El documento analiza la tendencia pedagógica del aprendizaje vivencial, que produce aprendizajes que perduran en el tiempo ya que involucra a los estudiantes de manera teórica y práctica. El autor apoya esta tendencia y también el aprendizaje basado en proyectos y retos. Se cita a Benjamín Franklin para resaltar que se aprende más cuando se experimenta que cuando solo se escucha o lee. Como ejemplo, una maestra usó un juego de rayuela con sílabas para motivar a estudiantes de primer grado