El documento describe los factores que contribuyen a un buen clima organizacional, incluyendo una comunicación abierta entre todos los miembros, apoyo mutuo, reglas y procedimientos claros, confianza en los subordinados, y una apertura emocional por parte de los directores. También señala que aunque las personas individuales son impredecibles, los porcentajes de grupos se mantienen constantes, y una mayor capacidad de intercambiar información conduce a mejores resultados de negociación.