Daniel Alcides Carrión, un médico peruano del siglo XIX, se infectó intencionalmente con la fiebre de La Oroya, una enfermedad endémica en Perú que había matado a más de 10,000 personas, con el fin de estudiarla de cerca y encontrar una cura. Aunque murió por la enfermedad, dejó detallados registros de sus síntomas que ayudaron a otros médicos a comprender la enfermedad y su transmisión por mosquitos. Se le considera un héroe nacional por su sacrificio en pos de