La destrucción creativa consiste en reestructurar constantemente una empresa para mejorar su rendimiento y hacer frente a la competencia, a través de innovaciones incrementales, transformacionales o substanciales. El documento analiza dos casos: Microsoft actualizó la interfaz de Office para facilitar el uso de las herramientas, y Apple reemplazó productos como el iPod nano y Blackberry por el iPhone de mayor funcionalidad, logrando desbancar a sus competidores. Los sistemas de información apoyan este proceso de innovación constante.