2. Es la protrusión anormal
total ó parcial, de un
órgano(s) ó víscera
abdominal-pélvica por
un orificio natural ó
defecto adquirido de la
pared antero lateral del
abdomen.
Patología
Herniaria
Definición
3. Patología
Herniaria
Fisiopatología
Reducción de la proporción de colágeno I/III
El defecto descrito consistió en una alteración del
RNAm de los 2 tipos de colágeno
síntesis de una proteína en una proporción que no es
la adecuada, pero que es componente normal de la
matriz extracelular
4. Patología
Herniaria
Factores de riesgo
Defectos anatómicos y evolución.
Persistencia del conducto peritoneo-vaginal
Mecanismo de compuerta
Elevación de la presión intraabdominal
Biomecánic
os
5. Patología
Herniaria
Factores de riesgo
Metabólico
s
Genéticos
Tabaquismo
• Formas maduras de colágeno en
tejido celular subcutáneo es
significativamente menor.
Enfermedad de Ehlers Danlos
• . Es una anormalidad del metabolismo del
colágeno que se expresa en alteraciones
de la estructura de la fibra colágena
Antecedentes familiares
• Mayor predisposición genética al
desarrollo de las mismas.
6. Patología
Herniaria
Epidemiologia
Epigástrica
1%
Umbilical 2 %
Incisional 1,5
%
Inguinales 75-
80%
Crural 2 - 8 %
Otro 1 %
• Aproximadamente 770.000 herniorrafias inguinales son
realizadas en USA cada año.
• 5 % de la población general presenta una hernia de la
pared abdominal
• 75% son hernias inguinofemorales
• 10% de todas las hernias corresponden a hernias
umbilicales
• Complicaciones: Incarceladas 5 – 20%, 2- 5%
Estrangulamiento
• Recurrencia: Entre 15 - 35% en pacientes operados dos
o más veces. Entre 30 – 40% en reparaciones sin
prótesis y Entre 5 – 20 % en reparación con prótesis
10. Patología
Herniaria
Hernia inguinal
75% de todas las hernias de pared
abdominal.
Indirectas 2:1Directas
Hombres 9:1 Mujeres
1 año/ > 40 años.
La indicencia aumenta con la edad, 50%
para hombres que sobrepasan los 75 años.
Epidemiolo
gía
15. Patología
Herniaria
Hernia inguinal
Clasificación de EHS
La clasificación de Aachen
en la cual la hernia se
nomina con una letra L, M,
o F, según sea la hernia
lateral (indirecta), medial
(directa) o femoral y los
números 1, 2, o 3, según
sea el tamaño del defecto
herniario.
17. Patología
Herniaria
Hernia inguinal
Clasificación de schumpelick (1995)
Tipo I; tamaño normal de anillo inguinal iterno hasta 1.5cm
Tipo II; hernias directas e indirectas de 1.5 hasta 3 cm.
Tipo III; orificio mayor a 3 cm.
A los tipo se les añade la lentra “C” para las mixtas, “L” para
las laterales o indirectas, “M” paralas mediales o directas.
19. Patología
Herniaria
Hernia inguinal
Clasificación Stoppa- Grepa
Tipo I: hernia indirecta con anillo interno normal (1-2cm)
Tipo II: anillomayor a 2 cmo tipo 1 con un factor
agravante.
Tipo III: piso inguinal debilitado y/o tipo 2 con factores
gravante.
Tipo IV: hernias recidivantes y/o tipo 3 con factor
agravante.
22. Incidencia 2% - 8%
Mujeres/ hombres 4:1
40 – 70 años
20-45% probabilidad de estrangulación.
Representan menos del 10% de todas las hernias
inguinales, pero un 40% se presentan como
incarcelación.
Patología
Herniaria
Hernia femoral
24. 2-3% población.
Raza negra
↑ 1er. Año de vida
> 70 años
Ascitis
Obesidad
Multiparas.
Su presentación más frecuente es la encarcelación
Patología
Herniaria
Hernia umbilical
25. Patología
Herniaria
Hernia de spiegel
Poco frecuente.
• Difícil diagnostico.
• Mujeres 50 y 70 años.
• Sintomatología
• Inespecífica.
• Defecto adquirido.
Clínica
• Dolor o presencia de masa
subcutánea palpable de
pequeño tamaño.
• En un 20% el primer síntoma en
la encarcelación.
26. Hernia epigástrica
• Línea media o línea alba.
• Incidencia 3-5%
• Hombres- mujeres 3:1
• 20-50 años
• 75% asintomáticos.
• Orificios de salida de vasos y nervios
• paramedianos.
• Zona de debilidad congénita.
• Encarcelación puede ser frecuente.
• Diagnostico difícil en pacientes obesos.
Patología
Herniaria
27. • Hombres
• Un 20 % estan clasificadas
como congénitas
• Lado izquierdo.
• Espontanea o traumática
• Contenido epiplón, colon
intestino delgado.
• Posterior a lobotomías.
Nefrectomía abierta,
adrenalectomia reparación
de aneurisma aortico
abdominal, biopsia renal.
Hernia lumbares
Patología
Herniaria
Síntomas y diagnóstico
• A menudo son reductibles, rara ves se incarcelan
• Sensibilidad localizada
• Aumento de volumen en la zona afectada.
• Dolor referido ciático hasta los testículos, muslos y dolor
lumbar.
28. Características clínicas
• Muy raras
• Comorbilidades: neoplasias, hernias coexistentes,
anomalías congénitas, trastornos de los huesos
pélvicos, problemas metabólicos, multiparidad, o
embarazo y malnutrición.
Síntomas
• Dolor abdominal presente en el 50% de los casos
• Obstrucción intestinal aguda, o sepsis punto
urinaria o glútea.
• Saco herniario: ovario, uréter, intestino delgado,
colon, neoplasia, epiplón y vejiga.
Hernia ciáticas
Patología
Herniaria
29. • También llamada subpubiana, es la protrusión de grasa
preperitoneal o un asa intestinal a través del agujero
obturador.
• Suponen el 1% de todas las hernias
• Mujeres- hombres 6:1
• > 60 años
• Diagnostico intraoperatorio.
• Puede presentarse como cuadro de obstrucción intestinal.
• Se presentan con dolor intenso en la cara interna del
muslo irradiado a rodilla.
Hernia obsturatriz
Patología
Herniaria
30. • Mujeres
• 40-60 años.
• Debilitamiento piso pélvico
• Posterior a partos.
• A través de haces del musculo Elevador o entre este e
isquicoxigeo
• Dolor o molestia periné, labios vulvares o glúteos.
• Síntomas de estreñimiento, o incontinencia fecal o urinaria.
• Masa palpable perineal.
• Dx diferencial hematomas, quiste y abscesos
Hernia perineal
Patología
Herniaria
31.
32. • Objetivo:
presentar la incidencia y los beneficios que ofrece la resolución electiva
de la patología umbilical en pacientes con cirrosis hepática.
33. MATERIAL Y MÉTODOS
• En el periodo comprendido entre enero de 2015 y enero de 2019 fueron
intervenidos en el hospital público 15 pacientes con diagnóstico de cirrosis
hepática portadores de una hernia umbilical sintomática. Se procedió al
análisis retrospectivo de Historias Clínicas. Todos pertenecían al sexo
masculino (100%). El examen físico de los pacientes se realizó ante la
presencia de una ascitis abdominal, por lo que el diagnóstico de la
patología herniaria no requirió otro procedimiento complementario. No se
evidenciaron complicaciones oclusivas ni de estrangulamiento; sin
embargo, todas eran irreductibles y en 8 pacientes (53,3%) había signos de
compromiso vascular a nivel de la piel que cubría el saco herniario.
• La estimación del riesgo quirúrgico se llevó a cabo con la escala (score) de
Child-Pugh en el preoperatorio
34. • Trece de ellos (86,6%) fueron catalogados como estadio Child C. Luego fueron
retrogradados a un Child B con tratamiento específico en el preoperatorio.
• El resto de los pacientes de la serie pertenecían a un estadio Child B (13,3%).
• La evaluación prequirúrgica realizada por el Servicio de Anestesiología catalogó como
estadio ASA III a todos los pacientes.
• En el 100% de los enfermos se utilizó anestesia regional peridural para llevar a cabo el
procedimiento. En algunos de ellos fue necesaria la administración de ansiolíticos
intraoperatorios para mitigar la angustia originada por la cirugía.
• Los enfermos fueron internados 48 horas antes de la cirugía y como parámetros de
laboratorio se consignó el recuento de leucocitos, plaquetas, tiempo de protrombina,
bilirrubina total, transaminasas GOT y GPT, albúmina sérica, uremia y glucemia.
• La evacuación de la ascitis se constituyó en el paso preoperatorio fundamental; en
ocasiones fue necesario recurrir a la ultrasonografía para pesquisarla en el espacio
perihepático y fondo de saco de Douglas.
• La paracentesis se llevó a cabo en forma intermitente a través de la colocación de un
catéter intraabdominal. De manera rutinaria se procedió a descartar la peritonitis
bacteriana procediendo al conteo de polimorfonucleares en el líquido obtenido.
• Para mejorar las condiciones hemocoagulativas se administraron vitamina K, plasma
fresco y factor VII recombinante.
35. Técnica quirúrgica
• En quirófano, los pacientes recibieron un cepillado con yodopovidona previo a la
realización del campo quirúrgico. Se abordó la región umbilical con una incisión cóncava
subumbilical cuando no fue necesario resecar la piel comprometida. Se evitó una incisión
de la piel relacionada con el saco peritoneal, ya que a este nivel la piel es muy fina, mal
vascularizada y con posibilidades de mala cicatrización. Ante su compro miso vascular, la
conducta fue una incisión en losange extirpando la cicatriz umbilical. Debe procurarse
una hemostasia cuidadosa en estos pacientes, utilizando cauterio hasta llegar al plano
aponeurótico.
• Se resecó el saco herniario y se procedió a la resección del anillo umbilical fibroso en
todos los pacientes. El diámetro del defecto umbilical midió en promedio 3 cm (2-4,5). En
este momento quirúrgico se puso en evidencia la atrofia muscular consecutiva a la
desnutrición calórico-proteica al permitir levantar los bordes del anillo umbilical en
“tienda de campaña”. Luego del cierre del defecto con doble surgete de material
irreasorbible se colocó una prótesis de polipropileno liviana preaponeurótica de 10 × 6
cm en 14 pacientes. En un enfermo con anillo de 2 cm se utilizó un cono de
polipropileno, con pico truncado de polipropileno pesado en plano preperitoneal,
confeccionado antes de su colocación. Se fijo con material reabsorbible en los cuatro
puntos cardinales.
36. • Cuando fue necesario, se aproximó el tejido celular subcutáneo al
plano aponeurótico con puntos separados de material reabsorbible a
efectos de disminuir el espacio muerto y minimizar la posibilidad de
seromas. La piel se aproximó con sutura continua y de manera
estanca para evitar fuga de líquido ascítico. No se utilizaron drenajes
en ningún caso. La externación se produjo dentro de los primeros 3
días.
• En los primeros 6 meses, los pacientes se controlaron cada 30 días. El
control se efectuó en conjunto con Gastroenterología. A partir de
entonces se citó a los pacientes dos veces al año.
37. Conclusión
• La incidencia de hernia umbilical en el paciente cirrótico con ascitis se
encuentra en el 20%. Una conducta expectante predispone al
enfermo a graves complicaciones. En ese sentido, la resolución
electiva, previa compensación del estado general, beneficia a los
enfermos otorgándoles mejor calidad de vida. El uso de prótesis de
polipropileno en plano preaponeurótico, posterior a la onfalectomía,
se presenta como una técnica reproducible. El manejo de la ascitis es
vital para evitar la recurrencia.