La evaluación tiene tres funciones principales: es un instrumento sancionador y calificador, es un proceso de valoración del aprendizaje y la enseñanza, y cumple una función social de formación integral. La evaluación se lleva a cabo en fases iniciales, reguladoras e integradoras finales y busca desarrollar las capacidades conceptuales, procedimentales y actitudinales del alumno a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje.