El documento describe la arquitectura barroca en Europa entre los siglos XVII y XVIII, con énfasis en Italia. Se destacan arquitectos como Borromini, Cortona y Bernini, y sus obras maestras como la Iglesia de Santa Agnese. También se mencionan características como el uso de la arquitectura religiosa y palaciega para reflejar el regreso a la espiritualidad en esa época.