Los niños exploraron materiales nuevos como un tapete sensorial y disfrutaron jugando en un circuito psicomotriz que incluía saltar aros, agacharse bajo vallas, ordenar cubos y pasar por el tapete sensorial al ritmo de música. Cada niño completó con éxito el circuito. La sesión terminó con una relajación donde los niños se recostaron en el piso y escucharon una canción de cuna mientras se les pasaba una tela por el cuerpo.