El documento describe tres tipos de liderazgo: coercitivo, afiliativo y ejemplar. Un líder coercitivo es efectivo en situaciones de crisis pero se centra en las tareas por encima de las personas. Un líder afiliativo se enfoca en las relaciones interpersonales para generar compromiso y motivación. Un líder ejemplar marca un rumbo a seguir pero es poco eficiente desarrollando el talento de los demás.
2. Líder coercitivo u orientativo
■ Fundamentalmente, un líder coercitivo es efectivo en situaciones de crisis, como
último recurso para controlar a equipos de trabajo problemáticos, para implementar
grandes cambios de manera rápida o durante emergencias reales (como, por ejemplo,
un incendio). De hecho, suele resumirse con la frase “haz lo que te digo”.
3. Líder afiliativo, democrático o
participativo
■ Se orienta en las personas, las relaciones y las emociones por encima de las tareas y los objetivos. La
intención es generar un vínculo emocional entre el líder y los colaboradores para que estos alcancen altos
grados de compromiso, lealtad, empoderamiento y motivación.
■ Además, se debe fomentar, mediante herramientas de cohesión, conversaciones entre el líder y los
colaboradores (y entre ellos mismos) para que se conozca a la persona más allá del perfil profesional. De
esta manera, los lazos afectivos que se crean, generarán un ambiente de trabajo tremendamente positivo y
armónico donde se fomenta la colaboración y el trabajo en equipo.
4. Líder ejemplar
■ El liderazgo ejemplar se caracteriza por que la persona que lo ejerce fija un rumbo a
seguir y se encarga de mantenerlo con todas sus implicaciones. Se dice de él que es
efectivo pero poco eficiente a la hora de desarrollar el talento.