Los cuidados paliativos se aplican desde el diagnóstico del cáncer y a lo largo de la enfermedad en hospitales, centros oncológicos y residencias. Tratan problemas emocionales, físicos y espirituales del paciente y su familia. Se coordinan con el tratamiento del cáncer y luego se enfocan en el cuidado cuando el tratamiento ya no es posible. Proporcionan un enfoque holístico en la transición al final de la vida.