de un quehacer con bitácora perdida. O por lo
menos, como sujeto infante decidido a no perder el rumbo. Me imagino que, su mamá, lo
cubrió de afecto. Tal vez con ese abrigo de ternura que, solo las madres pueden otorgar.
Como niño de juegos imperecederos. Esos en la calle convocante. Además, lo imagino como
sujeto creciendo. Tratando de amar la vida. Por vía de fantasiosos milagros en el béisbol
nativo. Lo veo en crecimiento físico. Al lado de los otros. Con energía suficiente para
transformar cualquier intención del día a día.
En veces, en ese imaginario mío, creo ver el horizonte colgado de la luna. Con hilo precioso.
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Manejado por él. A la manera de pulsiones cruzadas. Convirtiendo esa acción en los hilos
propios de los titiriteros que embriagan a los otros sujetos y sujetas. Algo así como centrar la
torcedura fina, elocuente, premonitoria. Como en esos juegos de amplio vuelo. Yendo en la
dirección de los vientos, que inauguraron la fuerza retenida por el tiempo necesario para que
el niño pudiera prepararse para ejercer como mediático niño. Lo imagino confrontando a sus
pares; por la vía de imposiciones. Lo vi, en uno de mis sueños, como niño disociador.
Montando en vehículo propio. Arengando a quienes estaban con él. Como una visión (la mía)
dispuesta a tramitar posturas cautivas. Mirando, al niño, transitando por el Furrial o por
Caracas. O por Maracaibo. Mirando sin ver. Ejerciendo como prestidigitador. Ilusionando a a
todos y todas las y los cercanos.
Yo, en lenguaje sonámbulo, seguí manifestando monólogos articulados. Pero enfatizando mi
percepción. Iluminando el camino vivo. Camino agreste y hostil. Y lo vi hablando con la Luna.
Quedó impresionada ella de tanta energía supina, tenía quien la miraba. (Cano G.,
Parmenio “Nicolasito. A propósito de una Revolución Espuria”).
Andando el tiempo he logrado consolidar una caracterización de los
movimientos sociales y de algunos grupos revolucionarios en nuestro país.
Destaco dos insumos básicos “A Propósito de la Negociaciòn con las Farc y, en
General de los Tratados de Paz”. Otro tiene que ver con los grupos y/o partidos que
intervienen y han intervenido en próximo pasado y actual en Colombia. También con
respecto a lo que incita el Fiscal General de la Nación y el Cuerpo de Policía.
Sigo considerando que el Ejército de Liberación Nacional es un grupo político
que ha desarrollado, como centro, la lucha armada. Una confrontación con el
Estado Burgués. De manera continua. Pero, al mismo tiempo. Por lo menos en
el pasado un tanto lejano ha tenido, a nivel urbano, y rural, expresiones
políticas de amplio espectro. Permeando movimientos sociales urbanos. No le
atribuyo vínculos concretos, ni sòlidos con el movimiento obrero. En lo
fundamental, (el E.L.N.), ha tenido influencia en algunos sectores de
trabajadores al servicio del Estado y en organizaciones sindicales del sector
bancari. Y, en general, del sector financiero. Además de alguna influencia en
luchas estudiantiles. Para mí, el E.L.N., nunca ha tenido una Ideologìa clara,
revolucionaria. Ha sido, en correr del tiempo, una organización revolucionaria
compulsiva. Sin unidad de cuerpo. Esto explica el hecho de haber pasado por
diferentes momentos de negociación con algunos gobiernos en Colombia.
Tanto como entender que, la ausencia de una unidad de cuerpo, ha
posibilitado por lo menos dos escenarios de negociación. Tal vez el màs
enhebrado tuvo que ver con las negociaciones, despuntando la década de los
noventa (Corriente Socialista).
Lo observado, en el último tiempo cercano, las negociaciones con el gobierno
de Juan Manuel Santos, se han caracterizado (…también) por una entelequia
a manera de grupo constituido como simple sumatoria de frentes. Cada quien,
siendo cada quien…proceso al garete. Con expresiones circunstanciales
(…por ejemplo, “las treguas decretadas en momentos precisos y sin ningún
protocolo vàlido, serio, politico).
Es decir, las negociaciones de los noventa, con la Corriente Socialista (entre
otras razones, no sé porque la autodenominarían de “Socialista”. Lo suyo
nunca ha sido opción sólida construida a partir del hilo conductor marxista y
de la teoría de partido leninista y trotskista. No han sido otra cosa que
opciones en escenarios concretos (…como lo dije antes) urbanos y rurales Ha
sido siempre y lo seguirá siendo a futuro, un tipo de populismo ilustrado.
Yo la tengo bien clara, el E.L.N., no tiene ni ha tenido Ideologìa que pudiera
ser caracterizada como Ideologìa de fortaleza anticapitalista. Por lo mismo
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que, su horizonte, no pasa de ser proclama vanguardista liviana. Por no decir
insensata. Esto, lo digo, en relación con mi noción de envoltura clasista,
referida al movimiento obrero. Entonces, vista su postulación (la del E.L.N.)
como grupo armado revolucionario, da palos de ciego. Que pegarle al tubo
(voladuras de oleoductos). Que expresiones que pudieran ser tipificadas como
desbordadas acciones sin línea de soporte de quebrantar el Estado Burgués.
Insisto en decir, aquí (en el archipiélago politico de sumatoria de frentes),
cada quien es cada quien. Esto explica su Bakuninismo insípido. Esto explica
la matanza colectiva en Machuca. Esto explica, para decirlo en términos del
atentado en la Escuela de Cadetes General Santander. Esto explica sucesivos
secuestros extorsivos. Màs cercanos al ulular del bandidismo reaccionario de
narcotraficantes. Una confusión absoluta. Sin ese hilo conductor que solo lo
puede dar una dirección política de partido obrero. Es màs bien, para decirlo
en términos marxistas-leninistas, opciones parecidas al lumpen movimiento
armado.
He sostenido, además, que las opciones revolucionarias absolutas de corto,
mediano y de largo plazo no se negocian en lo que corresponde a una
Ideologìa sólida, marxista-leninista. Por eso, en mi escrito referido arriba en
cuanto a las Farc, expreso mi desacuerdo con el hecho que ellas (…las Farc)
reivindiquen su sometimiento al frente burgués, como tránsito hacia la
revolución.
Sea lo primero un énfasis: nunca he creído en la revolución como opción incierta.
Algo parecido a entender que, una vez iniciada la lucha por la liberación y, como correlato, la
instauración de un régimen socialista, por la vía de un partido que conduce a nombre de la
Clase Obrera. Por lo mismo, entonces, asumo la obligación de darle continuidad. A nombre de
los valores inherentes. Es decir, a confrontación a muerte con la burguesía. No cabe punto de
mediación. No se trata, ahora, de ignorar la necesidad de configurar tránsitos de
recomposición. Por lo menos así lo pueden evidenciar momentos precisos. Como sucede en
toda guerra. Posibilitar tácticas, según el comportamiento del frente burgués.
Pero no es lo mismo, tratándose de recomposiciones ideológicas y políticas de largo aliento.
Porque, de ser así, se desemboca en ese tipo de opciones en los cuales lo que cuenta es el
juego a la reversa absoluta. Como si no importara el acumulado de acciones y de
convocatorias. Ante todo, tratándose de un proceso como el nuestro. Un país inmerso,
históricamente, sucesión de guerras. A veces presentadas, por parte de la burguesía y los
terratenientes, como expresiones centradas en desviaciones atípicas respecto a la yunta
propuesta y ejecutada por el poder imperante. Un consecutivo que ha involucrado, siempre, a
los nativos, a los campesinos y campesinas, a los obreros y obreras y al lumpen proletariado;
como invitados (as) para que sirvan de sparring. Todo por la vía del a fuerza. Militares y
policías al servicio de la propuesta de sometimiento constante. Casi como perenne. Una
herencia habida, desde los ejecutores de gobiernos como extensión de la lucha por a libertad.
Porque, entre otras razones, ni Santander, ni Bolívar fueron centinelas de la liberación
constante, verdadera. Más bien, las sucesivas divisiones y el surgimiento de los partidos liberal
y conservador, significaron la preclusión de la revolución en contra del poder español.
Visito así, entonces, estuvo y ha estado latente una propuesta libertaria, en contra de ese
proceso por medio del cual se instauró un modelo de Estado y de gobierno, próximos al
autoritarismo. Que, aún hoy, azuzan la violencia, por la vía de decantar sus idearios perversos.
Uno a uno, fueron imponiendo roles cada vez más entrelazados con el dominio punzante; con
fisuras propias de sus contradicciones internas. Proclamando constituciones al vuelo e sus
intereses. Nunca ancladas en los derechos de la población, siempre marginada. Siempre
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vulnerada. Un horizonte patrio, vergonzosamente modelado, on linderos y mojones construidos
a partir de sus visiones recortadas. Dejando casi a medio camino, la ruta propuesta en
principio. Inclusive, desde mi interpretación, podría decirse que nunca hubo perspectiva
diferente a la de entronizar el culto a la personalidad. Ya, desde ese entonces, empezaba a
prefigurarse el tipo de gobierno y de Estado, en perspectiva anclado en los conceptos
oligárquicos de poder. Tanto como entender que iríamos avanzando con una ruta,
deliberadamente promovida por odios. Por ese tipo de propuestas que desdibujan la razón de
ser de la democracia. Ruta de bárbaros que habían peleado, peleaban y pelearían a partir de
construir íconos perversos (Cano G., Parmenio “Ensayo Acerca de la Negociación con las Farc y,
en general, los Tratados de Paz).
Siendo asì, entonces, la lucha armada como soporte básico del quehacer
revolucionario del E.L.N, se sirve como instrumento enajenado. Como nervadura
proclive a cualquier expresión en el proceso. Cada frente programa y decide el
objetivo militar circunstancial. Pura expresión anodina. Sin referente fundamentado
en la auténtica lucha de clases. Su razón de ser (…la del E.L.N.), nunca ha sido, ni
será la destrucción del estado capitalista. No tienen ni la capacidad, ni las ganas.
Porque, insisto, lo que hemos definido como “Toma del Poder a nombre de la
Revolución Socialista”; es en ellos mero referente leído, màs no aprendido, en la
literatura general de las revoluciones. Para mí, la tipificación de una determinada
acción militar a nombre de la revolución, como terrorista, hace parte de legados
teóricos y prácticos en procesos políticos y militares, en momentos precisos.
Pareciera de Perogrullo, decir que existe terrorismo de derecha y terrorismo de
izquierda. Lo cierto es que han existido y existen. Considero, para ser sincero, que
un tipo de acción militar como el que se reivindicó el E.L.N. en el caso de la Escuela
de Cadetes General Santander puede no ser válido y necesario; habida cuenta del
contexto politico revolucionario. Es decir, tendría que analizarse, desde una
perspectiva organizacional, desde la opción política e ideològica concreta, en un
proceso revolucionario concreto. Y, a partir de ahí, se podría tipificar como
necesaria o no necesaria. Como error táctico o error estratégico.
Lo cierto es que, cualquier análisis, tendría y tiene que hacerse, sin un soporte
moralista. Màs bien como un entendido contextual. En mi caso personal, yo
caracterizo esa acción politico-militar, como inapropiado. Sin ningún fundamento
estratégico. Con mayor razón, entendido el periodo en que se ejecuta. En medio de
una especie de interdicción en los diálogos con el gobierno Santos y heredado por el
gobierno Duque. Yo lo plantearía asì: si el E.L.N., en la visión que tiene de revolución
armada, decidió iniciar conversaciones que, tendencialmente, derivarían en un
acuerdo como el que suscribieron las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos;
tendría que haber sopesado las consecuencias tácticas de la acción militar en sí.
Retomo lo dicho arriba: yo creo en la insurrección como instrumento en la lucha
anticapitalista
En esta línea de análisis, desemboco en lo que esta acción politico militar, supone
para el análisis realizado por el presidente Iván Duque Márquez; para todo el corpus
gubernamental y de Estado. En enhebraciòn, además, con las expresiones de
gobiernos en Amèrica Latina, en Europa y en Norteamérica. Porque, lo que se
visualiza (…como casi siempre) es expresiones fundamentalistas, en lo que hace al
soporte ideològico, moral y religioso. Tanto como entender que “el dolor ajeno” es
tomado como soporte. Como caballo de batalla; para ostentar el dominio de la
caracterización y la palabrería; a nombre de los derechos humanos. Del derecho
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internacional humanitario y derecho contextual de guerra. Traigo a colación, en
pretendida ilustración, varios paralelos; El bombardeo, en territorio ecuatoriano, en
contra de la columna liderada por Raúl Reyes, en 2008. Fue una acción de guerra
contra un objetivo plural, humano en indefensión. La muerte de Alfonso Cano, a
manos de un francotirador del ejército colombiano, fue una acción militar en contra
de individuo en indefensión. (…y no sé por qué, tengo la percepción que las
coordenadas las filtró el Secretariado de las Farc) Eso también fue terrorismo de
Estado. Un poco, coloquialmente hablando, transcribo escrito realizado por mí en
relación con actuaciones de los invasores españoles en Amèrica.
La emboscada
En verdad, yo, si había pensado ir algún día. A Cajamarca, la ciudad permitida. Para todos.
Desde Cumbemayo, Flor de Cumbre. Lugar Fortín del Imperio. Inca, Atahualpa, retenido,
engañado. Como todo lo hecho, en ramplonería por los mercenarios. Invasores. Depredadores.
Arrasadores de culturas. De aspaventosas expresiones subyugantes. En contubernio, con los
enajenados inquisidores; en proclamas ampulosas, asesinas.
Incas de extirpe milenaria. En lo suyo. Posicionados de su cultura. Herederos de mixturas
étnicas, en veces descifradas, identificadas. En ejercicios libertarios, a vuelo. Dolientes de
condiciones venidas en alza. Horizontes en hibernación. Latentes guerreros ahí. Testigos de la
inveterada acción usurpadora. De la ambición de jerarquías sucesivas. De los robadores en
continuidad. De los saqueadores. Perros de presa perversos. No por denominación, en sí, del
animalismo. Más bien de lo que esto traduce como sangría de tesoros hacia la "bienamada
Madre Patria" ávida de lentejuelas espurias.
Atahualpa engañado, sometido. Vulnerado. Testimonio cierto de lo infame. De figura extorsiva.
De secuestro impune. De cazarrecompensas pútridos. Quizá, hoy, en la leguleyada del
procedimiento imputacional y del castigo. Del marco jurídico que envuelve. Diciendo, aquí y allá
lo deleznable. Bronca ante la aquiescencia, en lo histórico. De esa figura punible, extensión de
lo más perverso. Rescate cobrado. Inmolado su pagador. Engañado, confundido.
Como premonición, a quinientos años ha, de lo kafkiano procesal. Delito que quedó ahí. En la
embolatada teoría de lo extorsivo. Yendo y viniendo en embudo, asfixiante. Como "señor K"
imbuido de potencia imperial nativa aquí. No ha sido interés de la historia, en sí, de lo procesal
en sí. Ni como lógica. Ni como hermenéutica. En lo escrito, solo se ha registrado lo de la
"civilización europea" adyacente a la ética nicomaquea. Al aristotelismo empedernido, dando
cuenta de los "grandes progresos de la humanidad" vinculados con la ciencia jurídica.
Ningún Tribunal Internacional, ha erigido esa ignominia como delito de lesa humanidad. Siendo,
como fue en verdad, secuestro extorsivo agravado. Por lo mismo que el victimario victimizó
de manera intencional. Inclusive, desde la opción conceptual propia de la extensión de
conducta dolosa, la infame Monarquía Española, fue sujeto de culpa, Por cuanto sus
agentes perpetraron, en su nombre, la tropelía mayor de asesinato en persona inerme. En el
sujeto representante del Imperio Inca. Con tanto o, mucho más, soporte de legalidad que la
misma Corona. Por cuanto se ejercía, (como en todo poder de gobernanza) en representación
de un pueblo. Más, aún, siendo éste Pueblo Nativo invadido., Avasallado. Habiendo sido
violentadas sus fronteras, su religiosidad, su cultura. Trastocados todos sus
cimientos; a nombre de Poder Lejano. Siendo ese, aquí, sin derecho a
reconocimiento alguno. Por lo mismo que manipuló, tejió y ejecutó el exterminio. A
través de sus tutelados.
Pero es la misma impronta bandidescas, ni que decir tiene, de sucesivas
realizaciones. Con la misma saña. Por lo mismo que, tan perdulario fue eso; como ha
sido y seguirá siendo el quehacer de la gendarmería internacional, actuando "a
nombre de la civilización". Que no es lo mismo que de la Humanidad avergonzada.
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La matanza, con bomba atómica recién descubierta y construida, por parte del
gobierno de Estados Unidos de Norteamérica en contra de las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki; ha sido y será la matanza màs infame en las historia de la
humanidad. Es y será terrorismo exacerbado.
Me corresponde retomar el hilo de mi escrito y, si se quiere, de la discusión.
Comienzo por la urdimbre ideològica y política en ciernes. Todo tratado y/o acuerdo
de paz entre contarios; supone un soporte protocolario. Para el caso que me ocupa;
el problema condicionante en que queda la República de Cuba. Habida cuenta de la
acción militar del E.L.N., en contra de la Escuela de Cadetes General Santander.
Supone un mérito en términos de la llamada “comunidad internacional”. Esto
traduce que, siendo como en realidad fue, el acuerdo entre el gobierno de Juan
Manuel Santos, para iniciar negociaciones de paz con este grupo; entendido y
soportado en el acervo jurisprudencial de los organismos internacionales
pertinentes. Con países concretos, como garantes. Con la disposición desinteresada
del gobierno cubano (…asì como lo hizo en todo el proceso de Negociaciòn con las
Farc). Resulta y pasa que, ahora, el presidente Iván Duque Márquez y todos sus
corifeos, fundamentalmente los adscritos a Centro Democrático; pretenden soslayar
los protocolos, por la vìa de “Hablarle duro a Cuba, inspirado por el recontra
machote de Álvaro Uribe Vèlez”. Exigiendo la extradición inmediata de los
negociadores que venían actuando a nombre del Ejército de Liberación Nacional. En
este punto remito a las declaraciones del gobierno noruego (uno de los países
garantes de la Negociaciòn y del protocolo advertido en ese contexto), expresadas
en día de hoy, al respecto. Simplemente, el presidente Duque y su asesor estrella,
Álvaro Uribe Vèlez, estaría tras una disculpa para ruptura de relaciones con la
República de Cuba, muy autónoma por cierto). Asì como lo hizo Alberto Lleras
Camargo; Julio César Turbay Ayala. Tal vez para ampliar la tenaza envolvente, de la
mano de Jair Bolsonaro, Trump, Mauricio Macri, y Luis Almagro; todo porque la
ultraderecha se ha puesto de moda. Apelando a cualquier situación para
reivindicarse.
Veamos, ahora, detalles de mi expresión, a manera de soportes. Caracterización de Centro
Democrático.
¿…Què es “Centro Democrático”?
De entrada queda claro, en mi expresión y responsabilidad, que no asumo ningún respeto en
términos de definición y/o de interpretación. Utilizo palabras que considero apropiadas. Esto, en
razón a que ni su fundador, ni sus cómplices constituyen sujetos o sujetas que puedan ser
entendidos como referentes, siquiera, de proclama alguna constitutiva de algún beneficio de
inventario aproximado al humanismo.
Antro, en segunda acepción, es considerada por el DRA, como “lugar de malas mañas, Obscuro,
Hostil. No benévolo. Y asì lo extiendo en primera posición a lo que sería este grupo (Centro
Democrático). Una opción surgida al puro pulso y vuelo de Álvaro Uribe Vèlez. De paso, anoto
que este sujeto y su acumulado de perfidia, es lo peor que le ha podidito suceder a este Paìs.
De corta sumatoria, al menos en lo que pudiera denotarse como participe de alguna definición
política y/o ideològica. Mucho màs enrevesada (su minusválida Ideologìa) que hablar de
opciones como las postulados por Adolfo Hitler. O Benito Mussolini. O del último César de la
Dinastía Julio-Claudia, conocido como Nerón. Ni siquiera, y ya esto de por sí es constitutivo de
su condición de puro pigmeo intelectual, cabrìa en la posibilidad de ser considerado inmerso en
la didáctica política (entendida como ciencia) proclamada por sujetos perversos que lo
antecedieron como políticos insanos y pútridos. Incendiarios, vìa matanzas generalizadas y
selectivas. Es decir, hago referencia a: Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez; Guillermo León
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Valencia, Alberto Lleras Camargo; Misael Pastrana Borrero; Julio César Turbay Ayala; Belisario
Betancur; etcéteras.
Ahora bien, haciendo contexto en lo que yo daría en llamar “lo grueso de su razón de ser, de
sus postulados políticos, económicos e ideológicos”, queda claro lo siguiente:
Su fuente, en lo que respecta a la economía política clásica, no va màs allá de las postulaciones
de Smith y Ricardo. En el horizonte del soporte ortoodoxo del desarrollo capitalista. Es decir,
un punto de comienzo básico asimilado a lo elemental que debe y debería conocer cual
aprendiz. La noción fundamental, como mera heredad ya entendida y cedida. Con los insumos
obvios para entender la dinámica de los mercados. En la condicionalidad manifiesta y propia del
quehacer capitalista. En principio y puntual, el entendido del modo de producción. A partir del
acumulado histórico ya analizado y probado, casi desde los albores de la producción en línea.
Con la sistematización de los procesos. En escenarios en donde la teoría de los costos de
producción y las mediciones de tiempos asociadas; supondrían el universo teórico, pragmático y
técnico. Enunciados ya avizorados a partir de los condicionantes, en cuanto límites
insoslayables; de los estudios en perspectiva. De centros de costos. De la precisión de
mercadeo instrumental y regido por prácticas que corrían a la par de la división del trabajo. Y
de la cuantificación de inversiones. De la medición de capitales intensivos, aplicados por la vìa
de la razonabilidad de la mano de obra directa. De la producción de bienes de capital. Y la
promoción, en paralelo, de procesos de gestión, de investigación y de experimentación.
No sobra decir, entonces, que esos contextos ya de por si eran inherentes al desarrollo social y
económico. En todo lo que el siglo XIX y primer cuarto del siglo XX; conocieron de las crisis
tendenciales originarias del mismo modo de producción capitalista como tal. En eso de la
saturación obligada por la vìa de la exacerbación de las contradicciones mismas del modelo. Por
cuanto, en la teoría de máximos y mínimos matemáticos, se irían encontrando postulaciones
explicativas de la teoría de las crisis del capital.
No quiero efectuar, para el caso que me ocupa, énfasis paradigmáticos, en nexo con el estudio
realizado por Karl Marx, en lo que hace a la crítica de la economía política capitalista. Por el
momento, anotaría de paso, que este (el estudio y análisis de Karl Marx) ha sido y será por
mucho tiempo el referente científico-económico-politico-social, màs logrado y no superado
hasta ahora; que desnuda al capitalismo en lo que hace a la contradicción inmersa en èl y la
imposibilidad de ser constitutivo de alternativa para el desarrollo social y económico, humano y
que contribuya a resolver las necesidades fundamentales de la sociedad. Entendida no solo
como concreción organizativa, estatal, política, sociológica y antropológica. Sino, también, como
sucesión, cambiante. Continua, discontinua, espiritual, pragmática.
Álvaro Uribe Vèlez, visto el horizonte que propongo para el análisis, no es ni llegará nunca a
ser, siquiera, sujeto, de inteligencia aproximada al entendido necesario, para que pudiese ser
considerado postulante serio y de conocimiento; en términos de lo que serían las condiciones
mínimas para ser reconocido como conductor politico, aun en la misma lógica necesaria para
quienes han conducido y/o llegarían a conducir procesos trascendentes, insisto, en la misma
dinámica propia del desarrollo capitalista.
Sus fuentes, en lo que la teoría del conocimiento implica y asociado a la construcción de sujetos
limpios, sòlidos y de connotación humana. En lo que esta tiene y debería tener siempre, de
agregados imprescindibles al momento de postular determinados modelos, creativos.
Soportados en el pleno conocimiento de la teoría económica, sociológica y política. Esas, sus
fuentes, han sido y siguen siendo constitutivas de la versión màs retrógrada y mediática de la
teoría del capitalismo. Es aquella que condujo a la crisis entre 1929 y 1934 que sacudió todas
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las bases fundamentales de este modo de producción. Teoría de libre mercado absoluta. Sin
ningún tipo de fibra, teoría y principios asociados, siquiera, a la necesidad de la búsqueda del
equilibrio propio del sistema como tal. Y no porque sea mi aseveración, asì, sin màs. John
Maynard Keynes (Cambridge, 5 de junio de 1883, Trillón 21 de abril de 1948); en su obra
fundamental “Teoría General del Empleo, el interés y el Dinero”, redefine algunos de los
postulados originarios de la teoría general del capitalismo. Asocia la caracterización de las crisis
tendenciales del capitalismo al estudio de su dinámica interna. Rehaciendo la iconografía y
proponiendo modelo de intervención estatal; en la perspectiva de alcanzar el equilibrio básico
necesario y que conlleva a desmitificar la economía de mercado absoluta, pètrea, inhumana.
Este sujeto, Álvaro Uribe Vèlez, fuera de todo, hizo suya la peor versión del dogmatismo
capitalista en términos de economía de mercado. Esa escuela que fuera definida como “Escuela
de Chicago”. Una versión del neoliberalismo propuesta como paradigma y modelo, a finales de
la década de 1960 y comienzos de la década de 1990. Una combinación de exaltación del
capitalismo financiero y su rol en el desarrollo del capitalismo llamado moderno. Volver a la
teoría básica que reclama la ausencia absoluta del estado en los procesos propios de la
exultación del libre mercado, absoluto, bárbaro. Si se quiere, el sujeto aludido, apenas si fuera
(en su momento) aprendiz de la política implementada por César Gaviria Trujillo, en el modelo
que postuló e implementó durante su mandato (1990-1994). Es decir las aplicaciones màs
idòlatras del neoliberalismo (en su versión màs nefasta). Este, Cesar Gaviria Trujillo, hizo de la
intervención del Estado, apenas si garante de la extensión en nuestro Paìs y de mesonero en
Amèrica Latina. Quiero decir, por lo tanto, que el sujeto Álvaro Uribe Vèlez, haría la segunda, la
tercera, la cuarta, la…enésima como mero copiòn. Puro corifeo de postulados. Sin nada propio,
en términos de teoría. Solo sujeto ñurido, repetidor de acertijos.
Ahora bien, el problema (…yo dirìa, el maldito problema, como impronta vesánica) es que le ha
causado un profundo, casi que irreversible, daño al país. Y al concepto de Estado Social de
Derecho. Y al humanismo. Y a la política (como ciencia, para la conducción de procesos y de
administración, al menos no miserable). Ha sido y sigue siendo un imbècil que se ha creído el
cuento de que es muy buen dirigente. Y que se niega, a sí mismo, la verdad de lo que es y ha
sido: aprendiz (…y muy malo, por cierto) del Nacionalsocialismo Hitleriano; del Facismo de
Mussolini; del Neoliberalismo (en su versión màs apocada y pútrida). Nada en este sujeto ha
sido ni es original. Ni siquiera la huella doliente relacionada con la muerte de su padre. Porque,
otro maldito problema con el que tuvimos que cargar y que nos causó también daños
irreversibles como país, como nación, como estado. Etcéteras.
Yo creo que la historia de este sujeto malvado. Ha sido y será (…y tal parece que se prolongará
en el escenario que han venido construyendo sus seguidores y seguidoras. En un Movimiento
Politico-Centro Democrático; que yo llamo “Antro Democrático”, refugio de viejos (as)
vocingleros (as) de toda esa heredad de perfidia, de insania, de criminales que han contribuido
a la destrucción de todos los valores elementales asociados al humanismo. Y Antro en el que se
están formando aquellos y aquellas sujetos y sujetas que darán continuidad a la procacidad del
sujeto pervertido. Puro Antro Politico, promiscuo, perverso.
Caracterización de Iván Duque Márquez.
Los amigos y amigas del señor del sombrero
A decir verdad, le queda bien el sombrero a Iván Duque Márquez. Más o menos como le queda
a papá Uribe Vèlez. Y como le quedaba al señor, muy famoso por cierto y muy allegado,
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Carlos Castaño. Algo asì como aseverar que, éste (el sombrero) se puso de moda. Tanto asì
que, casi siempre dábamos en creer que sombrero y paramilitar, eran eso que uno da en
llamar “uña y mugre”.
De por sí, el señor presidente Duque, es una versión modificada. Porque vertebra una “nueva
aproximación” al soliloquio impávido del ventrílocuo mayor. Y es que empezó a eludir la
respuesta a preguntas tan simples como¿…señor presidente, cuando empieza usted a
gobernar?. Por lo mismo que se la ha pasado en la repetidera de aquellas expresiones
programáticas que nos han acompañado desde 2002 y, tal parece, por mucho tiempo. Palabras
ramplonas y monotemáticas. Algo asì como “…que no se equivoquen los violentos(as). Yo
si soy de la pura cepa antioqueña. Mano tendida, pulso firme y armado. Yo si que no
me voy a dejar manipular por los Farianos y Farianas desmovilizados(as); mucho
menos por los llamados Helenos; ni por alias Guacho, ni por…”.O, visitando, en pura
demagogia ortodoxa, los lugares y saludando a damnificados y damnificadas. Por
cierto que se le olvidó visitar a familiares del niño chocoano secuestrado. ¿…será
que, por quedar muy lejos y por ser escenario de los negritos y negritas a los(as)
que cantaba la absoluta Mercedes,, no daría réditos políticos?
Pero lo mismo da, porque “…yo si defiendo a mi gente. O sino que lo diga Carrasquilla (a
quien, injustamente llaman “bono de agua” y/o versión moderna de David Murcia Guzmán). Lo
cierto, entonces, es que ¡qué pereza pensar. Lo que yo diga y haga ya ha sido dicho y
hecho papá gendarme “… Por lo pronto, asì las cosas; seguirán siendo las mismas cosas que
yo he pensado…”
Ahora bien, “el señor del sombrero”, sí que aprendió bien la lección. En casi todo. Por ejemplo
en lo que respecta a la educación pública universitaria. Yendo, inclusive màs allá de lo que
fuera Andrés Pastrana Arango ¡ Sì el mismo que en 1994, se enrutò para la “madre
patria” a mascullar en contra de su país, al lado de Aznar!. Por menos de esa
expresión y comportamiento, se tipificaría como traidor a la patria. El mismo que se
“craniò” la fórmula de “la bolsa mágica”. En la cual cabía todo el presupuesto para
las universidades pùblicas. DE por si exiguo. Y que se iría otorgando como recompensa a
aquellas universidades pùblicas de buen comportamiento. Apenas obvio que según su regla de
medición amañada. Con puros cálculos de sus asesores. Estadística aplicada; como puro
sortilegio burdo.
Caracterización de los grupos de Ideologìa liviana inmersos en la actividad política,
al lado de los de férula de ortodoxia de la derecha
Las ideologías
(Palabras delgadas)
Se ha ido extendiendo el tiempo, en campotraviesa, Palabras que van y vienen. En lo que se
llama “boca de alguien”, O, simplemente, de muchos y muchas. Que han echado a sonar
campanarios. En este territorio nuestro. País, digo yo, ¿…de qué?. Quienes hablan en función a
lo que llaman “mis, o nuestras ideas”. ¿Qué es lo que somos?. Como país. Como gente; como
escenario para decir cualquier cosa.
Alguien diría, tal vez Mafalda u Homero Simpson o Quino: ¿…Pero que son las ideas, hoy en
día?. ¿…Qué han sido (las ideas) antes?. Volvería alguien. O algunos. O algunas a decir “…es
que las ideas, si se suman, constituirían un ideograma. Es decir, algo parecido a los acertijos.
En veces volátiles. En otras veces, también.
¿O será que idea màs idea son algo asì como la ecuación que deviene en ser equidistante con
respecto a algo. ¿Pero a qué?. Tal vez respecto a lo que los otros y las otras quieren que digan,
quienes, según ellos y ellas, deberían decir algo.
10. 10
Volvamos a lo de país. Es decir al concepto de…país. En lo económico. En lo cultural. En lo
político. En lo del orden (¿…público?).Esto último, diría yo, pareciera ser lo que convoca la
mayor importancia. Como si todo se subsumiese en ello. ¿Esa será la equidistancia, en la
ecuación básica?.
Es el orden. El ordenamiento. La lógica. La estabilidad. …”de las gentes de bien”. Pero,
¿Quiénes son las gentes de bien?. Alguien diría (tal vez Homero Simpson), los y las que son
réplicas de otros y/o de otras. Es decir, como clones que se repiten casi al infinito. Primera
derivada; segunda derivada…tercera, cuarta. Siendo así, entonces, lo ideológico, en este
tiempo, sería las ideas de los que son clones de la idea anterior. Por ejemplo, diría Mafalda, la
ideología básica de Uribe Vélez (el orden, a lo bien. Como sangría de hordas) es la misma de su
clon desmirriado Iván Duque. Es decir,¿¡cuàl idea de país?. ¿o es un ideograma volátil, a
manera de sopa de letras. Orden público, garantía para ciudadanos y ciudadanas de bien
(…diría Quino), garantía para todos y todas los pares, pares. Clones, clones.
País económico. Paìs Político,. Paìs en contexto internacional. Como réplica, en lo uno y en lo
otro (como diría Suso, el ideólogo mayor del país placebo). Del país paradigma de la inviabilidad
en su modelo económico. ¿Cuàl modelo?. Tal vez del que se hablò en el Foro de Asofondos. En
eso de analizar el PIB, su horizonte y perspectiva, de conformidad con las variables que se
subsumen en èl. Bien como tipologías para los déficits. O como comparativo refulgente. En eso
de hablar de ¿…qué es el 2% del PIB derivado del narcotráfico; comparado con cualquiera otra
variable? Pais, país. De mitos y de leyendas. Como queriendo decir que unas apenas, ahora, se
instauran. O pretenden instaurar. “País de la sociedad civil”, dijo, en principio Antanas Mockus.
En esa búsqueda de sortilegios impávidos (a nalgadas, diría, otra vez, Homero Sipson). Ese tipo
de ideología (…o de ideogramas, sopa de letras). Por la “C.C”. Cultura Ciudadana. Ideologìa
blanda, breve, inocua, sin nada como envoltura fibrosa. Ni kantiana. Ni hegeliana. Ni
maquiàvelica. Ni Roussoniana. País de entelequias. Académicos y acadèmicas, apostándole a “la
renovación de costumbres y de ideas y de plasma”. Casi país sintético. De nuevas formas. De
nuevos giros lingüísticos. De nuevas maneras para decir lo que ya està dicho. Maestros y
maestras. Filósofos y filosofas de los nuevos mandatos. Civilidad como colección de trozos ya
en desuso. Copias, malas copias, de “las ideologías verdes” de España; Suecia; Grecia;
Holanda…Sociedad civil como sumatoria (simple sumatoria) de esas cargas ideológicas anodinas
que soportan a las “organizaciones no gubernamentales”. Pero, en sí, encargadas de reproducir
lo más burdo del sistema gubernamental. Es decir su razón de ser ya filtrada y, nuevamente,
codificada. En aplicación de una figura parecida al “nuevo imprimatur”. Es decir, organizaciones
civiles por fuera del “sistema”, que acuerdan con “el sistema”, una manera de vender como
nuevo e impoluto lo que, en otras condiciones no pasaría de ser inmoral, punible, vergonzoso.
Dirìa, el hoy heredero de Antanas Mockus ( a nalgadas, diría la nena icono de inteligencia, hija
de Homero Simpson). Del mismo nervio y pulso de los y las animalistas. Proveedores y
proveedoras de los derechos perrunos, gatunos, culebras y demás mascotas. Ideólogos e
ideólogas de derechos. Incluyendo hogares de paso, guarderías EPS, salud prepagada para los
nuevos iconos de la solidaridad y la ternura.
Pais, país. De aristas no puntudas. De las organizaciones populares esquivas. De esas que, en
el día a día, en el mundo globalizado urbano. Viviendistas; usuarios y usuarias de servicios
públicos y/o privados. Recicladores y recicladoras; vendedores y vendedoras en calles, buses,
colectivos, iglesias; cerros; parques. Otra sumatoria. De ideologías no propiamente pródigas en
principios fundamentales asociados a la lucha frontal en contra del capital que sigue
apabullando (con nuevas denominaciones) a los obreros, obreras, trabajadores y trabajadoras
de del universo denominado de servicios. Ya, de por sí, constituyen sujetos y sujetas(los y las
de abajo) presentes en la literatura fácil, tétrica, demasiado imbécil y populista. Dirían algunos
(como Chico Buarque o Ali Primera o Pascual Duarte; Paquita la del Barrio) “los y las no tenidos
ni tenidas en consideración”. País lúgubre. Sin partido. Flotante, inconcluso. Algo asì como país
de idòlatras. Como el país de Gaitán. Y de Rojas Pinilla. Su clon más destacado (en la peor
aproximación posible. Es decir, Jorge Eliécer Gaitán), es “El Gran Caudillo Gustavo Petro”.
11. 11
Pais, país. De utopías bastardas armadas o, después, desarmadas. País de pasado. Y, ahora, de
presentes opciones desmirriadas, por lo bajo. Otrora figurines de ideologías “duras”. Dirìa
alguien (como yo, por ejemplo), “duras” por lo que han tenido y tienen de la solidez del mármol
frìo. Pura textura amorfa, sin nada por dentro. A no ser màs frialdad y màs nada de nada. Paìs
de milicos hechos a imagen y semejanza de mercaderes de armas; de contrabandistas; de
“próceres de mierda”. Pais de los que pasan y han pasado por la guerra como ejecutores
ampulosos; como ideólogos e ideólogas de la confrontación prostituida. Y hoy, a lo sumo, no
son otra cosa que “beneficiarios y beneficiarias” de la llamada posguerra. Los y las que, sin èl
quererlo, derivan del texto “El Oficio de la Guerra” del académico Francisco Leal Buitrago.
Pais, país de siempre. De los y las que han girado en torno a “Los dos Partidos Tradicionales”.
Desde Alfonso López Michelsen (Movimiento Revolucionario Liberal); Luis Carlos Galán (“Nuevo
Liberalismo); Germán Vargas Lleras (Cambio Radical); Juan Manuel Santos (Partido de Unidad
Nacional); Álvaro Uribe Vèlez (Centro Democrático). Pais, país. De “toderos” ideológicos.
Preparados y preparadas pa`las que sea (como el aguardiente antioqueño). Desde “Los Doce
Apòstoles”, pasando por las AUC y similares. Paìs de “prohombres” sacrificados, “pristinos”.
Dirìa alguien (por ejemplo yo, otra vez) Sumatoria de proxenetas, administradores de miseria
del prostíbulo legislativo.
Entonces. País, país de la inequidad del poder instrumental. Economía creciendo por la vìa màs
pérfida del capitalismo. País, país de la economía perniciosa y ociosa. De las corporaciones
financieras y los bancos. Del màs burdo primer piso. De segundo piso al servicio de infinitas
modalidades de lavado de capitales. País encriptado. Sì, como sinnùmero de vericuetos
pútridos. Pais, país. Economía básica, productiva, creadora de riqueza y acumulación real
desvensijada. Atada; inviable.
Este es el país, país que se pelean por dirigir los y las sujetas de pura nervadura y pulso de
diversos orígenes ideológicos, Diversos en lo formal estúpido. Más no en la endeblez,
pusilánimes, delgadez. Más que ideologías; administradores y administradoras de ideogramas y
sopas de letras. Por la “”V” de Vergüenza. Por la “R” de repetición impúdica. Por la “P” de
patrioterismo burdo, volátil. Por la “C”. de cretinismo manifiesto. Por la “M” de mentiras que se
repiten. Como repetida es la historia que cada quien pretende recordar y contar a su manera.
Muy falaz, por cierto.
Digo yo, en plena armonía con el anarquismo. A la manera de la insurrección en Cataluña
Obrera, en plena Guerra Civil. No reivindico el facilismo imbècil “del sacrificio por la paz”. Entre
otras cosas, ¿cuàl paz?. ¿La del escuálido Premio Nobel, engañabobos?
Lo que queda, quien creyera que necesitarìa de las palabras del apocado Piero. Cuando cantò.
En efímero pasado, “a este país lo destruyeron. Ahora hay que volverlo a armar”. No a la
manera de rompecabezas anodino. Por la fuerza. Por vìa de la guerra revolucionaria.
Insurreccional obrera. Sin tregua transicional. Al todo o a nada. País, país de futuro cierto;
como ser cierto es el proyecto de la revolución cierta.
Caracterización del Fiscal General de la Nación
El caso Santrich. Acto Legislativo número 1 (abril 4 de 2017) y el
denominado Posconflicto en Colombia
En esto de andar escribiendo, siempre encuentro opciones precisas para efectuar énfasis. No
solo en términos de lo conceptual, puntual. También en lo correspondiente a los registros
históricos.
Para el caso que centra mi atención, ahora, considero conveniente una primera acotación. En lo
inesperado, en veces, y que referencia lo complejo del derecho constitucional. Pero, en preciso,
12. 12
relacionado con las condiciones en que se producen y se han producido las reformas, en el caso
concreto de nuestra Constitución Politica a partir de 1991. En un contexto de profundidad
adecuada.
Ante todo porque, en suposición necesaria, toda reforma constitucional debe entenderse con
soporte básico-teórico indispensable. A màs de lo presunto en términos de la justificación
política y/o asociada a determinados condicionantes sociales, económicos y/o internacionales.
Geográficos fronterizos o de delimitación con respecto a aguas internacionales.
En este caso, corresponde propiciar uno o varios nexos vinculantes; en tratàndose de un
agregado circunstancial. Con variables sociales y políticas que provienen de tiempos casi
inmemoriales. Algo asì como un entendido que involucra un trasunto histórico casi desde el
mismo momento de lo que se denomina “tiempo inmediato y mediato posterior a la declaratoria
de independencia.
Ya, en escrito que titulé.”…Acerca de la negociación con las Farc” (o, en general, de los
tratados de paz). Y. en versión màs reciente y sustentada en expresiones interdisciplinares
“Monografía no aprobada en relación a la negociación entre el gobierno nacional y las Farc”;
presentè una interpretación divergente. No matriculada en opciones de simple expresión
mediática. Una opción (la mía) que siempre ha sido coherente. Inclusive en mis escritos
literarios asociados a los ensayos, relatos y novelas cortas. Que he publicado por internet y
participado en diferentes concursos. Es el caso, a manera de ejemplo, el escrito “interpretación
jurídica del caso del señor K” (“El Proceso” de Franz Kafka).
De lo que se trata ahora, entonces, es de proponer una interpretación un tanto compleja.
Porque involucra no solo la adecuación en sí de la norma constitucional a los requerimientos de
lo que fuera el proceso de Negociaciòn.
Se me atraviesa, asì de sopetón, una referencia obligada; conocido el texto “Dialéctica del
Poder Instrumental” de Ilse Schütz-Buenaventura.
“…Cabe preguntarse cómo ocurre que el joven Hegel, incierto en la tradición ideològica
absolutista del idealismo, se insurreccionase contra el espíritu supeditado y, a la vez exacerbado
de la época protestante y cuál es el lugar que, dentro de este debate terminan por ocupar la
religión y el absoluto.
En los agregados a su escrito “La positividad de la religión cristiana de 1795 y de 1800 es decir,
en pleno desarrollo de la revolución francesa, Hegel ubica ya la religión en general como
fenómeno social e histórico –todo pueblo ha tenido sus propios objetos. De la fantasía, de sus
dioses, ángeles, diablos y santos que continúan viviendo en las tradiciones del pueblo. En
segundo lugar se califica de pérdida de la razón al tantum de la imagen emboscada de un Dios
que, a manera de señor todopoderoso. Nos hace abúlicos, ignorantes y ciegos…(página 58).
En ello, de mi parte, va puesto lo que he dado en llamar “el supuesto fundamental para la
entronización del poder que desquicia la voluntad individual y coloca a la voluntad colectiva en
subsumisiòn perenne”.
En toda constitución política se pretende la legalización del Estado como insumo básico y
fundamental en el proceso de implementación del poder. Siempre por vìa impropia. Si el
entendido de esto es las restricciones a la libertad y la coacción aplicada. Y. en suposición de
que es aceptada como eximio valor fundamental e indispensable para la instauración del
horizonte hablado y escrito. En instrumentación que sea refrendada cada que, por ejemplo en
crisis profundas, obligante a la refundación.
“…Es asì como el lenguaje de Hegel, muy a tono con la atmósfera teológica de la tradición
filosófica alemana. Rodea siempre la caracterización del Estado, de un lado que, dirigiéndose a
lo terreno, no puede ocultar seguir utilizando la expresión mística de la religión,,,” (página 61).
13. 13
Lo que sigue, entonces, no ha de ser otra cosa que la similitud respecto a la instrumentalización
ampliada y sistematizada. Es decir. En las secuencias en sumisión. En el entrever el horizonte
cono “la nitidez” propia de la gendarmería jurídica anclada en la noción del “ser en si” que
deambula como a puro palos de ciego. Por lo circundante. Bien que sea profundo y/o superfluo.
Entonces, el acervo. El acumulado. Y los contenidos constitucionales, generan envolventes
acopios que definen y redefinen iconos y costumbres políticas. En el entorno cultural propio de
lo que se denomina como procedente, por vìa propia. Es decir por lo que se supone subyace a
la democracia que desprende, por esto mismo, una o varias connotaciones. En uno u otro
tiempo. Por vìa de dilucidación de lo necesario, en el universal entendido de gobernabilidad.
Eso es lo que sucede con todo proceso de sumisión, inserción y desinserción. Es, en veces, lo
uno o lo otro. Casi como empalagosa certeza en la cual no procede la ambigüedad, en razón a
que ejercerìa como sinonimia de la dualidad que no pueda ser permitida.
Por cierto que, en todo escenario de limitación y delimitación. Es como si se pusiera al fuego lo
permitido en toda legitimación y/o deslegitimación. Es decir: no solo lo concerniente al
reconocimiento del otro o de los otros como sujetos de insurgencia aviesa (en términos de la
simbología de la democracia burguesa). Para instaurar el entorno dialogante. Sino que, por esa
vìa, se acceda a la localización de nuevos mojones para el equilibrio incluyente. No por lo que
esto suponga reconocimiento de la postulación del contrapoder que conlleve, por esto mismo, a
la compartición y, por lo tanto, a la pérdida de la hegemonía totalitaria.
Este Acto Legislativo 1 de 2017 (abril 4) es la concreción de la aceptación de la postulación ya
acogida en el proceso de negociación como tal. Es, como se dirìa en el esquema y universo del
“nuevo diagrama paradigmático” la instrumentalización compartida en cuanto al reconocimiento
de la condición de victimarios y la visibilizarían de las víctimas. Como si condujera a la
bipolaridad manifiesta. El reconocimiento de la condición de sujetos de culpa. De un lado. De
otro, los y las sujetos vulnerados (as) como colateral de ese reconocimiento de culpabilidad. Un
ejercicio un tanto bronco, situado en la línea de interpretación freudiana.
Y. el Estado, como absoluta expresión de la legalidad manifiesta. Y el gobierno sujeto
negociador y sujeto “garante” de lo que podríamos llamar “nuevos términos relacionales”. Y los
poderdantes representativos de la sumatoria y fuerza otrora insurgente. Todo constitutivo de
méritos morales y, según eso mismo, iconos de “nueva legalidad”. Provista, esta misma, de las
condiciones necesarias, en virtud a que las víctimas del conflicto que se supone terminado ya,
avalan esas nuevas condiciones y postulados de legalidad.
En este contexto jurídico novísimo (casi como postura herética); la institucionalidad tiende a la
reconversión. Algo asì como redistribución de opciones construidas a partir del Acto Legislativo
1 de 2017. Pero, asimismo. Manteniendo no solo la vertiente básica de la legalidad estatal y
gubernativa. Sino, también, lo que se da en llamar “las reservas morales, jurídicas y lógicas que
se han venido construyendo y reconstruyendo, en espacios temporales sucesivos. Algo asì como
pura heredad que deviene de la cepa originaria.
Tendencialmente y de hecho, las fisuras pueden y son de insurgencia probable. Con mayor
razón, habida cuenta de lo contradictorio de todo el proceso en sí. Por lo mismo que
contrapone fuerzas del poder real instrumental. Y fuerzas que propugnan por el mantenimiento
del corpus básico represor del Estado como omnisciente sujeto pètreo, que debe entenderse
incólume, inamovible.
Para el caso y, en lo fundamental, la figura de la Fiscalía General de la Nación, no solo ejerce
como institución de iteracciòn compulsiva, en lo jurídico instrumental y propiciador de
constantes insumos; tratàndose de ejercer como relevante sujeto acusador constante. Y, en el
caso del fiscal general Néstor Humberto Martínez Neira, es puro sujeto pernicioso, sesgado. Por
lo mismo que su formación jurídica no es, propiamente, dechado de virtudes asociadas a la
pureza teórica del derecho como ciencia. Es màs, su acceso al cargo, estuvo provisto de
vicisitudes casi grotescas. En un juego constante de pura nervadura maliciosa. En lo que esta
figura supone la impúdica intromisión. No de la política como ciencia de la conducción e
14. 14
interpretación de los procesos de gobierno y administración pública. Este no sería el momento
adecuado para acentuar en mi caracterización del perfil de quienes han ejercido el cargo desde
su creación en 1991; pero todos y todas han tenido esa misma impronta y nervio.
Pero, en este mismo entramado en ciernes, el sujeto ejecutivo y premio nobel de paz, es simple
y acucioso vocinglero lineal. Sin perfil, ni nervio, ni pulso humanístico. Para nada. Simple sujeto
que ha trasegado por la administración pública de nuestro país; como heredero de poder
económico y politico. Todero nefasto. Para decirlo, “asì, de one” como dicen los y las jóvenes:
mucho tintín y nada de paletas”. O, de otra manera, qué pudiera esperarse del sujeto que avaló
toda la trama impúdica de Álvaro Uribe Vèlez. Incluida la creación de un partido a su imagen y
semejanza. Incluida la pérfida invasión a Ecuador en 2008 y que, ahora, deja solo al presidente
Lenin Moreno (independientemente de lo que pueda ser mi caracterización de èl como
gobernante al servicio de la rancia burguesìa ecuatoriana) con el argumento que “a los
trabajadores de la comunicación ecuatorianos, secuestrados y muertos, lo fueron en su propio
país…y que, Guacho, nació allí, en Ecuador”. Como Dirìa cualquier pensante generoso “mucho
malparido. Amigo de mierda”.
Y ni que hablar de la institucionalidad en términos de la rama judicial de Estados Unidos. Queda
claro que su formación y soporte en derecho es de extirpe sesgada. Siempre han inventado
pruebas para justificar las invasiones. Panamá, Irak, Afganistán, Granada…y muchos etcéteras
asociados. Manipuladores con imaginario pervertido, siempre. “…tenemos conocimiento que
Jesús Santrich y varios, están conspirando para enviar diez toneladas de cocaína a nuestro país.
Asociados con uno de los carteles mejicanos. Interpol, en este caso muy acuciosa, impartió
circular roja, de una.
Y el Fiscal General de la Nación. Y el premio nobel presto, veloz. Y la Corte Suprema de Justicia.
Y los autoproclamados “Medios al servicio de la justicia y la democracia”, sin excepción dan por
hecho que son válidas y contundentes las pruebas de la DEA. Y candidatos presidenciales y sus
fórmulas vicepresidenciales, juntan voces. Unos y unas para declarse impolutos videntes que ya
habían advertido y presumido lo mismo. Otras y otros, para declarar, casi en puro lenguaje
cantinflesco, palabras con las cuales no comprometen ninguna interpretación (el vomitivo de lo
tibio).
Cuando lo único claro, en mi opinión, es lo siguiente: el cuerpo del Acto Legislativo 1 de 2017,
es un todo normativo. Construido a partir de las mismas necesidades que obligaban a
modificaciones constitucionales. Compromiso único, relevante, inamovible (por lo menos en el
ejercicio que relaciona víctimas y victimarios). Que conlleva, por esto mismo, al entendido del
debido proceso, en su propio universo contextual jurídico. Las pruebas tienen que ser conocidas
y valoradas por la instancia creada para asumir los procesos. La JEP es, en ese horizonte del
Acto Legislativo 1 de 2017, la única instancia que debe conocer, valorar, cotejar y analizar las
pruebas. En la misma lógica jurídica e instrumental en que deviene un proceso soportado en el
nexo existente entre confrontación, configurada a través del tiempo. Entre el Estado y la
insurgencia. Rebelión que termina en un consenso de partes. Y que, por lo mismo estas, se
subsumen en procedimientos para “acoger el nuevo ordenamiento vinculante que difiere, en el
tiempo, las repercusiones y daños colaterales.” Aquí cabrìa explayarse en lo que referiría una
interpretación de fondo. En lo que podría ser la reinterpretación del significado básico de la
sociedad. Como sumatoria de postulados, de sujetos y de sujetas. Con el Estado como garante
básico y fundamental. Con cada uno de los instrumentos asociados. En eso que tienen las
corporaciones e instancias que acogen, en la connotación màs precisa. Pero, al mismo tiempo,
mucho màs amplia. En las modalidades conceptuales que hacen de los y las sujetos partícipes.
Ya, entonces, la rebelión postulada por las Farc es propósito pasado. Y lo que viene, en ese
mismo contexto dado por la dinámica de su proyecto politico, asumen la disposición para
cumplir con lo acordado. Incluido, y esto es fundamental, el entendido de juricidad propio de un
acuerdo que no modifica, para nada, el entramado politico y económico burgués.
Ahora bien, en razón a la orquestación de la DEA y de la Interpol, se deriva la opción de
extradición. Y que, de por si, esta figura compromete opciones de interpretación relacionados
con la soberanía nacional y las instrumentación jurídica propia como país y como nación; queda
15. 15
claro que se haría mucho màs pleno el contenido del acuerdo que reglamente, en todo su
proceso jurídico, el Acto Legislativo 1 de 2017.
Luego, y en conclusión, es relativamente simple el Caso Santrich. Aplicación del debido
proceso en el contexto del Acto Legislativo 1 de 2017. Particularmente, en términos del de la
Justicia Especial Para la Paz (JEP). Lo demás, no es otra cosa que el de las maromas de
entelequias, promovidas por el Fiscal General Néstor Humberto Martínez Neira; por el espurio
Premio Nobel Juan Manuel Santos Calderòn; por “Los Medios” (sin excepción) asl servicio de la
variante màs inmoral, anti-ética y de extrema derecha en este país. Al servicio del Imperio. Asì
les suene a término y caracterización, supuestamente, del pasado, pasado.
Caracterización de la Policía Nacional de Colombia.
Código Nacional de Policía en Colombia (Ley 1801 de 2016)
(Entonces, ¿para qué la Constitución Politica?)
Poco me gusta pedir prestadas frases y/o palabras para denotar el significado de lo que pienso
y digo. Mucho menos, tratàndose de palabras y/o frases patentadas por ostentadores del saber
burgués desmirriado. Como fuera el caso de Darío Echandìa, Tipificado como “maestro”, por la
historiografía oficial.
Pero es que, cuando contextualizò la frase “país de cafres”; lo hizo en alusión a que quienes
se sintieron aludidos y/o aludidas. Eran y sus pares actuales, siguen siendo eso: como sujetos y
sujetas sin principios vàlidos, sòlidos. Al menos para el consumo en el mismo corpus de
liberales y conservadores. Y, yo agregarìa, sin aparentes nexos precisos partidistas. Pero si,
continuadores y continuadoras del acervo cultural-politico-ideològico que nos ha posicionado
como eso. Como “pais de cafres” Simplemente porque, al menos yo que pienso y actùo de
manera distinta. Es decir a los y las cafres (suertudos, parlanchines y parlanchinas.
Engañadores y engañadoras; soñadores y soñadoras en perversidad y en prostitución de ideas,
utopías y similares).
El ahora, en el contexto que describo, tiene que ver con lo siguiente: se devanan (los y las
cafres) los sesos argumentando en relación con derechos individuales y colectivos, a partir de la
Norma Constitucional de 1991. Què somos Estado Social de Derecho. Què tenemos
garantizado el debido proceso. Què las autoridades civiles, militares, policiales, más un gran
etcétera, están al servicio de la democracia. Què somos país (tal vez el mejor de Amèrica
Latina”, como dice el desvergonzado Premio Nobel de Paz, espurio. Y, a este, le siguen en
cantar de corifeos todos los partidos políticos y sus aristas y sus clones. Y los y las dirigentes de
estos y de los clones de sus clones.
Pero no le doy màs vueltas al asunto. Cuando iniciò tràmite el proyecto de ley que
desembocarìa en la Ley 1801 de 2016, recién los y las cafres, habían propolada el embuchado o
“el puro cuento malparido acerca de “El Mejor Policía del Mundo” era un colombiano. A lo bien
y partìcipe de la Cofradìa de Cafres denominados y denominadas, también, “Gentes de Bien”
Para ese entonces, escribì el texto “La mentira”. Veamos:
El del apellido de palo le decían. En ese entorno mafioso del cual fue líder otrora. Y le decían
¡qué buen hombre es usted! Hasta los presidentes le decían eso. Pero, también, se lo
decían los poderdantes del Imperio. Y los reyes y reinas. Del llamado Reino Unido”. De la
rancia España. Y casi todos los gendarmes de la Unión Europea. Y, él, se la creyó. Más o
menos justificaba su condición de famoso; en eso que llaman la “experiencia en la lucha
contra el crimen organizado y la subversión”. Protegiendo a los “ciudadanos y ciudadanas de
16. 16
bien”. Él y sus mentores, lo dicen así: Somos más de cuarenta y siete millones de buenos,
buenos. Claro que, según la proyección, a partir del censo de 2005, en este país vivimos
cuarenta y seis millones y pucho de personas. Es obvio que no dan las cuentas. Y, si así fuese,
parece que los “del otro lado de los buenos y las buenas”, podrían ser tres o cuatro personas.
Siguen sin cuadrar las cuentas.
Pues sí que estuvo “pacificando” por todo el país. “Un organizador impecable”, le
añadieron a sus virtudes. “Un custodio impoluto”. “Que no se le marea a nadie”. Y, sus
tropas, por ahí. Matando. Delinquiendo en todo el país. Cómplices de cuanto negocio
redondo se atravesara. Y, él, diciendo: “…son ovejas negras (pobrecitas las ovejas, tener
que ver con los racistas). Los buenos y buenas policías son el 99.99999999%”. A mí,
tampoco aquí, me dan las cuentas.
Pero lo cierto es que el símil de palito siguió en lo suyo. Recibiendo homenajes por
doquier. Y la gente fue creyendo eso de que el muy buen soldado y humanista. Y
hacedor de milagros y conjuros contra los aviesos enemigos de la Patria. Se dimensionó
en el Continente. Y se convirtió en referente e ícono. Y hasta lo postularon como fórmula
del caudillo de caudillos. Y le rindieron pleitesía. Y se lo siguieron creyendo tanto eso.
Que hasta se creyeron también eso de que había que exportarlo. Con sus enseñanzas y
todo. Para que todos los policías del mundo y los gobernantes aprovecharan su talento.
Y, además, lo colocaron como columnista del pasquín de los Santos y de los españoles. Y le
metieron en la cabeza que era lo máximo a la enésima potencia. Y lo llevaron a sesiones
de la opereta en la Habana. Y López Calderón le rogó para que se fuera a vivir allá y a
convertir en muy buenos y humanos a los policías mejicanos. Y lo ratificó Peña Nieto.
Y se cosecharon muy buenos frutos. Los policías del Estado de Guerrero desaparecieron,
torturaron y mataron a cuarenta y tres estudiantes. Las investigaciones y denuncias
hablan de que, prácticamente, toda la policía mejicana actúa en contubernio con las
mafias de narcotraficantes y secuestradores y asesinos. De algo sirvió, pues, la asesoría
del “mejor policía del mundo”. El más “humano”, El más “inteligente”. El más “tenaz
defensor de las patrias (la suya y la de los otros que se creyeron el cuento). Como
decían las abuelas “Hágale pues mijo”
Ahora, pasado el tiempo. Corto, brutal, irrefutable. Nos encontramos con la misma trama; pero
distinta. Como diría el coro de los hermanos filosòfos del clan Nule. Esta vez. Siendo ya Ley de
la República. La 1801 de 2016. El Còdigo Nacional de Policía. Ha instaurado una nueva lógica
para hacer de los hechos y acciones simples. De tràmite obvio. En la textura constitucional.
Inherentes a los derechos establecidos. En lo individual y colectivo. Como meras réplicas
operativas consagradas. Vaciadas en lo preciso del Còdigo Penal y de Procedimiento Penal.
Hechos y acciones punibles por vìa directa. A puro pulso de entendimiento y razón de los (as)
sujetos (as)- agentes simples de conocimiento (…que ya, de por si constituye una ofensa al
buen discernir jurídico, vàlido, inteligente). Dirìa alguien, por ejemplo yo, nos volvieron a
sumergir (los y las cafres) en la dinámica jurídica propia del General Ñungo y de los pensantes
y defensores y defensoras del Estatuto de Seguridad.
Esto, con el agregado que convierte al Estatuto Nacional de Policía vigente en algo asì como
nueva reforma tributaria insòlita. Constitutiva de "nueva “opción para la interpretación de la
macroeconomía. Consolidada al son de tambores de guerra de baja intensidad. Entonces ya, las
variables no son el impuesto a la renta; ni el impuesto a las ganancias ocasionales o
presuntivas. Ahora son los “comparendos inclusivos”. Es decir, a manera de ejemplo, por
“consumir dosis mínima de marihuana en espacio público; por portar una botella de licor
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destapada; por insultar o responder a un insulto; por mearse en la calle; por decirle a un o a
una policía que no sea abusivo (a), independientemente de lo que nos digan o si el reclamo es
por el hecho de estar golpeando a un niño, niña, mujer u hombre indefenso(a); minusválido
(a). Esto, hablando de “lo de menos”. Para no hablar de “lo de más”. Es decir de la infamia de
los allanamientos sin orden judicial. Por mera presunción y buen juicio(¿…??) de los sujetos y
sujetas policías. Recuerdo, ahora, una anécdota en el pasado no tan pasado. Un policía (…o
patrullero /a, candidato a “héroe de la patria” se encerró en habitación a observar como dos
sujetos violaban a una joven. Cuando le preguntaron por qué no procedió a evitar la violación y
a detener a los violadores, soltò esta perla “…es que tenía que esperar hasta que se configurara
el ilícito”. Sobra decir que los violadores se escaparon. Es decir “el buen juicio” de “los agentes
del orden”. Es decir del ir y venir de los cafres.
Como diría el gran filòsofo Mr. Watson Santos Calderòn “…vaya, vaya, sí que estamos
progresando en protección de derechos constitucionales. Esta Ley 1801 de 2016 es la
machera…para las gentes de bien” Agregarìa, yo, para los y las cafres
Otro dolor. Otra ausencia de pulsión humana. Asociada a hechos de absoluta insania.. En nexo
con la periodista y activista por derechos de gènero. Yo titulé un escrito “Las fotos. Como
contar las desapariones en la Cárcel Modelo en Bogotá D.C., Colombia.
Las fotos
Y escuché decir, que había en la ciudad un sitio en el cual la vida física se estaba
desmembrando Me lo dijeron, en secreto. Dijo Cilantro Balbuena, que estuvo allí y que
sintió frío penetrante. Con su vasija de aluminio, entraba por los desperdicios sobrantes
de la ignominiosa alimentación que allí brindan a esos sujetos envueltos en mallas y
alambres punzantes. Y que, seguía diciendo Balbuena . entraba a los patios habilitados
para ver el Sol y recibir, limpiamente, el viento tempranero. Y sí que vi carne por ahí
volando; en lo que yo creía eran pedazos de carne desechada, al elaborar la comida.
“En ese enhebramiento mío, día a día entraba. En madrugada angosta; por lo mucho que
había de bregar todo el día. Por toda la ciudad. Con ese caballito llevando lo que yo
suponía que eran deshechos vinculados con la satisfacción de la comidita, de esos
hombres encerrados. Cumpliendo la pena dictada por el señor juez…”.
Pacté, con el sujeto aludido, la búsqueda de datos. Y, si fuese posible, fotos de todo el
sitio; incluidos esa inmundicia de baños e inodoros. Para mí era algo así como ejercer de
héroe de las mil caras. En consideración a mi condición de sujeto envuelto en ese
aspaviento llamado historia ajena. Pretendiendo ufanarme por mi condición férrea,
penetrante.
Balboa regresó sin las fotos acordadas. Simplemente porque le robaron la camarita con
la cual iba a hacer el enfoque necesario; y rogándole al dios Sol, para que no se dejara
tapar por esas nubes opacas, gruesas. Lo observé (…a Balboa) en una expresión de casi
mudez. Como cuando uno ve a alguien confundido y temeroso. Y, sí que me dijo, de
ductos en putrefacción más de lo normal. Desencajado en todo el cuerpo; incluido el
cerebro, que ya le advertía que estaba en cap acidad de surtir miedo, en su
individualidad y en el entorno secreto Comoquiera que percibió un ultraje a los cuerpos
de quienes ahí estaban. En veces con voces y acciones virulentas. Otras, en una
pasividad infinita. Tal vez, por los recuerdos de lo que hicieron en pasado.
Y me dije, en reflexión mía, íntima; habré de ir más allá. Traspasando ese horizonte casi
perdido. Asfixiado. Busqué, entre esos trebejos que tengo y que llamo valores. Me
encontré con uno que me ha servido, a través del tiempo. La solidaridad y la esperanza.
Cuando las tuve a bien, logré entrar a “esa casa maldita”. Todo alrededor estaba hecho
de percepciones perdidas. De la memoria íngrima. De esa noche ululando, como pájaro
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agorero. Me fui deslizando hacia todos los rincones. En ese surtido de vejámenes de los
cuales están hechos.
Una sombra perversa empezó a adueñarse de los patios al aire libre, pero sofocados por
una hediondez absoluta. Fui a parar a las letrinas, que eran constantemente utilizados
como fuga por esos huecos infames. Cuadro entré quedé absorto. Había en el piso,
tirados al piso. Cuerpos incompletos. Piernas, brazos. Con los dedos apuntados y las
uñas arrancadas. Vi como se hacía tenebroso el lugar. Corrí hacia la salida. Me
detuvieron allí unos hombres quemados por el Sol y por el frío intenso de las
madrugadas. Simplemente me llevaron hasta el “el cuarto de tormento”. Allí me tiraron al
piso. Como duele tanta maldad. Estando en esa reflexión, sentí mi cabeza volar por todo
el ámbito. Y me arrastraron, cabeza y cuerpo hasta el sitio que vi; no sabiendo que eso
no se puede hacer.
Caracterización de situación actual de las Farc.
La deserción, como alternativa
De paso, efectúo una reflexión ¿en qué anda la unidad de mando en las FARC?. Una respuesta:
debe continuar embolatada. Como en ese recuerdo que, con razón, podemos retrotraer.
Desde tiempos en los cuales se percibía la ausencia absoluta de nervio vàlido, único en la
conducción. El Secretariado siempre no fuera otra cosa que una sumatoria de individuos con
un acumulado. Construido al puro pulso del ejercicio básico militar. Cada quien en lo suyo. Solo
el prestigio de los combates asistidos. Galos presuntos y/o reales que denotaban el respaldo y
punto de comienzo de la trayectoria. Cada quien como inmerso en la obsesión de hacer valer su
meritocracia. Habida cuenta que, esta, hacía nexo fundamental co9n el horizontes programático
de cada uno o cada una ((¿?)
Si cada quien acumulaba, Cada quien podría fungir como poderdante de sus cercanos.
Compañeros y compañeras de combate. Y, a lo sumo, de uno que otro concepto que se le
enredadarìa por ahí. En el paso a paso. En la enhebraciòn de algunas ideas sueltas; heredadas
o aprendidas en el otrora catecismo politico fundamental. Tal vez ese que se pudo haber
filtrado, vìa dogmatismo ilustrado del estalinismo. Tal vez matizado con la vehemencia de “La
Pasionaria “Dolores Ibárruri en el curso del proselitismo acuñado en los procesos que le eran
propios. Ni otros que valores políticos asociados a la sucesión de traiciones al movimiento
obrero internacional; con el prurito de la degradación de los soviets.
Lo cierto es un universo de palabras por ahí volando. Tratando de encontrar sujetos que le
dieran algún significado. Así fuera mínimo. Pero, de una u otra manera, asociado a la
experimentación política desvaída, Casi fugaz. Entre tronantes fusiles. Disparados cualquier
sitio. Dependiendo de cada frente. Y de cada estrategia de ese frente. En pura pulsión de
saberes aprendidos en el día a día. Incluidos los discursos pronunciados como meras arengas.
En veces insólitas. Casi siempre como simples fluidos inventados “al calor del combate”
Eso de la unidad de mando siempre fuera un decir. Cada quien posicionado en su propia
garrotera, Hilo conductor politico nunca existió. Lo que daríamos en llamar, en otros escenarios,
“Líneas de Masas” eran cartillitas copiadas, heredadas. Guardadas las proporciones, por el
hecho mismo del profundo distanciamiento entre un modelo y otro, lo fuera “el libro rojo” del
Ejército Maoísta.
Por lo mismo, entonces, Iván Marulanda, O Javier. O Jacobo Arenas. O Mono Jojoy. O Raúl
Reyes. O Iván Márquez. O Jesús Santrich. O Alfonso Cano. O Timochenco. O Saúl Franco
Sánchez (Osvaldo). O Arturo Alape. O Pablo Catatumbo…Cada quien en lo suyo con su
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perímetro envolvente. Acuciosos soldados, Muchas veces en pura ramplonería propia de cada
quien y de cada perfil en ese cada quien.
Contradicciones nunca resueltas. Lo màs cercano en el tiempo: ¿…quién otorgó las coordenadas
para la emboscada a Alfonso Cano?. Tan adportas del inicio de las negociaciones con el
gobierno de Juan Manuel Santos, O, un tanto màs atrás ¿qué sucedió realmente en todo ese
proceso confuso denominado “Operación Jaque?. ¿Quién infiltró al Mono Jojoy y le pondría el
cascabel en sus botas?
Casi siempre la coherencia entre los discursos, aun sean disímiles, en lo de mediano o largo
plazo, daría la impresión de constituir una figura de hilatura asociada al concepto de Ideologìa
básica. Algo asì como partitura hecha a trozos. Con la asociación de palabras que, cada quien,
solicita sea incorporadas. Esto, de por sí, daría lugar a porciones de discurso que pudiera ser
considerado, todos, como insumo vàlido para la convocación a acciones màs o menos de
notoriedad política. Una especie de estrategia no decantada. Màs si colocada como en
perspectiva que daría cuenta de un entorno programático.
Ahora bien, lo que pasa es que esto, en sí, no resiste ningún embate. Tratàndose de conjunto
de ideas sustentaorios de proclamas de liberación. Fundamentalmente, porque esos trozos (que
sumados) pudieran originar acuerdos programáticos; no tuvieran ni tienen la solidez, la pulsión
y el nervio que permitieran ser caracterizados como soporte ideològico y político, no tanto para
ser difundido, como para ejercer como horizonte incólume.
Con mayor razón, aún, habida cuenta de lo que ha sido la historia de las negociaciones políticas
en nuestro país. Desde los tiempos de las guerrillas liberales de las organizaciones autónomas
para la autodefensa campesina. No màs, en esa cercanía infame del exterminio de los y las
militantes de la UP. A quienes, de paso es necesario decirlo, dejaron solos y solas el grueso de
la dirigencia y de las tropas farianas.
Lo de ahora, en el denominado posconflicto, es distinto. Siendo lo mismo. Es decir, distinto en
cuanto cronológicamente es otro tiempo. Y ya, de por sí, los tiempos en las luchas sociales y
políticas, puedan ser tan cortos y/o tan largos. Comoquiera que dependen de variables, en
veces, no previsibles. Pero es lo mismo, en cuanto la burguesìa, sus aparatos ideológicos y
políticos, sus aparatos de terror y guerra (con el apoyo sistemático, cada vez màs profundo, por
parte de Estados Unidos y la Unión Europea); han cogido el pulso. No solo conocieron lo que
fueran las Farc antes de los acuerdos. Ante todo ahora. Conocen de las profundas
contradicciones en el cuerpo de dirección. Inclusive, lo asevero de paso, entienden que
controlan lo fundamental Como control politico y militar tiene. Tanto para la variable
Timochenco; como para la variable (en general) de lo que queda del Secretariado. Incluida la
subvariable liderada por Jesús Santrich, Iván Márquez y Hernán Darío Velásquez (“El Paisa”).
No en vano han pasado hechos y acciones en Centroamérica, con los procesos y los acuerdos
que, paso a paso, originados en Esquipulas I y II. No en vano pasó la insania de “guerra de
baja intensidad”, soportada en las doctrinas de seguridad nacional en Amèrica del Sur.
El asedio, se ha convertido en absoluta asfixia. El conjunto de fuerzas políticas y militares en el
poder han ido cerrando los pasos. Saben de la minusvalía para la capacidad de respuesta por
parte de los poderdantes del acuerdo a nombre de lo que se ha dado en llamar “La
Guerrillerada”. La dejación absoluta de las armas constituyó un error (¿…si sería un error del
Secretariado?...¿o màs bien ignorancia supina?. De todas maneras, esto último, sería raro en
ellos y ellas (¿?). Conociendo su historia y capacidad de percepción de lo oculto en la táctica y
estrategia del enemigo). Personalmente, considero que hubo y hay algo màs, que no alcanzo a
desentrañar. Tal vez por obvia falta de información).
Lo que existe, hoy por hoy, es pura soledad en los respaldos políticos. Si acaso los hubo, se
fueron diluyendo. Ahora, en plena campaña presidencial. Cada quien es cada quien,
aparentemente. Es decir: Vargas Lleras, Iván Duque, Vivian Morales, Humberto de la Calle
Lombana; Sergio Fajardo y Gustavo Petro están metidos de lleno en tratar de diferenciarse y
de, por esa vìa, acceder al embeleso del “Palacio de Nariño”. Con todo lo que esto supone en
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términos de poder en el manejo de hilos políticos, ideológicos, sociales y económicos. Pero, a
decir verdad y en sí, todos y todas (candidatos y fórmulas presidenciales) son constitutivos de
“las fuerzas políticas” que galopan en contra de los acuerdos. El posconflicto es, para ellos y
para ellas, algo con lo que habrá que lidiar; màs nunca objeto base para la promoción de
acciones estratégicas, de la mano del Secretariado (¿?). La Guerrillerada està a merced del
poder arrasador y terrorista de todos los aparatos ideológicos y militares y jurídicos del Estado,
Del actual gobierno y del que se posesione el 7 de agosto de 2018.
La deserción de “La Guerrillerada” debería ser ahora. Tal vez, tratando de aprovechar algunos
fueros todavía existentes. Y algunas brecha con algún poder politico y de respaldo latente en
algunos sectores de la población. Si no es ahora, en inmediato tiempo después será otro
exterminio (…que, a decir verdad, ya ha empezado).
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