2. ¿Qué es una arritmia?
Las arritmias son problemas de la frecuencia cardíaca o del ritmo de los
latidos del corazón. Durante una arritmia el corazón puede latir
demasiado rápido, demasiado despacio o de manera irregular.
La frecuencia cardíaca normal oscila entre 60 y 100 lpm, menos que
eso se denomina «bradicardia», más que eso se denomina
«taquicardia».
Algunas pueden ser graves e incluso poner en peligro la vida. Durante
una arritmia es posible que el corazón no pueda bombear suficiente
sangre al resto del cuerpo. La falta de circulación de la sangre puede
causar daños en el cerebro, el corazón y otros órganos.
3. TAQUICARDIA SINUSAL
Frecuencia: 100-180 lpm.
Es el aumento de la frecuencia cardíaca por encima de 100
latidos por minuto.
En la mayoría de los casos se produce como consecuencia de
estrés físico, estrés psíquico, un incremento de las demandas
de oxígeno por parte del organismo o enfermedades
concomitantes.
6. TAQUICARDIA SINUSAL
Taquicardia sinusal inapropiada
Taquicardia sin un estímulo fisiológico identificable.
1. Frecuencia cardíaca en reposo de 100 lpm.
2. Aumento de la respuesta de la frecuencia
cardíaca ante un mínimo esfuerzo.
El tratamiento de estos pacientes incluye el
acondicionamiento físico al ejercicio, el uso de
betabloqueadores y finalmente en los casos
refractarios la ablación con radiofrecuencia del
nodo sinusal (modificación del nodo sinusal).
7. FLUTTER ATRIAL
Frecuencia: 300 lpm aprox.
Es una taquicardia auricular producida por la recirculación de un
impulso eléctrico alrededor de obstáculos anatómicos normales o
adquiridos. La frecuencia de la taquicardia es muy elevada, aunque
normalmente la frecuencia cardiaca (ventricular) es menor.
8. FLUTTER ATRIAL
No existen ondas P, observándose ondas auriculares en
diente de sierra (ondas F) con frecuencias en torno a
300 lpm.
En determinados casos puede tener conducción
variable y es arrítmico, pudiendo confundirse con la
fibrilación auricular, diferenciándose por las ondas en
“dientes de sierra”.
9. FLUTTER ATRIAL
ONDAS EN DIENTES DE SIERRA
Es la onda clásica del flutter auricular, sobre todo es muy reconocible en el
flutter típico. Se le llama en "diente de sierra" por la morfología que presenta
en las derivaciones donde es predominantemente negativa.
En estas derivaciones se caracteriza por un inicio descendente lento, seguido
de una fase descendente rápida que pasa a un ascenso rápido, terminando
por encima de la línea isoeléctrica enlazada con el inicio de la siguiente onda
F.
Suele visualizarse entre la onda T y el QRS siguiente. También suele provocar
ondulaciones de los segmentos isoeléctricos, facilitando el diagnóstico a
frecuencias cardiacas elevadas.
10. FLUTTER AURICULAR TÍPICO
El flutter auricular típico se produce por la recirculación indefinida de
un impulso eléctrico alrededor de la válvula tricúspide. Es el flutter
auricular más frecuente.
Se produce por un mecanismo de macrorreentrada a nivel de la
aurícula derecha, donde el estímulo la recorre de forma circular. El
flutter auricular típico es fácilmente reconocible en el EKG por sus
ondas F bien definidas, observando las derivaciones inferiores
podemos determinar la dirección del estímulo y clasificarlo en
antihorario u horario.
11. FLUTTER AURICULAR TÍPICO antihorario
El estímulo asciende por el septo interauricular
hasta el techo de la Aurícula Derecha, desciende
por la cara anterolateral y completa el circuito
pasando entre la Válvula Tricúspide y la Vena
Cava Inferior (Istmo Cavo-Tricuspídeo) llegando al
septo nuevamente.
Podemos diagnosticarlo en el Electrocardiograma
por presentar ondas F bien definidas, que son
negativas en las derivaciones inferiores (II, III y
aVF).
12. FLUTTER AURICULAR TÍPICO horario
En el 90 % de los pacientes con flutter típico el
estímulo circula en la dirección descrita
previamente, pero hasta en un 10 % el estímulo
recorre dichas estructuras en dirección contraria, o
sea en dirección horaria.
En el electrocardiograma observamos ondas F bien
definidas, que son positivas en las derivaciones
inferiores (II, III y aVF).
13. FLUTTER AURICULAR ATÍPICO
El resto de aleteos auriculares se denominan flutter atípicos, y tienen un
circuito peor definido, variable de paciente a paciente. Un tipo especial de
flutter auricular son los posteriores a cirugía cardiaca previa. Los impulsos
eléctricos cardiacos no pueden atravesar una cicatriz. Los cortes realizados
a las aurículas en los procedimientos de cirugía cardiaca, y la consiguiente
cicatrización, pueden ser fuente de obstáculos a la propagación uniforme
del impulso eléctrico, y fomentar la recirculación del mismo a su alrededor.
Los fármacos suelen ser ineficaces. La ablación con catéter de este tipo de
taquicardias es compleja y requiere sistemas avanzados de cartografía y
navegación. Aún así, las cifras de éxito son inferiores a las conseguidas con
el flutter típico o las taquicardias supraventriculares.
15. FIBRILACIÓN AURICULAR
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia sostenida más frecuente en la
práctica clínica, teniendo una prevalencia cercana al 2 % de la población
general.
Consiste en la aparición de estímulos desorganizados a nivel auricular con
frecuencias en torno a 350-600 lpm.
Estas frecuencias tan elevadas generan pérdida de la contracción de las
aurículas y estasis de la sangre en ellas, favoreciendo la aparición de trombos
intrauriculares aumentando el riesgo de tromboembolismos.
El nodo AV disminuye la cantidad de impulsos transmitidos a los ventrículos,
produciéndose una estimulación ventricular absolutamente irregular con
frecuencia cardiaca inferior a la auricular.
16. FIBRILACIÓN AURICULAR
Clínicamente podemos clasificar la fibrilación auricular en:
• Primer episodio documentado de fibrilación auricular.
• Fibrilación auricular paroxística: episodios recurrentes de fibrilación
auricular que ceden de forma espontánea, generalmente en menos
de 48 horas.
• Fibrilación auricular persistente: episodios de fibrilación auricular que
requieren fármacos o una cardioversión eléctrica para su terminación.
• Fibrilación auricular permanente o crónica: se denomina como tal a la
fibrilación auricular en las que no es posible o no se considera
apropiado intentar recuperar el ritmo sinusal.
17. FIBRILACIÓN AURICULAR
El EKG de la FA se caracteriza por ser completamente arrítmico. Se le
llega a denominar la arritmia por excelencia, pues los intervalos RR son
irregulares sin seguir ninguna pauta. Además, al existir una
estimulación auricular caótica no existen ondas P. Aunque se pueden
observar ondas auriculares pequeñas, con diferentes morfologías
denominadas ondas f (de fibrilación). La conducción a los ventrículos se
realizará por sistema de conducción normal, por lo que el QRS será
estrecho, salvo otras alteraciones o conducción aberrante.
20. BRADICARDIA
La bradicardia se caracteriza por la lentitud del ritmo cardíaco, por lo
general, por debajo de los 60 latidos por minutos, mientras que el
ritmo normal en reposo es de 60 a 100 latidos por minutos.
La bradicardia puede ser un problema grave si el corazón no bombea
suficiente sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo. Para algunas
personas, sin embargo, la bradicardia no produce síntomas o
complicaciones, incluso son fisiológicas (atletas).
21. BRADICARDIA SINUSAL
Esta es una situación en la que los latidos del corazón se originan y se
transmiten de forma normal, pero son más lento de lo necesario.
• Causas: La bradicardia sinusal puede darse en diferentes situaciones:
puede ser totalmente normal y fisiológica, como es el caso de
deportistas; puede ser debida a ciertos medicamentos; puede ser
debida a afectación del propio nodo sinusal y puede hallarse en el
contexto de una afectación que se conoce con el nombre de síndrome
de bradicardia/taquicardia en la que los pacientes alternan episodios
de bradicardia importante con rachas de episodios de taquicardias
(habitualmente fibrilación auricular).
22. BRADICARDIA SINUSAL
La bradicardia sinusal se puede deber a un tono vagal excesivo o a disminución del
tono simpático, por efecto de medicamentos o por alteraciones anatómicas del
nódulo sinusal. En la mayor parte de los casos la bradicardia sinusal sintomática se
debe a los efectos de medicamentos. La cirugía ocular, la arteriografía coronaria, la
meningitis, los tumores intracraneales, hipotermia, y un sinfín de enfermedades
provocan bradicardia sinusal.
También aparece bradicardia sinusal durante el sueño, el vómito y durante el
síncope vasovagal y puede estar producida por estimulación del seno carotídeo,
litio, betabloqueantes, calcioantagonistas... La instilación conjuntival de
betabloqueantes por glaucoma puede producir alteraciones del nódulo sinusal o
del nódulo AV, especialmente en ancianos.
La mayor parte de las bradicardias sinusales son arritmias benignas y pueden ser
beneficiosas porque hacen que el período de diástole sea más largo y aumente el
tiempo de llenado ventricular.
25. FIBRILACIÓN VENTRICULAR
Se caracteriza por un ECG con ritmo caótico, ondulaciones irregulares de
distinto contorno y amplitud. Las contracciones ventriculares no son efectivas,
produciéndose así una parada cardiaca. Varios impulsos que se originan al
mismo tiempo en diferentes lugares de los ventrículos, estimulan al corazón y
se producen latidos muy rápidos y desordenados, que pueden superar los 300
lpm. Como consecuencia de estos latidos caóticos, el corazón deja de bombear
sangre al cerebro y al resto del organismo y en 6-8 segundos, la persona pierde
la conciencia. Requiere asistencia médica inmediata para evitar el daño cerebral
irreversible. Si es posible, iniciar medidas de reanimación cardiopulmonar y
administrar descargas eléctricas no sincronizadas, usando una energía de 200 a
360 julios, para restablecer el ritmo normal del corazón.
Por cada minuto que pasa sin atención, se reduce la supervivencia entre un 7 y
un 10 %. Las personas que sufren alguna enfermedad cardiovascular o tienen
antecedentes de ataques cardiacos, tienen mayor riesgo de padecer fibrilación
ventricular, especialmente si se asocia con disfunción ventricular severa.