Hoy hablaba de construcción personal con una de esas personas inteligentes y amables que las nuevas tecnologías permiten conocer desde el sillón de una oficina. Hablábamos del espacio y el tiempo que le dedicamos a las cosas importantes de nuestra vida, y él apuntaba, con gran criterio, que sobre todo nos hemos olvidado de marcar en la agenda tiempo suficiente para la persona más importante que conocemos (o queremos conocer), nosotros mismos. Los que leéis a menudo el blog, o habéis leído “La espiral de la felicidad” sabéis cuánto coincidimos con esa reflexión. Básicamente hay un 75% de las personas que piensan que su vida, su estado emocional, está gobernado por las causas externas que no se pueden controlar.(el destino como un ente que lo tiene todo descrito desde el inicio, los padres, el jefe…etc) se llaman personas con el “Locus de Control Externo”. El 25% restante, son los que tienen el “Locus de Control Interno” y parten de creencias donde adjudican toda la responsabilidad de lo que les pasa a ellos mismos. Mas allá de tecnicismos, de cada 4 personas hay 3 que piensan que el mundo conspira contra (o a favor) de ellas, y 1 piensa que es ella la que actúa y marca la diferencia sobre su vida para bien o para mal.