VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
Respuestas
1. RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS INICIALES
1. ¿Qué entendemos por "conflicto"
Un conflicto es una relación de poder entre un mínimo de dos actores, que no
pueden ser entidades indeterminadas, y que en un momento concreto se disputan el
control de un recurso de poder percibido como determinante para no desaparecer
como actores.
Debemos tener presente que los actores están en plena competición en todo
momento, pero esta competición no tiene porqué desembocar en conflicto si los
objetivos de los actores implicados se complementan. Es así como se forman las
alianzas. Por lo tanto, el conflicto no es un agente externo a las sociedades ni a las
élites, sino que es la consecuencia de unas acciones por parte de aquellos actores que
intentan conseguir sus objetivos por encima de los otros actores, creando así una
discordancia tanto física como estratégica. Aunque cuando hablamos de conflicto
tengamos asociadas las palabras "violencia" o "lucha", no siempre nos referimos a una
guerra física, ya que también los conflictos entre élites pueden desarrollarse de forma
no violenta. Hay una clara diferenciación entre los conflictos interpersonales, basados
en la incompatibilidad de los objetivos de los actores, y los conflictos globales o
internacionales, la definición y análisis de los cuales se basa en los recursos de poder.
Los sentimientos y las emociones se consideran de gran trascendencia en el análisis y
resolución de conflictos interpersonales, mientras que en el caso de los conflictos
globales, el talante subjetivo y manipulable de estos factores hace que se tengan que
tratar con mucha prudencia.
2. Los actores que intervienen en los "complejos conflictuales"
Los conflictos internacionales están formados por una multitud de actores, con sus
respectivos recursos de poderes, que forman una red de conflictos y relaciones de
poder entre ellos que se conoce como "complejo conflictual" y que se estructura de
forma jerarquizada. En un "complejo conflictual" estos actores se alían entre ellos para
conseguir un beneficio común que favorezca a cada uno de ellos de manera individual.
Las alianzas que consiguen estos actores hacen que el conflicto sea mayor, ya que
participan muchos más agentes con muchos más recursos. Cualquier elemento que
interfiera en las relaciones de poder ha de ser considerado actor del proceso, aunque
por regla general sólo las élites se consideran actores de un conflicto. Sin embargo, la
población siempre se tiene en cuenta por parte las élites en la toma de decisiones,
pues de lo contrario las jerarquías de poder y las dinámicas en las relaciones de poder
se pueden ver modificadas gravemente. Establecer si la población es un actor o bien
únicamente un recurso de poder en manos de las élites, se convierte en un debate por
él mismo.
3. ¿Cómo son las estructuras sociales jerárquicas?
Para determinar las diferentes jerarquías de una estructura social es importante
tener en cuenta las dependencias que tienen unos actores con otros en relación al
control de los recursos de poder. En las estructuras jerárquicas de una sociedad,
aunque un actor aparezca en el alto del sistema, debe tener alianzas que le permitan
mantenerse en aquella posición, en caso contrario perderá fácilmente su posición. Los
actores de los "complejos conflictuales" se estructuran de forma jerárquica,
2. estableciendo relaciones de dependencia entre ellos, por lo que se configuran unas
élites primarias, que no dependen de otros actores para mantener su posición, y unas
élites secundarias, formadas por aquellos actores que, a pesar de disponer de recursos
de poder, su posición está supeditada a las élites primarias. Asimismo, el peso en el
sistema de los recursos controlado por actores determina cuáles son actores primarios
y cuáles secundarios, independientemente de la su posición en la jerarquía.
4. ¿Qué tipo de control de los recursos se produce?
El control de los recursos puede ser total (directo) o parcial (indirecto). Dependiendo
de los recursos que controlen y de cómo sea este control, los actores actuarán de una
manera u otra, siempre con el objetivo de acumular más poder. Los recursos no tienen
porque escasear necesariamente, simplemente son un factor más que ayuda a los
actores a reafirmarse en su posición jerárquica. Hay dos tipos de recursos en un
conflicto: los recursos de poder usados y los recursos de poder disputados. A veces el
conjunto de recursos usados también será el tipo de recursos disputados, pero no
ocurre siempre así. Un recurso de poder, a pesar de ser muy abundante, puede ser
esencial para unos determinados actores; por el contrario, el control de un recurso
escaso puede no tener ninguna repercusión en la competición por la acumulación de
poder. La clave para identificar qué actores están en conflicto es detectar los recursos
disputados. Hay que tener en cuenta la multi-dimensionalidad del poder, la
multiplicidad de actores y también que se trata de una competición en la que todos los
actores (élites) están implicados y se influencian mutuamente, tanto si controlan el
Estado, el capital, la ideología, la coacción, la información o cualquier otro recurso.
5. La dinámica de las relaciones de poder
Generalmente, las relaciones de poder son circulares, ya que se desarrollan entre
actores que compiten entre ellos por la acumulación de diferencial de poder, de forma
que no hay objetivos absolutos. Es por ello que un conflicto puede desembocar en otro
si la competencia entre actores ha aumentado con las relaciones de poder del primer
conflicto. En algunas ocasiones encontramos relaciones de poder lineales. Entendemos
como relaciones de poder lineales las relaciones que establece la población cuando es
capaz de identificar de forma consciente sus necesidades y se moviliza para
alcanzarlas. En estos casos, cuando se consiguen los objetivos, la relación de poder se
extingue.
6. Tipo de acumulación diferencial de poder.
Entendemos por "diferencial de poder" aquellos elementos que ayuden a dar más
poder a os actores que compiten en la jerarquía social. Así pues, la acumulación de
poder se rige por la regle de conseguir más poder que sus competidores, y eso sólo se
consigue a base de recoger recursos que ayuden a consolidar el poder de los actores.
Esto lleva inevitablemente a la competición por los recursos, que desemboca en el
conflicto. El objetivo prioritario de las élites que controlan las jerarquías es la
acumulación diferencial de poder (más poder que los otros individuos de la élite),
porque si pierden esta competición dejan de controlar la jerarquía. Al ser una
competición relativa, ya que los actores no tienen objetivos absolutos sino que se
comparan con los otros actores, estas relaciones de poder son circulares, y se
retroalimentan a sí mismas.