El documento discute el cambio en los paradigmas científicos desde una perspectiva determinista a una plural, donde el diálogo prevalece. Argumenta que la realidad es inagotable y debe haber nuevas formas holísticas de ver el mundo que surgen en oposición a teorías positivistas. Finalmente, propone que un nuevo paradigma emergente centrado en el ser humano podría traer una integración interdisciplinaria de las ciencias.
1. REFLEXIONES ACERCA DEL ARTÍCULO DE
MIGUEL MARTÍNEZ MIGUÉLEZ (USB)
Lo que se dijo ayer, hoy no será cierto, ni mucho menos mañana. Es la idea
de una frase que por los años 1990 dijo García Márquez. Dicha reflexión vale la
pena discutir desde el punto de vista de la ciencia. Pues porque ella misma, la
ciencia, ha servido de punto de partida para muchos avances en distintos
ámbitos del saber en el ser humano, y esto era lo que se creía antiguamente
porque en la actualidad se cuestiona a la ciencia haciéndola ver un tanto
insuficiente en lo que respecta al progreso de las distintas áreas del saber.
Sin embargo, el periodo contemporáneo del conocimiento es calificado por
este autor como de “Incertidumbre” y es básicamente por la gran tormenta de
conocimientos que bombardea a la humanidad en esto tiempos, y en ello estoy
de acuerdo. Tormenta que puede evidenciarse a través de los medios de
divulgación de las ideas como congresos, conferencias, artículos, entre otros.
Algunos comentan al respecto, que se está despidiendo la antigua ciencia,
la determinista. Y se está dando paso a una nueva, la plural, aquella donde el
diálogo prevalezca. Esto básicamente debe adentrarse en la actividad
académica, pues es allí donde los saberes se comparten.
Al respecto, una personalidad nos habló acerca de este mundo cambiante, el
Papa Juan XXIII, quién comentaba que existiría un momento en el tiempo
donde convergerían nuevos enfoques y conceptos paradigmáticos en la
humanidad, y tenía razón. Tales paradigmas, tienen su razón de ser en el
nacimiento de las variadas orientaciones del pensamiento moderno, en las
nuevas tendencias a nivel del discurso e igualmente en las emergentes
orientaciones metodológicas que han surgido.
El basamento de tales movimientos ha sido principalmente que la realidad,
la cual es manejada por el ser es inagotable, y siempre será objeto de
discusión independientemente de las vistas y los matices que presente. Es por
ello, que se hace necesario la inclusión de nuevas formas de ver al mundo,
2. nuevas perspectivas, llamadas holísticas; las cuales han surgido en
contraposición a las teorías positivistas, sistémicas y un tanto cuadradas de la
antigua era.
Todo paradigma lleva intrínseco una carga epistémica importante, pues, el
mismo se encuentra relacionado con el modo de pensamiento a través del cual
se pueden generar productos intelectuales. Esta carga epistémica, es llamada
matriz epistémica, pues es de donde se originan los significados personales
que a la realidad le imprime cada ser humano.
Ya que estamos hablando de significados, es importante resaltar que ellos
son el contenido mental que se les da a una serie de términos, los cuales
pueden ser de-construidos, es decir, mostrar cómo estos conceptos pueden ser
“construidos” pero a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas.
Precisamente para de-construir, resulta necesario observar los fenómenos,
razón por la cual entra en voga la fenomenología de Heidegger, donde hay que
estudiar no solo a los sujetos sino su alrededor, sentido, movimientos, etc.
El estudio de todos estos elementos da origen a la conducta del hombre, es
decir, ¿por qué el ser humano actúa de tal o cual forma? ¿Por qué se dirige
hacia tal lugar, o realiza determinado movimiento? Todo ello pertenece a su
conducta y es estudiado por la Neurociencia. Debe existir un buen equilibrio
entre la realidad (lo fenomenológico) y lo que pensamos o concebimos.
Y precisamente este equilibrio, permite emerger un nuevo paradigma en el
cual, el ser humano es el centro y donde exista integración de las diversas
áreas del ser: química, biológica, psicológica, social, cultural y espiritual. Es
decir, un cambio paradigmático desde adentro, que posea sus propias
características, objetivos, modos de ver al objeto, entre otros. Lo cual, traerá
consigo interdisciplinariedad de las ciencias. Por su puesto, la adopción de tal
paradigma en el hombre correspondería a un proceso complejo que iría desde
el conocer al mismo hasta su puesta en práctica, y esto no es fácil dada las
misma complejidad del ser. Implicaría trascendencia, a mi parecer..