El documento discute la evolución del concepto de consentimiento informado en la relación médico-paciente. Históricamente, los médicos tomaban las decisiones por los pacientes debido a que se les consideraba incompetentes. Más recientemente, ha surgido el principio de autonomía del paciente, reconociendo su derecho a tomar decisiones informadas. Sin embargo, aplicar plenamente el consentimiento informado en psiquiatría enfrenta ciertos desafíos debido a la naturaleza de las enfermedades mentales.
La relación médico-paciente, articulo por Héctor Rodríguez Silva.
Se presenta una revisión de los distintos aspectos de las
relaciones interpersonales con las particularidades
específicas que tienen lugar entre el médico, el paciente y
familiar y los cambios que ha experimentado esta relación
a través del tiempo. Se definen sus características y
clasificación en activa-pasiva, cooperativa guiada y de
participación mutua. Se detallan las diferentes etapas y la
importancia de cada una de ellas, así como las deficiencias
más frecuentes. Se refleja lo que está ocurriendo en países
capitalistas con sistema neoliberal, donde la salud está en
manos de empresas privadas y seguros, que convierten los
servicios médicos en una forma más de comercio. Por
último, se comenta el impacto del desarrollo tecnológico
de los años actuales, tanto en sus aspectos positivos como
negativos.
La calidad de los servicios de salud tiene un pilar muy importante dependiente de la relación de las y los profesionales de la salud con sus pacientes. Actualmente, las y los pacientes conocen mejor sus derechos y la relación se ha vuelto más compleja. El mejorar esta relación favorece el prescindir de una medicina defensiva, que despersonaliza este trato entre humanos.2
Aunque los profesionales de la salud son cada vez más capaces de curar las enfermedades, ha ido apareciendo una desconfianza en general del paciente hacia aquellos que le ofrecen un servicio médico quizá pudiendo traducir esto a una debilitación en la relación entre el médico y el paciente. Hoy vemos pacientes más informados –aunque no siempre mejor informados– más inquisitivos, escépticos y críticos, lo cual resulta ciertamente necesario también tener un trato más asertivo, recíprocamente comprometido e informado.
La relación médico paciente: el encuentro de dos mundos (2015) Estela Falicov
Una clase sobre la relación entre el profesional de la salud y su paciente o consultante según un enfoque ecológico y la presentación de una matriz sociotopológica.
La relación médico-paciente, articulo por Héctor Rodríguez Silva.
Se presenta una revisión de los distintos aspectos de las
relaciones interpersonales con las particularidades
específicas que tienen lugar entre el médico, el paciente y
familiar y los cambios que ha experimentado esta relación
a través del tiempo. Se definen sus características y
clasificación en activa-pasiva, cooperativa guiada y de
participación mutua. Se detallan las diferentes etapas y la
importancia de cada una de ellas, así como las deficiencias
más frecuentes. Se refleja lo que está ocurriendo en países
capitalistas con sistema neoliberal, donde la salud está en
manos de empresas privadas y seguros, que convierten los
servicios médicos en una forma más de comercio. Por
último, se comenta el impacto del desarrollo tecnológico
de los años actuales, tanto en sus aspectos positivos como
negativos.
La calidad de los servicios de salud tiene un pilar muy importante dependiente de la relación de las y los profesionales de la salud con sus pacientes. Actualmente, las y los pacientes conocen mejor sus derechos y la relación se ha vuelto más compleja. El mejorar esta relación favorece el prescindir de una medicina defensiva, que despersonaliza este trato entre humanos.2
Aunque los profesionales de la salud son cada vez más capaces de curar las enfermedades, ha ido apareciendo una desconfianza en general del paciente hacia aquellos que le ofrecen un servicio médico quizá pudiendo traducir esto a una debilitación en la relación entre el médico y el paciente. Hoy vemos pacientes más informados –aunque no siempre mejor informados– más inquisitivos, escépticos y críticos, lo cual resulta ciertamente necesario también tener un trato más asertivo, recíprocamente comprometido e informado.
La relación médico paciente: el encuentro de dos mundos (2015) Estela Falicov
Una clase sobre la relación entre el profesional de la salud y su paciente o consultante según un enfoque ecológico y la presentación de una matriz sociotopológica.
Presentación de tema el Seminario sobre \"La Etica y Deontologia en el Ejercicio Profesional Médico\" organizado por el Consejo Regional III de Lima del Colego Médico del Peru, realizado el 7 de Febrero del 2008 en el Auditorio del CMP
Elaborado por el Dr. Ramón de J. Villar Prieto.
Conoceremos las diferencias entre expediente clínico, historia clínica y consentimiento informado, así como lo que integran cada uno de éstos requisitos.
Presentación utilizada en la conferencia impartida en el X Congreso Nacional de Médicos y Médicas Jubiladas, bajo el título: "Edadismo: afectos y efectos. Por un pacto intergeneracional".
Presentació de Álvaro Baena i Cristina Real, infermers d'urgències de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
Presentació de Isaac Sánchez Figueras, Yolanda Gómez Otero, Mª Carmen Domingo González, Jessica Carles Sanz i Mireia Macho Segura, infermers i infermeres de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
Presentació de Elena Cossin i Maria Rodriguez, infermeres de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
3. La tradición médica occidental se ha asentado
sobre el precepto, erróneamente atribuido a
Hipócrates, del Primum Non Nocere. A lo largo de la
historia, este precepto se tradujo en la obligación del
médico de hacer al enfermo el mayor bien posible.
De esta manera se asimilaban dos obligaciones
diferentes: por un lado, no hacer daño (el equivalente al
actual Principio de No Maleficencia), que en Medicina
está emparentado con la habilidad técnica del médico y,
por otro lado, procurar el Bien, lo que tiene una
dimensión moral.
4. Esta acción del médico en la que se aunaban lo técnico
y lo moral tenía como objeto al enfermo, al que se concebía
como un ser afectado física, psíquica y moralmente por su
enfermedad y, por lo tanto, incapacitado para saber qué le
convenía. Hasta fechas recientes, éste ha sido el trasunto
de la relación médico–enfermo (o por expresarlo más
genéricamente, sanitario–enfermo).
El médico decidía qué era lo Bueno, qué convenía al
paciente y, en definitiva, qué había que hacer, y no contaba
para nada en su decisión con la opinión del enfermo. En
términos de Bioética moderna, esta situación histórica
englobaba los principios de No Maleficencia y de Beneficencia.
Era al médico a quien competía evitar el mal y hacer (y
determinar qué era) el Bien, aun en contra del parecer del
paciente. Este ha sido en definitiva el fundamento histórico y
ético del denominado paternalismo médico.
5. En las últimas décadas ha irrumpido en la relación
sanitaria un nuevo principio, el de Autonomía. Este
principio, aunque con raíces en la Ilustración y en el
comienzo de la Edad Moderna y ha tenido una clara
relevancia en otros órdenes de la vida (político, social,
financiero) desde mucho antes.
No ha conseguido hacerse con un espacio en el
universo sanitario hasta el reconocimiento del derecho al
Consentimiento Informado en los tribunales
norteamericanos a partir de la década de los 50 del
pasado siglo. Sólo desde entonces se ha empezado a
constatar que el enfermo tiene un papel importante en la
relación sanitaria y una capacidad de tomar decisiones en
relación con la atención a sus problemas de salud.
6. El desarrollo del Consentimiento Informado en
España ha sido (y sigue siendo) costoso. Sin embargo,
en otros países con una mayor tradición autonomista
también existen a su alrededor los mitos, prejuicios y
confusiones que abundan en nuestro país.
Entre ellos ocupa un lugar destacado la
identificación del “consentimiento” con el hecho puntual
de firmar la autorización para la práctica de un
procedimiento diagnóstico o terapéutico, olvidando que
el consentimiento informado es en realidad un proceso
continuado de información por parte del médico.
7. La tradición deontoló- Por el contrario, para los
gica proviene de los trabajos consecuencialistas, cuya forma
de E. Kant en s.XVIII, cuyo dominante a sido el utilitaris-
imperativo categórico fue mo, la calificación moral de un
propuesto como fundamento acto se halla en sus conse-
absoluto, no religioso, del juicio cuencias. Si mentir esta bien o
moral. no, no puede ser determinado
La calificación moral de categóricamente, sino consi-
un acto sería independiente de derando sus consecuencias
las consecuencias de dicho positivas o negativas.
acto. “Bueno” o “Malo”, “Bien”
o “Mal” son juicios categóricos
de actos determinados, no
juicios específicos sobre sus
resultados.
8. Con el paso de los años se ha creado un cuerpo
doctrinal y una experiencia clínica en torno al
Consentimiento Informado que ha permitido caracterizar
sus elementos integrantes:
Voluntariedad
Información en cantidad y calidad suficiente
Competencia y validez
Autenticidad
Todos estos elementos están presentes en la
práctica clínica y no constituyen entelequias más o
menos filosóficas ajenas a la actividad asistencial.
9. I. Elementos mínimos (condiciones previas).
1. Capacidad (para comprender y decidir.
2. Voluntariedad (para decidir).
II. Elementos de la Información.
3. Revelación (de la información fundamental).
4. Recomendación (de un plan).
5. Comprensión (de 3 y 4).
III. Elementos del consentimiento.
6. Decisión (a favor de un plan).
7. Autorización (del plan elegido).
10. Voluntariedad. Salvo en el Información. Uno de los
caso de la Psiquiatría principales motivos de
intrahospitalaria o del insatisfacción y queja de los
imperativo legal no es usuarios de los servicios
frecuente en la práctica sanitarios es la falta de
asistencial el uso de información. Esta queja
procedimientos persiste incluso cuando el
diagnósticos o terapéuticos resultado general de las
contra la voluntad del intervenciones asistenciales
paciente. Sin embargo, es plenamente
existen mecanismos más satisfactorio. No obstante,
sutiles que pueden afectar surgen problemas a la hora
a la voluntariedad de una de determinar la forma y el
decisión, como son la contenido de la información.
persuasión, la coacción y la
manipulación.
11. Decisión (Capacidad). La
decisión, en el marco del
Consentimiento Informado,
se refiere a la que el enfermo
sea efectivamente capaz de
consentir.
Es probablemente el
área más conflictiva en
Psiquiatría.
12. 1. ¿Tiene Ud alguna enfermedad?
2. Si la respuesta es NO: ¿Podría Ud
explicarme por qué está en el hospital?
3. ¿Podría Ud describir o dar el nombre de
su enfermedad y explicar en qué
consiste?
4. ¿Podría Ud explicarme en qué consiste el
tratamiento que le hemos recomendado?
5. ¿Qué cree Ud que pasará si toma el
tratamiento?
6. ¿Qué cree Ud que pasará si no toma el
tratamiento?
13. 1. ¿Cuál es la comprensión que tiene el
paciente del problema?
2. ¿Cuál es la comprensión que tiene el
paciente de las recomendaciones del
médico?
3.- ¿Cuál es la comprensión que tiene el
paciente de los motivos del médico
para recomendar el tratamiento?
4. ¿Cuál es la elección del paciente?
5. ¿De qué manera se justifica la elección
del paciente?
6.¿Es capaz el paciente de prever las
consecuencias de su decisión?
14.
15. Es el consentimiento otorgado
libremente por la persona para recibir
cualquier tratamiento médico, sin
amenazas ni persuasión indebida, después
de haber recibido información precisa,
suficiente y comprensible, en una forma y
en un lenguaje que el paciente entienda.
16. El Consentimiento Informado es un elemento
más de lo que algunos autores han llamado la etapa
del enfermo mental como animal humano.
Superadas las épocas en la que el enfermo fue
concebido a la manera de un animal salvaje (con
reclusión en manicomios más carcelarios que
hospitalarios) o un animal domesticable (con la
creación de la Psiquiatría como disciplina para
apaciguar y des-agitar a los enfermos), en el tercio
final del siglo XX se ha puesto en evidencia la especial
necesidad de que se promocionen los derechos de los
pacientes psiquiátricos.
Y entre estos derechos ocupa un lugar
destacado el consentimiento informado.
17. Sin embargo, la implantación, e incluso la
aceptación de este derecho topa con ciertos
impedimentos y prejuicios.
¿Puede plantearse seriamente que la
actividad psiquiátrica exista la posibilidad del
consentimiento informado?
¿Hay en la enfermedad mental posibilidad de
recibir información?
¿Puede darse realmente una ausencia de coacción
en la relación del enfermo con su psiquiatra’ ¿Es el
enfermo competente?
18.
19. Entre las excepciones a la obligatoriedad del
consentimiento informado se encuentran precisamente
el tratamiento involuntario en pacientes incompetentes,
las urgencias, la renuncia del paciente a recibir
información, la necesidad terapéutica (llamada también
excepción o privilegio terapéutico), que es la facultad del
médico para actuar profesionalmente cuando por
razones objetivas el conocimiento de la situación del
paciente puede perjudicar su salud de manera grave (en
este caso la decisión será comunicada a los familiares),
y por último la incapacidad, que puede ser de derecho
(minoría de edad, incapacidad legal) o de puro hecho
(paciente inconsciente).
En todos estos casos se empleará el
consentimiento substituto.
20. El médico puede en determinadas situaciones
ocultar deliberadamente la información al paciente,
justamente cuando esta convencido que al
revelársela le producirá un daño psicológico grave e
incluso complicaciones orgánicas posteriores
severas.
Es uno de los atributos clásicos de los
médicos anclados a la tradición de la beneficencia
paternalista.