Este documento analiza el origen de la ira y cómo esta surge de nuestras necesidades insatisfechas. Explica que cuando nos enfadamos solemos centrarnos en culpar a otros en lugar de reconocer nuestras propias necesidades. Propone que la ira puede ser útil para darnos cuenta de que tenemos necesidades que no estamos satisfaciendo y que debemos aprender a expresar estas necesidades de forma no violenta para poder establecer relaciones basadas en la comprensión mutua y el amor en lugar de en el castigo.