2. Ejercicio 1
1. Acuéstate boca arriba y con las piernas extendidas en
el sofá o la cama. Es importante que quedes
completamente en posición horizontal.
2. Flexiona una de las dos piernas manteniendo la
planta del pie en el sofá.
3. Apunta los dedos del pie extendido hacia ti y elévalo
30 cm. Mantenlo elevado durante 10 segundos.
4. Baja la pierna lentamente.
5. Repite el movimiento al menos 30 veces.
6. Cambia de pierna y repite la rutina.
3. Ejercicio 2
1. Acuéstate boca arriba y con las piernas extendidas en el
sofá o la cama. Es importante que quedes completamente
en posición horizontal.
2. Flexiona una de las dos piernas manteniendo la planta del
pie en el sofá.
3. Coloca una toalla enrollada en la parte posterior de la
rodilla de la pierna extendida.
4. Apunta los dedos del pie extendido hacia ti. Siente la
ligera presión que ejerce la rodilla en la toalla. Mantén
esta posición durante 10 segundos.
5. Relaja la pierna lentamente.
6. Repite el movimiento al menos 30 veces.
7. Cambia de pierna y repite la rutina.
4. Los beneficios
Alivio inmediato a las dolencias de las rodillas.
Cuando se realizan como parte de la rutina
diaria, evitan la repetición de las molestias a
partir de las cuatro semanas, pues fortalecen
el funcionamiento de la zona y evitan
lesiones.
Puede realizarse mientras lees o ves tu
programa favorito de televisión.